Se viene una agencia libre complicada. Complicada y bonita a partes iguales. Será uno de los veranos más secos y áridos que se recuerden en los últimos años. La subida del techo salarial impulsó la creación de grandes contratos allá por el año 2016. Ese año todos los agentes libres que salieron al mercado pillaron una suma de dinero importante, con contratos multianuales. Finalmente, la subida del límite salarial no fue tan alta como se preveía, y varios de esos contratos han quedado como horribles contratos. Tratos como los dos de los Lakers (Luol Deng y Mozgov) o el de Joakim Noah, aún pesan en las arcas de los equipos, aunque no sean precisamente de los equipos que se los dieron. 

Esto hace que al final, haya más dinero comprometido del que debería, y los equipos tienen menos margen para dar contratos. 

Sin embargo, esta agencia libre ocurre algo monstruoso. El mejor jugador de la liga, LeBron James, sale a la agencia libre por tercera vez en su carrera. Como las dos anteriores veces ya sacudió el mercado y el rumbo de la liga, se supone que esta vez no será distinto. Por eso, el periodo de agencia libre estará movidito, y los equipos ahorrarán dinero para tratar de atraer a las grandes estrellas. 

Aquí existe una pequeña ventana que varios jugadores querrán aprovechar. Los equipos que hayan abierto hueco para tratar de atraer a los grandes agentes libres, tendrán ese espacio si al final no llega nadie. Y podrán gastárselo en otros jugadores.  Parece que Rudy Gay y Jamal Crawford quieren aprovechar ese espacio, aunque con distintas razones. 

Imagen vía: NBA.com
Imagen vía: NBA.com

Por un lado, Rudy Gay quiere salir de los Spurs. El sistema del equipo no le favorece, y una vez demostrado que su lesión del Aquiles quedó atrás, tratará de encontrar un contrato más lucrativo, al menos a largo plazo. Querrá el último contrato de su carrera para tratar de ganar el máximo dinero posible, en un contrato más largo. 

Por el otro lado, Jamal Crawford es ya todo un veterano en la liga. Con muy pocos años de carrera por delante, el jugador pretenderá ir a un equipo donde tenga unos minutos y pueda participar en un auténtico aspirante. 

Habrá que esperar a julio para conocer el desenlace de estas dos historias. Solamente el tiempo dirá si estos jugadores tomaron la decisión adecuada o perderán dinero debido a sus acciones.