De todos los drafts sale algún jugador que sorprende, que a pesar de haber sido seleccionado fuera de las posiciones más altas de la lista consigue despuntar y convertirse en uno de los mejores novatos. En la madrugada del 21 al 22 de junio se celebra la ceremonia del Draft 2018, aparentemente todo el mundo tendrá su mirada fija en Deandre Ayton, Luka Doncic y las posiciones más altas, pero... ¿y si hay algún fuera de serie escondido?

Miles Bridges, Michigan State Spartans

El alero nacido en Michigan puede ser una de las sorpresas del próximo draft. Quizás no es el jugador más desconocido, puesto que está llamado a salir entre los 15 primeros, pero sus excelentes condiciones atléticas nos hacen preguntarnos si tendría que considerarse para estar incluso más arriba.

Destaca por su gran manejo de ambas manos, tiene buen tiro aunque su rango de tiro puede ampliarse, tiene la fuerza necesaria para emparejarse con cualquiera, en definitiva, puede llegar a ser un gran jugador en cualquier rotación. Quizás el gran hándicap será decidir correctamente cuál es su posición, ya que se debate entre jugar de tres, como alero, de cuatro o como ala-pívot. Si consigue un buen entorno y logra adaptarse rápido, puede ser uno de los robos del draft.

Kevin Knox, Kentucky Wildcats

Un caso parecido al de Miles Bridges. No es desconocido, pero sus condiciones hacen que algunos piensen que podría estar situado en un puesto más alto del que se baraja. También alero y nacido en Phoenix, Kevin Knox es uno de los jugadores con más talento de esta generación.

Al igual que Bridges, goza de un gran manejo de ambas manos y es un gran finalizador. Destaca por aprovechar correctamente las situaciones de pick and roll y por su control del espacio cuando juega sin balón. El debate, al igual que pasaba con Miles Bridges, está en dónde colocarlo, ya que puedes colocar a Knox como ala-pívot siguiendo la tendencia de la liga al small ball pero corres el riesgo de perder rebote.

Robert Williams, Texas A&M Aggies.

Pívot natural de Louisiana que también coincide con la dinámica que sigue la liga de centers más bajos pero móviles. Si se cumple la mejor versión que esperan de él podríamos estar ante un nuevo Clint Capela, lo que querría decir que es un jugador totalmente seleccionable en los puestos altos del draft. Sin embargo, siguen existiendo dudas sobre su rendimiento y puede que caiga entre la décima o vigésima posición.

Se trata de un jugador nacido para hacer dobles-dobles, su capacidad de anotación y rebote le permiten llegar fácil a las dobles figuras. Si consigue adaptarse a la posición de center, como ha hecho precisamente Capela con los Rockets, estaríamos hablando de uno de los jugadores más aprovechables de esta generación.

Lonnie Walker IV, de Miami Hurricanes

El primer escolta que incluimos en los posibles robos del draft. Con su 1,96 de estatura goza de una gran capacidad anotadora, especialmente al salir de dribbling. En su etapa de high school ya fue seleccionado para el McDonald's All-American Game, partido que juegan los jugadores estadounidenses más destacables en edad de instituto y demuestra que ya despuntaba desde sus inicios.

En su única temporada en la universidad ha promediado algo más de 11 puntos por partido, mostrando que puede llegar a ser un gran anotador. Sus estadísticas disminuyen en el rebote y especialmente en el pase. Tiene un amplio margen de mejora a la hora de asistir, puesto que si consigue progresar estaríamos hablando de un jugador muy interesante para cualquier equipo de la liga. Si por el contrario no mejora, seguirá optando a ser un gran anotador.