Al final, por muchas vueltas que se le de, el baloncesto es lo que es. Un deporte. Más aún, es un deporte de equipo. Para poder ganar en un deporte de equipo, hay una cosa importantísima, tener un equipo. Y anoche, se volvió a demostrar una vez más en el partido que enfrentaba a los Boston Celtics y los Cleveland Cavaliers. LeBron es un gran jugador. Probablemente sea incluso uno de los mejores que ha jugado jamás en este deporte. Pero, este año, en playoffs, está muy solo. Solamente Kevin Love parece acompañar algo a su líder. De quien es la culpa de este equipo ya se discutirá largo y tendido. Lo que se puede afirmar ya, es que los Cavaliers no tienen un buen equipo.
Y en el otro lado, el de los Celtics, sí que lo hay. No solamente hay un equipo, sino que además hay uno bueno. Con buenos jugadores, y muy bien entrenados, el equipo de Boston sabe jugar al baloncesto.
La pasada madrugada, LeBron iba a resarcirse. Le había dolido el primer partido de la serie, en el que hizo un mal encuentro, y fue directamente a comerse al rival. Y lo hizo, pues consiguió un triple-doble anotando más de 40 puntos. Sin embargo, se vio muy solo en su empeño de ganar. De los pocos puntos que anotan sus compañeros, parte de la culpa la tienen los Celtics. Llegan a prácticamente todos los tiros. No se comen amagos, y prefieren que LeBron anote por fuerza que dejar a un tirador liberado. Un acierto de estrategia, pues los tiradores son los mejores amigos en las penetraciones de James.
La otra parte de la culpa la pueden tener los propios jugadores. No hay ni rastro de aquel JR Smith que era capaz de decidir un partido. Aunque Tristan Thompson ha ido apareciendo poco a poco, pero sigue sin ser tan determinante como lo era. George Hill está jugando mucho tiempo, pero apenas tiene influencia sobre lo que sucede en la cancha. Y los jugadores que vinieron a reforzar en el trade deadline no están reforzando.
En resumen, no tiene equipo para ganar a los Celtics. Esa es la dura realidad. Tienen a un jugador capaz de hacer barbaridades, y a otro que se puede apañar (la pasada madrugada Kevin Love hizo un buen partido penetrando en la zona), pero ahí se acaba el equipo. La plantilla de los de Boston es mucho más profunda, y con un plan claro todo el rato. Los tiradores están permanentemente liberados. Siempre buscan la mejor opción de tiro. Y sus jóvenes estrellas están sustituyendo perfectamente a las que les faltan. En resumen, un equipo fuerte y serio, que es muy compacto y difícil de ganar.
Volverá la serie a Cleveland, y los Cavs juegan un séptimo partido en el Game 3 ya. Si quieren tener la menor opción de no irse 4 - 0 de vacaciones, todo pasa por ganar el próximo partido. Y por que aparezca algún jugador más aparte de LeBron James. Depender continuamente de tu estrella, te hace vulnerable. Tener un plan de ataque y defensa que puede modificarse y adaptarse a lo que tengas en pista, como el de los Celtics, te hace ganar partidos.
Celtics: Jaylen Brown (23 puntos, siete rebotes) y Al Horford (15 puntos y 10 rebotes)
Cavaliers: LeBron James (42 puntos, 10 rebotes y 12 asistencias) y Kevin Love (22 puntos y 15 rebotes)