'MACravilla', así definen muchos desde siempre al volante 10 del Campeón de América. Unos lo hacen por costumbre, nunca dudaron de él y su fútbol, pero otros lo hacen por admiración, porque en su momento se mostraron inconformes con su expresión deportiva y el equipo notaba aún más su momento.

Sin embargo, a partir del juego vs. Huracán por la vuelta de los octavos de final en la Copa Libertadores 2016 el volante barranquillero recobró lo que según algunos había perdido tras una lesión muscular: lucidez. 

Volvió a ser el '10' clásico que caracteriza al ADN de Nacional, aquel que con un toque ahorra pases y tiempo en la gestación, tirando caños, con su técnica depurada al servicio del club con el cual ha sido multicampeón, pero sobre todo, retribuyendo con alegrías a quienes siempre creyeron en él y reconquistando a aquellos que en su momento incluso lo silbaron.

La historia de Macnelly con Nacional y su hinchada ha sido de más amores que odios, como toda relación, pero el 10 ha sabido aparecer en los momentos donde muy pocos lo harían. Lo hizo justo en la Copa Libertadores, cuándo 'El Lobo' Guerra se lesionó y tuvo que tomar la batuta de nuevo ante Rosario Central, retomando su senda goleadora y firmando un partido de 10 puntos. Dando muestras de que el mago, el director de la orquesta verde, nunca se fue.

Con la alegría del espíritu costeño, 'Mac' viene siendo el eje del juego contundente en Nacional. | Foto: RCN
Con la alegría del espíritu costeño, 'Mac' viene siendo el eje del juego contundente en Nacional. | Foto: RCN

La continuación de la historia todos la conocemos, Mac se ganó el puesto a puro fútbol, lideró la épica en Brasil, Ecuador y finalmente en el Atanasio, hasta levantar el 27 de Julio la Copa Libertadores por los cielos de Medellín, la ciudad que lo vio volver al nivel esplendoroso.

Hoy, 27 días después de la mayor alegría para el club, continúa regalando obras de arte representadas en asistencias y goles, sigue siendo el director de la expresión futbolística que todo un continente admira y cómo si fuera poco; se ganó el amor eterno del paladar más fino de Colombia.

Ahora el 'mago' va por más, porque así es Atlético Nacional, los títulos nunca bastan. Por eso y todo lo que nos falta vivir: ¡Que siga la apología a la perfección, Mac!.