La sexta etapa de la Tirreno-Adriático se disputaba entre las localidades de Numana y Fano, con una longitud de 153 km, el terreno era favorable para escapadas o llegada al sprint, como finalmente ha acabado sucediendo. Solo tardaron diez kilómetros desde que se inició la salida lanzada en formar la escapada del día, Marcus Burghardt (Bora-Hansgrohe) atacaba y Krists Neilands (Israel Cycling Academy), Jacopo Mosca (Wilier Triestina-Selle Italia) y Artem Nych (Gazprom-Rusvelo) se unían al campeón alemán de ruta. No tardaron mucho en hacer hueco, logrando aventajar al pelotón en 3:30 minutos. Los equipos de los sprinters tenía que empezar a trabajar, Lotto-Jumbo, Astana y en mayor medida Katusha, reducían la ventaja a dos minutos.
Marcus Burghardt conseguía abrir hueco a sus compañeros de fuga en la subida a Ostra, pasando a ser cabeza de carrera en solitario. Los 70 kilómetros que restaban para llegar a meta y el trabajo disciplinado en el pelotón de Quick-Step y Katusha, tiraron por la borda las esperanzas del campeón germano.
A menos de 20 kilómetros del final de etapa, los nervios por posicionarse bien en el pelotón desembocaron en dos caídas masivas, la segunda de ellas a ocho kilómetros de meta, donde la sensación de este ultimo año, el colombiano Gaviria (Quick-Step Floors), quedó descartado para el sprint final.
A la vez que Gaviria caía, Peter Sagan perdía contacto con el grupo, lejos de dar la etapa por perdida, el campeón del mundo apretó hasta contactar con el grupo cabecero a falta de un kilómetro para meta. Kittel y Sagan se marcaban, ninguno de los dos quería perder sus opciones de victoria, el alemán del Katusha atacó primero logrando así alzarse con la victoria.
La general permanece sin cambios, mañana concluirá esta edición de Tirreno- Adriático con un contrarreloj de diez kilómetros, donde todo parece indicar que Kwiatkowski sucederá a Nairo Quintana como vencedor de la mítica ronda italiana.