Tom Dumoulin no ha dado opción a sus rivales en la prueba contrarreloj con final en el Monte Floyen. El holandés se proclama Campeón del Mundo en esta disciplina con todo merecimiento al haber superado con todas las de la ley al esloveno Primoz Roglic, plata a 57 segundos, y el británico Chris Froome, bronce a 1:21 y con cierto desgaste tras la exigente Vuelta a España que se metió en el zurrón.
El destino quiso que la lluvia apareciera cuando los favoritos salían a pista, pero ni siquiera eso supuso un inconveniente para el hombre de Sunweb, que partía con el cartel de favorito gracias a la exigente ascensión que finiquitaba la crono. Se trata de la primera medalla de oro para el neerlandés, a las que añade la conseguida el domingo en la crono por equipos con el Team Sunweb.
En lo que respecta a las bazas españolas, Jonathan Castroviejo no pudo dar su mejor versión en una crono demasiado dura para sus características (fue 14º a dos minutos del ganador), mientras Gorka Izagirre finalizó 27º, a 2:48. Otro ciclista de Movistar, el luso Nelson Oliveira, se quedó a siete segundos del bronce tras protagonizar una sorprendente escalada final.
Una crono con final en alto
La contrarreloj individual masculina contaba con una distancia más corta de lo habitual (31 kilómetros), pero con el inédito aliciente de finalizar en alto. Un circuito urbano a través de Bergen — relativamente llano, aunque con presencia de algún repecho y un tramo de fino adoquín, al que se darían casi dos giros completos— culminaría con la dura y serpenteante subida final al Monte Floyen, cuyos 3,4 kilómetros al 9,1% de media harían necesario un cambio de bici, perjudicando a los especialistas más puros en beneficio de hombres más 'todoterrenos' con mejores habilidades de escalador.
Tratnik se lo pone difícil a Kelderman
En un día en el que la amenaza de lluvia solo afectó a los primeros hombres en tomar la salida, el primer registro interesante lo marcó el esloveno Jan Tratnik, con un 46:24 que no fueron capaces de batir hombres como Arndt, Konovalovas, Lampaert, a los que se les hizo dura la ascensión, o el propio Gorka Izagirre. Mientras tanto, Wilco Kelderman, primero de los favoritos en tomar la salida desde la cuarta manga, cumplía con los pronósticos y se aupaba al primer puesto (46:15) haciendo valer sus dotes de escalador. Atractiva lucha entre esloveno y holandés, con un tiempo de ascensión similar, a pesar de que el primero no cambió de bici.
Igualdad tremenda: Oliveira sorprende
Con cada vez más especialistas y grandes rodadores en pista, el vaivén de tiempos era significativo, con hombres como Alexis Gougeard, Gianni Moscon o Vasil Kiryienka marcando tiempos muy parejos a pie de puerto, donde se decidiría todo. Mientras tanto, el portugués Nelson Oliveira (46:09) sorprendía al batir el tiempo de Kelderman, y el francés Gougeard, que estaba siendo una de las revelaciones, quedaba fuera de la lucha por un problema mecánico.
La locura llegaría unos minutos después. Moscon se quedaba a un segundo del ciclista de Movistar, que había recuperado su pérdida al inicio del puerto con una gran ascensión. Y Kiryienka, moviendo un desarrollo enorme, ponía más pimienta con un registro 23 centésimas peor que Oliveira. Tres ciclistas en un segundo. Igualdad y emoción en estado puro.
Dumoulin se muestra intratable
Con todos los gallos sobre el asfalto (Dennis, Castroviejo, Froome, Dumoulin, Martin), era el actual ganador del Giro el que marcaba el mejor tiempo al término de la primera vuelta. Y la lluvia volvía a hacer acto de presencia para meter más presión a los corredores. El asfalto estaba cada vez más delicado y prueba de ello era que Rohan Dennis sufría una caída, mientras otros grandes rodadores como Tony Martin o Chris Froome eran incapaces de acercarse al mejor tiempo que había conseguido poco antes Dumoulin. El holandés venía reventando todos los registros, ajeno a la lluvia que sí perjudicaba a sus rivales en la parte del circuito.
El holandés no tuvo rival desde el primer kilómetro; Roglic fue plata y Froome, bronce. Oliveira se quedó a las puertas
Con 40 segundos mejor que Kiryienka a pie de puerto (50 mejor que Froome), el neerlandés tenía la medalla de oro en la mano a poco que realizara una buena ascensión. Por detrás, Tony Martin ya se había dejado sus opciones en el circuito y, por tanto, no contaba para la lucha por las medallas, al igual que el español Jonathan Castroviejo, con peores marcas. Y Primoz Roglic, otro de los favoritos, batía el tiempo de Oliveira en medio minuto, señal de que sería un rodador-escalador el que se llevaría el gato al agua. Gran subida del esloveno, que se aseguraba una medalla, a expensas de lo que hiciese Froome.
El reciente ganador de Tour-Vuelta, con evidente desgaste en sus piernas, se tendría que conformar con el bronce, al no poder superar el tiempo del ciclista de LottoNL-Jumbo, que conseguía una brillante plata tras ser arrasado justo después por un imperial Tom Dumoulin, que sacó aún más ventaja a todos sus rivales en la ascensión al Monte Floyen. Casi un minuto a su inmediato rival. Sin palabras ante la exhibición del holandés, que también había ganado el domingo la crono por equipos con Sunweb. Destacar, por otro lado, la cara amarga del día, con el cuarto puesto de Nelson Oliveira tras aguantar en la silla caliente hasta los instantes finales, como también la discreta crono de Jonathan Castroviejo, fuera del top-10.