El pasado verano, y tras una campaña que concluyó en semifinales de conferencia frente a los Spurs, los Rockets decidieron que era el momento de dar un golpe de efecto. Daryl Morey consiguió cerrar un mega traspaso en el que Chris Paul aterrizó en Houston  a cambio de 7 jugadores que pusieron rumbo a Los Ángeles. Fueron muchos los aficionados que  dudaron del traspaso, incertidumbre generada principalmente por la adaptación de un jugador como Paul en un equipo que ya tenía un amasador de balón en James Harden. Sin embargo, lo que ha ocurrido esta temporada no lo auguraban ni los fans más optimistas. La victoria de la pasada madrugada frente a los Atlanta Hawks fue la 60º de la temporada, siendo la primera campaña en la historia de la franquicia en la que llegan a 60 victorias.

Fantástica temporada

Ya desde el inicio se pudo ver que los de D'Antoni iban en serio, dado que a pesar de no contar con Paul en los primeros 15 encuentros, lograron un récord de 11 victorias y cuatro derrotas. Sin embargo, tras la vuelta del base el equipo texano entró en un estado diabólico en el que encadenó 14 victorias consecutivas, la mayoría de ellas por márgenes absurdos y con una superioridad en la pista que pocas veces se había visto. 

Como toda franquicia ganadora, los Rockets tuvieron su pequeña crisis a mitad de temporada  con una racha de cinco derrotas consecutivas. Cayeron, se levantaron y volvieron más fuertes que nunca. Desde aquel momento de crisis, los de Houston tienen un balance escandaloso de 34 victorias y 5 derrotas que les ha alzado a lo más alto de la clasificación del oeste, por delante de los Warriors. El triunfo de ayer ante los Hawks supone el noveno de manera consecutiva, pero también algo mucho más significativo, un hecho que pasará a la historia: es la primera temporada en su historia en la que alcanzan las 60 victorias.

Antecedentes 

Antes de la victoria de la pasada madrugada, los Rockets de Harden y Paul ya habían batido el récord de victorias de la franquicia en una campaña, que estaba fijado en 58. Esa marca la fijó una plantilla recordada por todos, y sobre todo por los aficionados texanos; fue en la campaña 1993-1994, de la mano de una leyenda como Hakeem Olajuwon. Aquel equipo, que tuvo uno de los mejores inicios que se recuerdan (23-1), acabaría ganando el anillo en una emocionante serie contra los New York Knicks, logrando así el primer campeonato en la historia de la franquicia. Olajuwon fue nombrado MVP de la temporada regular y mejor jugador defensivo del año, además del MVP de las finales, agrandando su leyenda y coronándose como uno de los mejores jugadores de la historia. 

Olajuwon, una leyenda de la liga. Foto: NBA.com
Olajuwon, una leyenda de la liga. Foto: NBA.com

Ahora, 25 años después, el equipo dirigido por D'Antoni quiere repetir la gesta de Olajuwon y compañía, y no cabe duda de que son uno de los principales favoritos en la pelea por el anillo.