La feria ambulante en la que se ha convertido la ACB desde hace algunos años continúa su imparable trasiego de ciudad en ciudad para ver en cual de ellas su tómbola otorga el premio gordo.

Si hace quince días era el CB Atapuerca de Burgos el que renunciaba a la opción de subir que se había ganado en la pista debido a la imposibilidad de cumplir los durísimos requisitos económicos de ACB –por segundo año consecutivo–, ahora la pelota está en el tejado de Bàsquet Manresa, que es quien en teoría ocuparía esa plaza vacante.

El club catalán, tras durísimas gestiones financieras, ha anunciado en el último día del plazo que ha logrado reunir los aproximadamente 300.000 euros que necesitaba para poder cumplir los requisitos económicos marcados por la competición, que principalmente se resumían en saldar deudas con plantilla, Seguridad Social y Hacienda.

El diario La Xarxa es el que primero publicó la información según la cual el club del Nou Congost ha confirmado que abonará dichas deudas y formalizará los requisitos exigidos antes de las doce de la noche. Luego era el propio presidente manresano, Josep Vives, el que a través de la emisora Catalunya Radio ratificaba dicho dato.

Sin embargo, existen otras informaciones que contradicen estas declaraciones del máximo mandatario de la entidad catalana. El medio Encestando afirmaba a través de Twitter que aún se debía dinero al extécnico Borja Comenge.

Pendientes de la auditoría

En cualquier caso, el hecho de que Bàsquet Manresa hubiera cumplido sus compromisos no lo convertiría automáticamente en poseedor de la plaza ACB, ya que todavía tendrá que superar un último obstáculo, la auditoría externa que encargará la Asociación, como reconocía el propio Vives, indicando al mismo tiempo que eran prudentes pero también optimistas respecto al resultado de la auditoría.

Por el contrario, algunas fuentes especializadas comentan a través de Twitter que el pronóstico de dicho control externo es muy poco favorable a los intereses de la entidad manresana, debido a la ingente deuda que arrastra –el club la cifra en 3,5 millones, pero hay quien apunta que llega hasta los 5– y al déficit del presente ejercicio, que podría alcanzar los 800.000 euros.

Sea como fuere, si finalmente Manresa no lograra la inscripción en ACB, la rueda del azar en la máxima categoría del baloncesto español no cesaría de girar y esto no implicaría que automáticamente fuese el CB Valladolid –el otro equipo descendido deportivamente, además de Manresa– el que la ocupara.

En el caso de que los manresanos se quedaran fuera, la ACB pondría su ruleta a funcionar y decidiría, en base a criterios arbitrarios, si cursa una segunda invitación, esta vez con destino Pisuerga, o si opta por dejar la Liga Endesa 2014/2015 en diecisiete equipos, algo que ya sucedió en la temporada 2008/2009. Parece que la Asociación es más proclive a esta segunda opción.

Mientras tanto, en el CB Valladolid optan por la prudencia y el presidente Juan Vela prefiere no hacer valoraciones hasta que se haga oficial el anuncio ACB sobre el cumplimiento de los requisitos –o no– por parte de Manresa y en principio asume que, de no suceder algo extraño, el lugar de los pucelanos es la LEB.

De fondo, otro plazo, el que expira el 4 de julio, último día para que los pucelanos puedan inscribirse en la liga LEB Oro… Que también es la fecha en la que se espera que se emita el informe de la auditoría. Un verano más, en la ACB se habla de todo y se rumorea acerca de cualquier cosa. Excepto de baloncesto.