Se ha hecho oficial la noticia que ya estaba confirmada desde hacía días y que adelantaron tanto Alex Arenas en Valladolid Deporte, como Samuel Yagüe y Diego Rivera en Twitter. El presidente morado Mike Hansen reconoció a principios de semana que la entidad morada no podía igualar la oferta que la entidad madrileña había realizado por Román Montañez.

En la medianoche del jueves 18 expiró el plazo para poder ejercer el mencionado derecho de tanteo, que el CB Valladolid se había reservado sobre el veterano escolta catalán. Al no hacer uso del mismo, el Fuenlabrada confirmaba pocas horas después su fichaje.

Montañez, al Fuenlabrada por un año

Román Montañez, según informa la propia web del conjunto madrileño, se ha comprometido durante una temporada con el Fuenlabrada. Tal y como informó Alex Arenas en Valladolid Deporte y confirmó Hansen, las condiciones económicas de la oferta eran inalcanzables para la entidad morada. En realidad, ahora mismo, los vallisoletanos, sin patrocinador principal y con escasas vías de financiación, no pueden competir con nadie en este sentido.

De ese modo, será el quinto equipo ACB en el que juegue el escolta de Sant Joan de Vilatorrada, sin olvidar su fugaz paso por LEB militando en las filas del River Andorra. Una longeva trayectoria profesional que, a pesar de que por lógica va tocando a su fin, continúa transitando por lo más alto del baloncesto español.

Toda la culpa de ello la tiene el propio jugador, que firmó el año pasado una temporada colosal, ya no solo en cuanto a números (10,3 puntos y 2,3 asistencias en casi 30 minutos de juego), sino también respecto a su liderazgo en la pista e importancia en el vestuario.

La pérdida de un referente para Pisuerga

De hecho, para el club de Pucela la pérdida de Román Montañez va mucho más allá de lo puramente baloncestístico, parcela en la que cualquier jugador, con mayor o menor dificultad, puede ser reemplazado. Sin embargo, el vacío que el catalán deja a nivel personal en el vestuario morado es mucho más difícil de llenar.

El carisma y la honestidad que desprendía en cada una de sus declaraciones ante la prensa, la labor de unión que realizaba respecto al grupo y la identificación excepcional que tenía con la afición son aspectos muy difíciles de encontrar en otro jugador. En este sentido, Román deja un hueco esencial y un recuerdo casi imborrable.

Pero, como bien señalaba el propio Montañez en unas declaraciones realizadas a Alex Arenas en Valladolid Deporte, "es comprensible que el club quiera defender su parte, pero ahora también hay que entender la mía". La convulsa situación del CB Valladolid, que aunque va poco a poco salvando escollos continúa enquistado en la precariedad económica, no ha ayudado mucho a que el jugador no buscara otros puertos en los que demostrar su valía como grumete experto y curtido en mil batallas.

Hay que recordar que a Román Montañez solo le han pagado una de las cinco mensualidades que le correspondían por sus servicios en el club pucelano. Al igual que la mayoría de sus compañeros de fatigas el año pasado en el CB Valladolid, ha reclamado la cantidad adeudada a la ACB y en principio se le pagará con cargo al Fondo de Garantía Salarial, que gestiona la Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP).

El Fuenlabrada tampoco ha navegado por los mares más tranquilos a nivel financiero en los últimos tiempos, de modo que Montañez en este sentido solo mejora relativamente, aunque las situaciones económicas no deseadas son casi una constante en la carrera del catalán. Triste consecuencia de ser un veterano del baloncesto español, tan laureado a nivel deportivo como débil en el terreno económico.

Es improbable, dada su veteranía, que Román Montañez vuelva a jugar en el futuro en el CB Valladolid, si bien ya se sabe que esto del deporte profesional da muchas vueltas. Aunque la ciudad del Pisuerga no ha podido agradecerle su entrega en esta su segunda etapa como morado con talones ni transferencias bancarias, le tendrá siempre presente como uno de los referentes históricos del club y uno de los jugadores más queridos por la afición vallisoletana.