Los Angeles Lakers siguen sin levantar cabeza y la pasada madrugada volvieron a batir un récord negativo de la historia de la franquicia. El equipo dirigido por Luke Walton perdió por 49 puntos contra los Dallas Mavericks, convirtiendo esta cifra en la derrota más amplia de la historia de una de las franquicias más laureadas de la historia de la NBA.

Hasta el momento la diferencia de puntos más amplia que habían recibido Los Angeles Lakers era de 48 puntos, cuando perdieron en el año 2014 ante sus vecinos Los Angeles Clippers por 94-142. La temporada pasada, con Byron Scott ocupando el banquillo angelino, recibieron la misma diferencia de puntos contra Utah Jazz.

Hundidos desde el principio

Nada funcionó para el equipo angelino desde que el árbitro echó el balón al aire en el American Airlines Center. Desde el primer momento los de Luke Walton estuvieron anímicamente fuera del partido, anotando solamente 11 puntos en el primer cuarto. Si esto no fuese poco, los Dallas Mavericks rompieron el partido con un parcial de 44-11, llegando al descanso con un 67-33 a favor de los texanos.

Los 73 puntos finales fueron la peor anotación de la historia de Los Angeles Lakers en un partido completo, al igual que los 11 puntos en el primer cuarto y los 44 de la primera parte.

Tras el descanso los Lakers lograron mantener la ventaja, pero en el último cuarto llegó la reacción final de los chicos de Rick Carlisie, que no tuvieron piedad para pasar por encima de un conjunto totalmente descompuesto.

Los titulares siguen sin funcionar

La pasada madrugada una vez más fue Lou Williams su máximo anotador, logrando 15 puntos desde el banquillo y seguido de Jordan Clarkson con 10. Aún así, Los Angeles Lakers promediaron unos porcentajes nefastos: 38,4% en tiros de campo y un 14,3% en triples.

Sin D’Angelo Russell -lesionado durante el pasado encuentro ante Indiana Pacers en el cual consiguieron la victoria-, Luke Walton volvió a apostar por Brandon Ingram en la posición de base, en la cual de nuevo el ex de la universidad de Duke no fue capaz de aportar nada positivo al equipo.

“Es sólo un mal partido, una vez que asumes su dolor, lo utilizas para motivarte y seguir adelante”, declaró Luke Walton, que busca la parte positiva de una derrota de tal calibre.