Vuelta de Chris Paul a Los Angeles después de marcharse este verano a Houston. Su regreso al Staples acabó con una monumental bronca en los vestuarios. Todo empezó cuando varios jugadores del equipo texano (Ariza, Paul y Green entre otros) querían entrar bastante enfadados en el vestuario de los Clippers teniendo como principales objetivos Rivers y Griffin. Querían entrar por una puerta que conecta ambos vestuarios. El pívot angelino Capela, fue mandado como reclamo para calmar a los Rockets.

Antes de esto, en plena cancha, tras la expulsión de Griffin, Mike D'Antoni denunció que durante la acalorada discusión con el pívot, éste llegó a zarandear al técnico. Esto no acaba aquí. Según fuentes de la Liga, Paul y Harden tuvieron una desavenencia. 

Blake Griffin en la rueda de prensa post partido declaró que: "Estábamos en nuestro vestuario, estábamos donde se suponía que íbamos a estar después del partido... Debes preguntárselo a ellos", refiriéndose a los jugadores del conjunto de Houston. Por su parte, Green, no quiso hacer declaraciones respecto a lo ocurrido en los vestuarios.  Durante la trifulca en vestuarios, estuvo presente el propietario del equipo de la Gran Naranja, Steve Ballmer

Partido algo gris con reconocimiento inicial a Paul

Antes de la trifulca, sobre el parqué vimos como los Rockets empezaron más metidos en el encuentro que los locales, apoyando su juego en el rebote ofensivo. Así lograron una renta de diez puntos campando en el marcador un 44-34. Ya en el segundo cuarto, el local Lou Williams (y el banquillo) salió al rescate de su equipo y equiparo el marcador hasta que llegasen a un 56-59. Al final con un Griffin desatado los locales se llevaron el encuentro por 102 a 113. Chris Paul que en su vuelta fue recibido con un vídeo homenaje acabó el encuentro con con 19 puntos, seis rebotes y siete asistencias.