El reencuentro de las dos rivalidades más grandes de la región, con ambas hinchadas presentes, sedientas de una victoria tras haber caído en sus respectivos juegos durante la semana y la punta del torneo en juego... El marco para un clásico no podía ser mejor. Aunque llegaban golpeados por al derrota en el debut copero, en el tramite se notó la diferencia entre ambos clubes.

Bastó con que sonara el pitazo inicial para que Nacional saliera a pasar por arriba a su rival, los de Rueda no esperaron reconocimientos ni tuvieron precaución, tanto que a los 2' minutos el partido ya veía a un Macnelly Torres siendo lo que seria durante todo el partido: magia pura; filtrando un balón que choca fortuitamente en Mateus Uribe y Luis Carlos Ruíz aprovecha para adelantar al local.

Ese primer golpe sobre la mesa mostró a un DIM sin reacción, superado posicional y mentalmente. Nacional adelantó líneas al medio campo y con presión alta empezó a crear peligro con Aldo Leao Ramírez sumándose al cuarteto propuesto desde el inicio con Ibargüen-Ruiz-Mateus y Mac. Desde allí se gestó el segundo gol de Nacional y Ruiz a los 6' minutos del PT.

El 'verde' bajó revoluciones y quiso enfriar la iniciativa del rival formando una doble línea de 4 con Mateus e Ibargüen sacrificándose por las bandas. Pero en el DIM apareció la quizás única figura de real peligro que tenían: Juan Fernando Quintero; provocando y desoyes cobrando una falta al borde del área que Armani no pudo contener.

El descuento envalentonó a los dirigidos por Zubeldia, con Quintero como bandera se inició la búsqueda de la remontada, pero minutos después el 10 rojo tuvo que ser sustituido por molestias físicas y allí murieron las intenciones del visitante. No hubo quién tomara la batuta y conectara líneas. 

Mientras que el rival decaía a falta de ideas, en el 'verde' Macnelly Torres y Aldo Leao Ramírez daban una demostración de porqué en Nacional siempre debe primar el talento sobre la aplicación táctica, que igualmente la tienen. La movilidad e inteligencia de Luis Carlos Ruiz y Andrés Felipe Ibargüen se sumaban a la fiesta, hasta Alexis Henríquez se animó a salir y encarar rivales.

Más allá de un par de disparos de larga distancia, no fue más lo que el DIM logró en la primera parte. Nacional finalizó dejando la sensación de que podía ir ganando por una ventaja mucho mayor, pero la ineficacia otra vez lo dejaba con la obligación de liquidar todo en la segunda parte.

En la parte complementaria sí se equiparó un poco más el juego, Medellín salió a buscar el empate con todas sus armas y Nacional mostró que puede jugar bajo cualquier circunstancia, proponiendo o aguantando por momentos. 

El aluvión anímico del DIM solo duró 10' minutos, lo que Yairo Moreno puedo intervenir y tomar la responsabilidad que Quintero había dejado y nadie más se había atrevido a sostener. Volvió el dominio de Nacional, con menos ferocidad pero esta vez con muchísima mas inteligencia, manejando y jugando con la ansiedad del rival.

La única sucesión de opciones que tuvo el DIM terminó en un penal dudoso que el juez central decretó tras una mano en el aire mientras iba a disputar un balón por parte de Aldo Leao Ramírez. Posteriormente, Christian Marrugo le atinó al travesaño y Nacional seguía con la ventaja de un gol para lo que restaba de partido.

Sin embargo, el desgaste físico en ambos equipos ya era evidente y llegaron los cambios. Reinaldo Rueda echó mano de la polivalencia que posee Mateus Uribe y lo ubicó en su posición natural en la línea de volantes. Nacional empezó a hacer fútbol control, finalizando opciones pero la premisa era no darle la iniciativa al rival.

A falta de 10' minutos para finalizar el partido, el DIM era mas desesperación e improvisación que otra cosa, en cambio Nacional nunca renunció al estilo y seguía buscando el gol que cerrase la historia. Y llegó, en una contra creada y manejada a la perfección por Macnelly Torres, este asiste a Dájome quien es derribado en el área por Eduard Atuesta. El penal de la victoria lo concretó Dayro Moreno a pocos minutos de haber ingresado.

Finalmente el clásico fue para el Campeón de América, con lucidez y aplomo lograron imponerse ante un rival que sin jugar su mejor partido significaba un nivel de dificultad bajo cualquier medición. Ahora el 'verde' suma 120 victorias y cuenta con una ventaja de más de 30 partidos en el historial. Pero lo más importante es que se volvió a vivir un clásico con ambas hinchadas, con un final que siempre debería repetirse.