El balance de la temporada 2016-2017 acabó con un récord negativo cercano al 50% con un total de 40 victorias y 42 derrotas en el noveno puesto de la Conferencia Oeste. Se quedaron a las puertas de Playoff tras un inicio de año sensacional que no fue suficiente para alcanzar el sueño que les quitaron a falta de dos partidos. Muchos altibajos pero cumplieron por encima de las espectativas gracias a un gran desarrollo de los jóvenes y un papel sensacional del entrenador.

Esta temporada han comenzado en la línea que marcaron en el final de la anterior, con victorias y buen juego. La pretemporada fue fabulosa en la que Jokic y Murray brillaron consiguiendo victorias contra los Golden State Warriors, por ejemplo. Han mantenido el bloque a pesar de los rumores que le involucraban en traspasos de tres bandas o la salida de Faried. A pesar de todo, tras 33 partidos, son sextos de conferencia con un balance de 18-15. En los primeros diez partidos cosecharon el mismo número de derrotas que de victorias, un camino que han marcado hasta hoy con equilibrio y siempre alternando derrotas y victorias, evitando rachas positivas y negativas.

El triple de Westbrook marcó la temporada pasada de Denver. | Foto: NBA
El triple de Westbrook marcó la temporada pasada de Denver. | Foto: NBA

Verano tranquilo en Colorado

Tranquilo el periodo de traspasos debido a la sensación de tener el trabajo hecho. No así por el movimiento de grandes nombres. Danilo Gallinari, estrella del equipo, se marchaba en un traspaso algo extraño con sing and trade mediante a los Clippers. Parecía una baja notable, pero el cuerpo técnico decidió darle un giro al sistema y contrataron en la agencia libre a Paul Millsap. De esta manera se conseguía una pieza muy valiosa en el juego interior que formaría una de las parejas más prometedoras de la liga. Una pintura formada por Jokic y Millsap derrocha talento, calidad y lectura del baloncesto a la perfección. Se notó con creces a comienzo de la temporada y en la pretemporada hasta que Paul se lesionó. Otras piezas como Nelson, Hibbert o Miller hicieron las maletas para dejar paso a otros veteranos como Richard Jefferson o Tyler Lyles. En definitiva, un verano en el que Denver estuvo en muchas noticias como destino, pero que al final se conformaron con realizar movimientos concretos y acertados en lugar de grandes traspasos. Sorprendió que Faried siguiese en el equipo a pesar de que se le buscó destino debido a sus discrepancias con el entrenador y su papel en la segunda unidad.

Rematar el objetivo

Después de una temporada muy buena en cuanto a sensaciones y vistas a futuro, los Denver Nuggets se han marcado el objetivo de superar el 50% de victorias y conseguir esa ansiada plaza de Playoffs que se les escapó en el último suspiro. Parece una enmienda de lo más complicada en una conferencia en la que tendrá que pelear hasta el último segundo. La confianza está depositada en los pilares fundamentales del equipo: Murray y Jokic. Los jóvenes ya van madurando su juego y sus compañeros necesitan que se afiancen como estrellas para definir en los momentos cruciales. Buenos secundarios como Juancho Hernangómez, Mudiay, Wilson Chandler o Gary Harris tratarán de formar equipo y crear un bloque sólido.

Un equipo que basa su juego en el movimiento de balón apoyándose frecuentemente en el poste bajo, donde Jokic y Millsap doblan buenos pases, participan entre ellos y anotan desde cualquier lugar. Murray aporta esa explosividad y liderazgo exterior cuando es necesario. Un objetivo ambicioso pero palpable.

Pareja ilusionante

Como ya es conocido en la liga, la pieza fundamental del proyecto es Nikola Jokic, un pívot con alma de base que es tan bueno como impredecible. Lo que nadie esperaba es que fuese Murray el principal novato en detrimento de Mudiay y fuese el que lidera la línea exterior. Mucha calidad entre ambos que forman una de las parejas con más futuro de la NBA, por su talento y por sus variaciones.

El escolta promedia 15 puntos, 3'1 rebotes y 2'5 asistencias en 33 partidos con unos porcentajes muy buenos. Un 43'8% de tiros de campo, 36'1% desde la línea de tres y un 92% desde el tiro libre. El serbio por su parte promedia 16'1 puntos, 10'3 rebotes y 4'5 asistencias. Promedia doble-doble como lo hacen los pívot de la élite y le añade casi cinco asistencias (el pívot que más promedia). Sus porcentajes son también muy positivos: 51'6% de tiros de campo, 37'5% desde el triple y 86% desde la línea de personal. Gary Harris también ha dado un paso al frente este último año pero se le pide una regularidad que no parece encontrar. Otros jugadores como el español Juancho no han encontrado la continuidad por culpa de las lesiones (enfermó de mononucleosis) o confianza del entrenador. Un equipo que está equilibrado y con buenos líderes.

El futuro de Denver está en sus manos. | Foto: Denver Nuggets
El futuro de Denver está en sus manos. | Foto: Denver Nuggets

¿Qué deparará el 2018?

Con dos partidos por jugarse en el 2017 en el momento de la publicación de este anuario, los Denver Nuggets se aseguran terminar la primera parte de la temporada con un balance positivo. Poco a poco se cumplen las espectativas de la dirección deportiva. Además, con solo ganar uno de los partidos se asegura terminar en puestos de postemporada. Michael Malone tiene clara la forma de jugar de su equipo y ha conseguido piezas veteranas importantes al mismo tiempo que sus jóvenes perlas van adaptándose a las situaciones de la liga y, mejorando. El objetivo es muy asequible aprovechando las dudas con las que han arrancado equipos como los Thunder, Trail Blazers o Pelicans, equipos con los que luchará por esos puestos tan ansiados. Todo dependerá de la salud de sus piezas claves. Es necesario un rendimiento positivo de Millsap cuando vuelva y que Murray y Jokic no se vean afectados por ese mal tan temido. Además, si Juancho, Chandler o Faried rinden cuando se les necesite, tendrán equipo para jugar Playoffs. Parecen el equipo más trabajado de todos sus competidores y el que tiene las ideas más claras.