"No hay mal que dure cien años", indica una frase que ilustró el momento futbolístico de San Martín de Tucumán que tenía en frente a su enemigo público número uno: All Boys. Diego Cagna pisó la cornisa de los resultados y, hace unas semanas atrás y con el correr de los partidos, lo que implicó que el conjunto tucumano toque fondo.

Tocar fondo en el fútbol es sortear los duros y diversos obstáculos de la zona de promedios. Allí, el Santo se debatió en una lucha sin cuartel con Central Córdoba de Santiago del Estero, pero a base de buenos rendimientos individuales y de la concreción de una seguidilla de victorias, los dirigidos por Diego Cagna pudieron salir airosos y disfrutar de las bondades de la mitad de tabla. 

Claro que para que esto siguiera en marcha, se debía abrochar los tres puntos correspondientes y que la alegría no tenga fin (como la frase brasilera que explica el optimismo futbolero). Obviamente, los hinchas se ilusionaron con pelear un ascenso, aunque el Cuerpo Técnico, desde el arranque, aclaró que la finalidad del equipo es permanecer en la categoría. Hoy no fue la excepción y el Santo pisó fuerte en Floresta.

El primer tiempo constó de un largo período de estudio por parte de ambos planteles. Esos 20 minutos que parecían eternos sirvieron como información para que San Martín lograra doblegar la valla defendida por el guardameta Nahuel Losada.

El partido se veía seriamente discutido en el mediocampo y All Boys se mostró peligroso y con hambre de goles, mediante las buenas tareas de Mauro Milano y de Ángel Vildozo. Por el lado Santo, hubo un buen trabajo de Matías García, Leonardo Acosta estuvo muy atento a la generación de las jugadas que se originaban desde el laboratorio de los genios futbolísticos. 

San Martín marcó dos puntos de inflexión y quebro psicológica y emocionalmente a su contrincante con los goles de Juan Galeano (38 minutos del primer tiempo) y de Leonardo Acosta ( 52 minutos del segundo tiempo).  

Con esta victoria, San Martín se ubica en la octava colocación y con mucho aire fresco para sumar puntos y alejarse, lo más posible, de la permanencia.

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