Con la expectativa que generaba el regreso de Víctor Ibarbo al Atanasio y la premisa de seguir prendidos en el liderato, los dirigidos por Reinaldo Rueda jugaron un sobrio partido aunque por momentos el rival llenó de zozobra el entorno verdolaga. Al final la figura, además del arquero de Águilas, fueron tanto Victor Ibarbo como Macnelly Torres quienes se destacaron con su conexión y derroche de entrega.

Nacional fue claro dominador desde el minuto 1', con amplitud y vertiginosidad buscaron romper el bloque defensivo (4-4-2) que planteó Rionegro Águilas. A pesar de este planteamiento, con cautela el visitante se acercó al arco defendido por Armani, pero la capacidad asociativa de Nacional surgió y con las corridas de Ibarbo que emocionaron al público y la llegada a posición de gol por parte de Macnelly Torres se inclinó el juego a favor.

Sin embargo, con el correr de los minutos, la imprecisión producto del cerrojo rival comenzó a hacer efecto y el equipo perdió peso en ofensiva, hasta que al minuto 30' de la primer aparte llego el infortunio de la noche para los visitantes tras el autogol concebido por el defensor Javier López que cabeceó forzado por la llegada de Ibarbo y termino venciendo la valla de quien hasta allí era la figura, el portero argentino Torresagasti.

A partir de allí el Rey de Copas retomo las riendas del juego con el juego interno que proporciona Sebastián Pérez, aunque lastimosamente esa superioridad no se pudo convertir en goles y la primera parte termino con la mínima ventaja.

Para la segunda parte, el DT rival Néstor Otero arriesgo un poco mas en su estrategia e ingreso a dos jugadores de corte ofensivo con la idea de lograr el empate. Por su parte, Nacional mantuvo las líneas y solvento el alza futbolística que tuvo el rival aunque ya dejaba entrever que algo en el funcionamiento no correspondía. Las líneas se partieron y Alex Mejía se tuvo que vestirse de bombero para respaldar los espacios que tanto Alcatraz como Farid dejaban en sus sectores.

Sobre el final Nacional se diluyó ofensivamente, la entrada de Ibarguen poco efecto hizo y Águilas por poco logra la paridad en el epilogo del juego por intermedio del juego aéreo que una vez más, tras varios meses, volvió a ser el dolor de cabeza tanto de la hinchada como del cuerpo técnico.

En conclusión, se pondera la victoria ante un rival rocoso y poco arriesgado, aun así el equipo tuvo vocación en la primera parte pero saliendo un poco relajado en la segunda. Sigue el nivel superlativo de Sebastián Pérez y Macnelly Torres sumándose a ellos Víctor Ibarbo que desde ya vislumbra como la alternativa más fuerte ante la ausencia de un 9 con ritmo.

Ahora Atlético Nacional piensa en su vista el próximo martes al Tolima y su debut el próximo 23 de febrero por Copa Libertadores ante Huracán en argentina.