Con la temporada a punto de comenzar, ya se conoce el recorrido de las tres grandes vueltas para 2017. La presentación  del trazado de la Vuelta a España (un secreto a voces), ha confirmado que Javier Guillén no tiene la intención de alterar la fórmula que tan bien ha funcionado en las últimas ediciones: la preponderancia de los finales en alto y la inclusión de puertos a pocos kilómetros de meta que propicien los ataques. Los sprinters, por su parte, tendrán que apurar sus reducidas opciones, como viene siendo habitual. 

Montaña, pero con varios matices

Nueve finales en alto, pero sin etapas 'unipuerto', más media montaña y llegadas trampa

A pesar de las nueve llegadas en alto (solo una menos que en 2016), esta vez se incluyen más variantes. Para empezar, se suprimen las etapas 'unipuerto', recurriendo a una media montaña que puede resultar interesante. Asimismo, se ha tomado nota de la formidable etapa de Formigal para diseñar un par de jornadas (Sierra Nevada y Angliru) que podrían deparar un espectáculo similar. Tampoco hay que olvidar las traicioneras llegadas en descenso, solo aptas para los más osados. Quizá se eche en falta el clásico etapón con varios puertos de primera encadenados que este año se ha sacrificado por etapas más cortas y explosivas. 

Foto: Unipublic
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Casi 56 km contra el crono para una Vuelta que saldrá desde el extranjero (Nîmes, Francia) por tercera vez en su historia

No son estas las únicas novedades, pues la 72ª edición de la Vuelta a España comenzará en el extranjero por tercera vez en su historia y por primera vez desde Francia. La ciudad de Nîmes será la encargada de dar el pistoletazo de salida el día 19 de agosto con una corta crono por equipos (13,8 km) que se compensa con una buena dosis de CRI (42 km) en la última semana. En total, 3.297,7 kilómetros, nueve llegadas en alto, cinco etapas de montaña, ocho de media montaña, cinco llanas y 55,8 kilómetros contra el crono, una cifra nada desdeñable vista la flaqueza del Tour en este aspecto. 

Primer bloque para ir cogiendo forma

La tercera etapa (Andorra) ya incluye alta montaña

La ronda española comenzará con dos etapas íntegras en suelo francés: la breve crono por equipos (totalmente llana) no debería marcar diferencias significativas, como tampoco la siguiente etapa en Gruissan, una opción clarísima para los sprinters en la que deberá tenerse muy en cuenta el viento. La tercera etapa supone el primer aviso serio para los hombres de la general: llega Andorra, y con ella, la montaña. A pesar de no haber meta en alto, esta se sitúa tras descender la Comella, por lo que habrá que estar atento. 

Fuente: Unipublic
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Una jornada apacible camino de Tarragona dará paso a dos etapas más que molestas en la provincia de Castellón: la quinta albergará el primer final en alto en la inédita ermita de Santa Lucía de Alcossebre, un muro made in la Vuelta. La siguiente etapa finaliza en Sagunto, pero su recorrido por la Sierra de Espadán y sus continuas ascensiones pueden hacer de ella una jornada muy 'pegajosa'. 

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Fuente: Unipublic

Xorret de Catí y Cumbre del Sol, dos muros que se subirán en la 8ª y 9ª etapas

La séptima etapa, la más larga de la carrera (205 km), se traslada hasta Cuenca, donde un atractivo circuito por la ciudad manchega podría dificultar el sprint masivo. Por último, este primer bloque concluye con dos finales en alto consecutivos (repartidos de tres en tres a lo largo de la competición): Xorret de Catí y Cumbre del Sol, ambos en la provincia de Alicante y viejos conocidos de la ronda española por sus duras rampas. 

Segundo bloque: Murcia y la alta montaña de Andalucía

Etapa trampa en Murcia y final en Calar Alto, la primera de las tres llegadas en alto de Andalucía

Tras el primer día de descanso, el pelotón se internará en la Región de Murcia que, con motivo del Año Jubilar, ha diseñado una interesante etapa entre Caravaca de la Cruz y Alhama de Murcia con el Collado Bermejo a pocos kilómetros de meta. Posteriormente, se dirigirán hacia Almería, que aguarda con un final en el Observatorio de Calar Alto, precedido del Velefique. Por otro lado, la jornada con final en Antequera, con un par de cotas en la segunda mitad, podría imposibilitar un desenlace al sprint

Fuente: Unipublic
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La etapa de Sierra Nevada, claramente inspirada en la de Formigal del año pasado

Los velocistas sí que dispondrán de una clara oportunidad de victoria camino de Tomares, tras lo cual cederán el protagonismo a los hombres de la general en la imponente Sierra de la Pandera, en una etapa que cuenta con el aliciente de volver a pasar por el rampón de Valdepeñas. Sin tiempo para recuperarse, llega una etapa similar a la de Formigal del año pasado: poco kilometraje y un paso por Hazallanas antes de la eterna e majestuosa ascensión a Sierra Nevada son los ingredientes de una jornada donde se puede hacer mucho daño si se tira fuerte desde el inicio. 

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Tercer bloque: CRI y traca montañosa del Cantábrico

Tras una crono que se antoja decisiva, Los Machucos y el Angliru dictarán sentencia

La Vuelta aprovechará el día de descanso para trasladarse al norte peninsular. Para empezar, una larga contrarreloj individual (42 km) entre Navarra y Logroño pondrá a prueba a los especialistas y gallos de la general en una jornada donde se puede ganar o perder un tiempo muy valioso. Un día después, la caravana dejará la meseta para acabar en una de las ascensiones más esperadas del año: Los Machucos, una subida inédita en Cantabria que combina rampas infernales (hasta 28%) con una estrecha carretera. 

Fuente: Unipublic

La etapa con final en Santo Toribio de Liébana, de gran valor cultural, pero con menor incidencia (a priori) en la general, dará paso a una jornada más 'suave' camino de Gijón. El plato fuerte no se hará esperar, pues al día siguiente (20ª etapa) aguarda el coloso Angliru, con la Cobertoria y el Cordal como aperitivos, para decidir en sus insufribles rampas el ganador de una Vuelta que finalizará el 10 de septiembre en las calles de Madrid, como de costumbre.