Ya solo queda un paso para alcanzar la final de la Major League Soccer y todo el mundo que puede darlo, está dispuesto a dar un salto. Pero este no se va a dar solo, hay que coger carrerilla, impulso y rezar para no tropezar con una piedra que te haga caer al vacío de la derrota, ese lugar en el que nadie quiere entrar. Ante esta tesitura se encuentran Seattle Sounders y Colorado Rapids. Ambos equipos partían como equipo con pocas opciones, que no serían capaces de superar los escollos;pero ahí están, a falta sólo de un último esfuerzo de llegar a la final en la que todo puede pasar.
Partido de ida
El pistoletazo de salida ya se ha dado y el conjunto esmeralda ha zancadilleado a su adversario, aunque sin derribarle. Fue un partido intenso en el que ambos técnicos decidieron jugar con un estilo conservador. Era tanto lo que se estaban jugando que el miedo superó a la ambición. Pese a ello no fue un partido aburrido, todo lo contrario. Antes de haber transcurrido un cuarto de hora Kevin Doyle ya había hecho que el staff técnico tuviera que usar el marcador. Fue un tanto con bastante fortuna (el chut rebotó en Marshall desviando la trayectoria del esférico), pero un gol al fin y al cabo que ponía tierra de por medio para Seattle. Rompía una racha de 180 minutos sin encajar un gol como local. Un récord que regala mucha confianza al que lo consigue.
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Lejos de desestabilizarse, los hombres de Brian Schmetzer empataron el partido solo seis minutos después por medio de Jordan Morris. Comenzaba un partido de 75 minutos totalmente diferente al que habían planteado los entrenadores. Las llegadas se sucedían una y otra vez. En este momento emergió la figura de un tapado que cargaba sobre sus hombros una gran responsabilidad: Zac Macmath. El portero tuvo que saltar al terreno de juego para sustituir al lesionado Tim Howard. Menudo porterazo, como siga así le quitará la titularidad con facilidad.
Remontada y victoria para Seattle
No paró de desbaratar ocasiones locales para desesperación de la hinchada. Hasta que apareció Lodeiro. El charrúa estuvo muy pícaro anticipándose a Sjoberg provocando un penalti. Macmath ya no pudo hacer nada más, por algo la pena máxima tiene este nombre. Con este resultado acabó el encuentro, dos a uno. Remontada y victoria para Seattle y ya nos veremos en Dick’s Sporting Goods Park para Colorado.
El líder habitual
Pese a que el equipo en conjunto no está haciendo un fútbol digno de matrícula de honor, los jugadores ofensivos están siendo espectacularmente eficaces. El uruguayo Nicolás Lodeiro está siendo una pieza clave en la mediapunta para Schmetzer. Era un puesto que estaba vacante desde hace un tiempo, el cartel de se ‘se busca un enganche con cualidades para la asistencia y para el gol’ estaba colgado por todos los alrededores del estadio. Lodeiro llegó y no pueden agradarse más de su presencia.
Su jerarquía la nota el equipo, en casi todas las jugadas de ataque el esférico pasa por su botas. Así se ve reflejado en las estadísticas, lleva ocho goles y cinco pases de gol en los 17 participaciones en las que ha saltado al terreno de juego con la zamarra verde.
Colorado no se rinde
Los 22 jugadores que salten al terreno de juego, y los que salgan en sustitución, darán el todo por el todo pero, ¿qué puede suceder? Lo cierto es que el equipo de las Montañas Rocosas jugará de local, con el apoyo de su gente, donde se ha hecho poderoso. Gracias en particular a la victoria que obtuvo por penaltis ante LA Galaxy. Tras perder en el partido de ida, forzaron la tanda de lanzamientos desde los once metros con un auténtico golazo de Gashi. No han vuelto a jugar en su estadio, pero ya han demostrado aptitudes al salir vivos del CenturyLake Field, donde Dallas FC (campeón de la Supporter’s Shield) sufrió el varapalo de tres goles de diferencia del que no se pudo recomponer.
La incertidumbre de qué equipo representará a la costa oeste en la final es colosal, será resuelta en Colorado el día 27 de noviembre.
Posibles onces
