A sus 31 años, ha sido la gran revelación de las Finales y se ha coronado como el mejor jugador en la serie final que ha coronado a Golden State Warriors como campeones. Andre Iguodala, flamante ganador del anillo y factor clave en la victoria de la franquicia de Oakland, es el MVP de las Finales NBA 2015.

Iggy ha firmado una eliminatoria impecable a nivel personal. En el apartado defensivo, ha sido el gran protector de los Warriors contra el poderío de LeBron James y ha logrado contener a la estrella de Cleveland en momentos fundamentales de la serie. En ataque, su buena mano en el tiro exterior, su potencia para atacar el aro rival y su inteligencia sobre la pista han dado un plus de calidad a Golden State con el que pocos contaban.

Sus promedios en las Finales han sido de 16,3 puntos, 5,8 rebotes, cuatro asistencias, 1,3 robos, 52,1 % en tiros de campo y 40 % en triples. Ha brillado especialmente en el cuarto (22 puntos y ocho rebotes) y el sexto partido (25 puntos, cinco rebotes y cinco asistencias).

El nombramiento de Iguodala como MVP es además un hecho histórico. Se trata del primer jugador que es galardonado como el mejor de unas Finales sin haber jugado un solo partido como titular en temporada regular. Sus únicas oportunidades en el quinteto inicial han llegado en playoffs, fruto de los ajustes tácticos de Steve Kerr que tan buenos resultados han producido.

El premio, además de inesperado, es la guinda perfecta a una trayectoria de once temporadas en la NBA. Iguodala llegó a la liga en 2004 de la mano de Philadelphia 76ers y pasó allí ocho campañas, hasta que abandonó la disciplina de los Sixers para unirse a Denver Nuggets. Solo duró un año en Colorado, y en 2013 fichó por su actual equipo, que en su segundo curso le ha colocado en una posición en la que ni el más optimista le hubiese imaginado.