Después de los últimos encuentros del equipo, regresar al Emirates Stadium suponía enfrentarse a una caldera de sentimientos opuestos a los que cualquier equipo espera encontrarse al jugar en casa. Además, la obligación de volver a la senda de los buenos resultados después de un parón de selecciones que suele sentar mal a los grandes equipos haría más ardua la tarea. 

Pero el Arsenal demostró ante el Bournemouth un coraje y una predisposición ejemplar para dejar atrás todo lo negativo y centrarse en una temporada en la que redimir todas las malas decisiones que han marcado la actualidad del equipo en los últimos tiempos. Tras la victoria por 3-0 Arsène Wenger se mostró satisfecho con el trabajo desarrollado sobre el campo y orgulloso porque su equipo “superó una prueba de mentalidad”.

“Estoy satisfecho con la victoria y la forma en la que jugamos, siempre te enfrentas a una prueba de actitud cuando vives una experiencia negativa como la que vivimos recientemente y el equipo respondió con una gran mentalidad”, destacó el técnico francés a la hora de analizar el encuentro. 

No quiso centrarse solo en la abultada victoria frente al Bournemouth y apostó por su plantilla para marcar una tendencia dando continuidad a lo visto este sábado. “Ante el Stoke jugamos bien, ante el Liverpool tuvimos una actuación horrible, pero creo en mis jugadores para seguir con la línea que hemos iniciado hoy”, comentó el alsaciano.

Sobre el diverso recibimiento a Alexis cuando entró en el terreno de juego y su aparente descontento durante el partido, Wenger aclaró que él “no parecía descontento” al final del partido. “Hablé con él y no le noté descontento, quizás pudiera estar frustrado por no haber marcado, la interpretación de las actitudes siempre es peligrosa”, avisaba el entrenador de los Gunners. También habló sobre la fatídica lesión de Coquelin y anunció que sufría un problema en el cuádriceps. “No sabemos cómo de mala es, pero es seguro que no estará disponible para la próxima semana, comentó el francés.