Renault ha hecho las cosas bien desde que empezó la temporada, sobre todo en cuanto al trabajo de motor, aunque el aerodinámico también merece una mención. La marca del rombo está en pleno ascenso, aunque deben atajar los problemas que les atañen como motorizador, es decir, su relación con Red Bull, que podría cambiar de unidad de potencia a Honda –quién sabe lo que puede ocurrir-.

No obstante, los bólidos amarillos han mostrado un gran nivel en las dos últimas pruebas, exceptuando sendos accidentes de Nico Hülkenberg. El ritmo es muy parecido al del McLaren, a quienes parecen llevar un poco de ventaja tanto en calificación como en carrera, solo hay que fijarse en las posiciones de Carlos Sainz en los Grandes Premios de Azerbaiyán y España, ambos por delante de Fernando Alonso, el piloto con mejores puestos de McLaren en las dos últimas pruebas.

Por si fuera poco, los de Enstone han anunciado que se aproxima una evolución del motor. Esta actualización llegará para Canadá, justo después de Mónaco, la actual prueba. Renault llega a esta cita con el objetivo de quedar por delante de McLaren y, por qué no, tentar el podio. Esto no es ninguna locura teniendo en cuenta que la calificación en las estrechas calles del principado puede deparar muchas sorpresas y, si consiguen colarse adelante, pueden dar una sorpresa con un monoplaza que pinta bien en circuitos revirados y lentos.

Carlos Sainz logró terminar 7º en España/ Getty Images

CARLOS SAINZ

El piloto español aterriza en Mónaco con la moral por las nubes gracias a sus dos últimas actuaciones. En Azerbaiyán terminó en un quinto puesto que pudo terminar con un cuarto o incluso un podio en un circuito que no se adapta a la perfección a las características de su coche. Una prueba más tarde, en España, terminó en la séptima posición justo por delante de Alonso. Lo más importante de este resultado es que consiguió batir a un McLaren de gala que estrenó su versión B, de la cual han sacado la conclusión que hay que fusionar con la primera.

Ya lo ha adelantado Sainz: “La calificación de Mónaco es quizá la más dura de la temporada”. Tiene claro que en las calles del Principado o haces un gran sábado o estás condenado el domingo en la carrera. Aquí tendrá que arriesgar todo y mostrar su destreza a los mandos de un monoplaza que puede ir bien en este sinuoso trazado histórico. Consolidar la cuarta plaza y asestarle un duro golpe a McLaren es lo que tiene entre ceja y ceja.

NICO HÜLKENBERG

Desgraciadamente, el piloto alemán no ha podido terminar ninguna de las dos anteriores carreras. En Bakú se le fue el coche de atrás y terminó golpeando el muro ¿La consecuencia? Romper la suspensión y decir adiós a la prueba en la que podría haber cosechado un buen puñado de puntos. En España también le siguió la mala suerte, aunque esta vez no pudo hacer nada. Después de una salida ajustada, Hülkenberg intentó esquivar a un Grosjean que, ni hasta él sabe que hizo -porque no tuvo sentido querer salir de un trompo acelerando, y más cuando tienes al pelotón detrás- acabó impactando con el coche amarillo y dejándole fuera de carrera.

A Mónaco llega con el ansia de poder demostrar que estos incidentes han sido fruto del infortunio. Esta cita puede ser un bálsamo o por el contrario un peso que le hunda ya que nadie está libre de sufrir un accidente en estas estrechas callejuelas. Sin embargo, cuenta con un gran coche y equipo que le darán un gran impulso para batir a los McLaren y a su compañero Sainz.