El Stadio Olimpico de Turín, más vacío que de costumbre, se disponía a acoger el partido que enfrentaría a Torino y Roma en una soleada mañana de octubre. El clima era inmejorable y quizá el único contra que se podía encontrar a este atractivo partido de fútbol era la escasa afluencia de público que presentaba el estadio del primer gran equipo de la historia del fútbol italiano, 'il Grande Torino'.

Ambos equipos, como es lógico, querían conseguir los tres puntos por encima de todo y en caso de no conseguirlo, pretendían que su piel fuera vendida a un muy pero que muy caro precio. Dejarse la piel en el verde no era una opción, era una obligación y así lo hicieron ver ambas escuadras. Mientras que los locales defendieron su meta hasta casi la mismísima muerte, el conjunto romano insistió ofensivamente desde el minuto uno con el claro fin de anotar un gol. 

Nainggolan protestando una falta | Foto: AS Roma
Nainggolan protestando una falta | Foto: AS Roma

El claro favorito para ganar este encuentro era el conjunto visitante. Los capitalinos llegaban al partido disputado en la ciudad de Turín con una dinámica muy positiva, y es que, los romanos fueron capaces de empatar a tres en el partido de fase de grupos de UEFA Champions League que les enfrentó al Chelsea en el mismísimo estadio de Stamford Bridge. Además, la posición que ocupan en la clasificación liguera, ayuda significativamente a la hora de afrontar los partidos pues se encuentran en la zona noble de la tabla aún habiendo disputado un encuentro de menos.

Por contra, el Torino llegaba con una dinámica totalmente contraria a la de sus rivales, ya no solo por llevar acumulados tres partidos consecutivos sin conocer la victoria sino por ser totalmente incapaces de sobreponerse a la lesión de su estrella Andrea Belotti. Además, por si fuera poco, parece que al técnico Siniša Mihajlović le está siendo muy difícil encontrar una solución para que sus chicos mejoren los resultados que están cosechando hasta el día de hoy.

Kolarov celebrando su gol | Foto: AS Roma
Kolarov celebrando su gol | Foto: AS Roma

Como era de esperar, los giallorossi llevaron la manija del encuentro desde los primeros compases de juego. Sus hombres de ataque crearon fútbol ofensivo de principio a fin, no obstante; se cruzaron con la defensa del Torino. Fueron un muro durante los noventa minutos y en los momentos en los que el muro se fracturó, el acierto de los pupilos de Di Francesco desaparecía o Salvatore Sirigu despejaba el cuero lejos de su portería.

El conjunto local tan sólo podía ocasionar peligro jugando al contraataque pero lamentablemente para ellos, los romanos estuvieron muy atentos en todo momento e impidieron al Toro generar acciones de peligro sobre la meta de Alisson. Además, forzaron de manera ejemplar seis fueras de juego, hecho que acabó desesperando a los hombres de tres cuartos del club con mayor masa social de la bella ciudad de Turín.

Finalmente el fútbol fue justo con quién más lo intentó y en el minuto sesenta y nueve, Aleksandar Kolarov anotó el único gol del encuentro y por ende, el gol de la victoria. No era de extrañar para ninguno de los dos equipos dicho resultado dado que por lo visto en el terreno de juego, así merecieron cada uno su destino.

Los tres puntos viajaron a Roma y el Torino continúa sin levantar cabeza. Ahora, ambos equipos disputarán la jornada intersemanal con el objetivo de sumar los tres puntos, unos para poder continuar con el magnífico estado de forma del que disfrutan y otros para escapar del pozo de los malos resultados.