En las últimas declaraciones que ofreció el comisionado Adam Silver, fue preguntado por unos rumores que siempre han estado ondeando en la NBA, que tiene que ver con el supuesto interés de la liga en expandir el Draft a más de las dos rondas que tenemos actualmente, con 30 elecciones en cada ronda.

Ante esta pregunta, Adam Silver, en un alarde de sinceridad, reconoció que es una posibilidad que la liga lleva tiempo estudiando pero que es un procedimiento extremadamente lento que quizás no llegué a ningún lado. “Hemos pensado en esta hipotética expansión, pero por ahora, estamos en una fase muy preliminar del proceso en el que solo hemos iniciado conversaciones con la asociación de jugadores”, explicaba el comisionado.

¿Le merece la pena a los jugadores?

Ante el evidente interés de la liga en potenciar la G-League (Liga de desarrollo), tendría sentido que se llevará a cabo esta expansión del Draft para sobre todo, el beneficio de esta liga de desarrollo donde se está aumentando el dinero invertido, la visibilidad, los contratos televisivos y los sueldos de los jugadores. Sin embargo, como el mismo Silver dijo, se trata de un proceso muy lento con muchos flecos que cubrir, y es que cualquier modificación del Draft debe ser aprobado por varias instancias en la que destaca el asociación de jugadores, que siempre vela por el beneficio de sus representados, unos jugadores que quizás prefieran no ser seleccionados en el Draft para ser agentes libres y poder decidir libremente sobre su futuro sin ninguna obligación con un equipo.

Veremos cómo evoluciona la propuesta pero todo parece depender del desarrollo (nunca mejor dicho) de la G-League en todos sus ámbitos, tanto deportivos como de negocio, ya que si se convierte en la segunda mejor competición del mundo con amplia diferencia sobre la Euroliga, terceras o incluso cuartas rondas cobran sentido.