FC Twente y Feyenoord cruzaban sus caminos en la recta final de una Eredivisie con poco pastel para repartir. Los locales, colistas en la tabla de clasificación buscaban una alegría que dar a una afición mentalizada ya del descenso de su equipo. Los de Róterdam, por su parte, aspiraban a maquillar una temporada decepcionante donde no han podido revalidar el título logrado la pasada campaña. Si bien es cierto que todavía aspiran a subir un puesto en la clasificación, su objetivo se presenta prácticamente inalcanzable.

Una primera parte con sorpresa

Los del oeste de Holanda, supieron imponer su ritmo al encuentro. La movilidad de sus hombres más avanzados era una tortura para el último clasificado de la Eredivisie. En el minuto 18 de partido llegaría el primer gol visitante. Jean-Paul Boetius culminaba una bonita jugada trenzada para adelantar a su equipo en el marcador.

Ambos equipos saltaron el césped en un partido con muy poco en juego | Foto: Twitter Feyenoord
Ambos equipos saltaron el césped en un partido con muy poco en juego | Foto: Twitter Feyenoord

Llegados a este punto el lector esperaría una bajada de brazos local en toda regla. Muy alejados de esa realidad, tan sólo cuatro minutos después, Adam Maher empataba el encuentro, propiciando la alegría de toda la parroquia local. Un gol que vino precedido de una intensa presión del jugador del FC Twente, que vio recompensado su esfuerzo al interceptar un mal pase dado por Brad Jones. El esférico acabó finalmente en el fondo de las mallas ante la mirada atónita de un Jones que no tuvo a posteriori que participar en exceso durante el encuentro.

Jones le puso emoción al encuentro con su fallo

Un correoso FC Twente ponía en apretos al Feyenoord con una presión constante y unas salidas al contraataque que pusieron en apuros la porteria defendida por Bradley Jones

Con este resultado se llegaría al descanso acompañado de la incredulidad de los hombres entrenados por Gio van Bronckhorst.

Una segunda mitad predecible

La lógica finalmente se impuso en el segundo tiempo. El Feyenoord acometía constantemente la portería del FC Twente, totalmente a la defensiva y sin posibilidad de salir con el balón jugado. El físico de los locales fue menguando, hecho que acabó de desnivelar una balanza a priori desigual.

A pesar de llevar el peso absoluto del encuentro, el equipo visitante no veía reflejada esta superioridad en el marcador. Las ocasiones se sucedían, van Bronckhorst sudaba en el banquillo, y la afición local se animaba conocedora tal vez de la posibilidad de ver algo positivo durante la tarde de domingo. 

Giovanni van Bronckhorst se desesperó en el banquillo visitante | Foto: Twitter Feyenoord
Giovanni van Bronckhorst se desesperó en el banquillo visitante | Foto: Twitter Feyenoord

Sin embargo, la lógica acabó cayendo por su propio peso cuando Steven Berghuis, con una bonita acción individual ajustó el balón a la cepa del palo, adelantando de esta manera a un Feyenoord que había hecho méritos suficientes para llevarse el encuentro.

La balanza se decantó a favor del talento de los de Róterdam

Tan sólo ocho minutos después Nicolai Jorgensen ponía el definitivo uno a tres al marcador al aprovechar un balón muerto en el área pequeña local. Un gol que servía de premio al jugador danés para certificar su trabajo bien hecho durante todo el encuentro. El esfuerzo y la capacidad de fijación del delantero nórdico sirve de punta de lanza para la posterior proyección de los hombres situados en los extremos del terreno de juego.

El Feyenoord amarró el encuentro y se dedicó exclusivamente a ejecutar pases horizontales en el tramo final del partido. La diferencia existente entre ambas plantillas se acabó imponiendo. 

El resultado no cambia en absoluto el porvenir de ambas plantillas en este tramo final del campeonato. El FC Twente, abocado al descenso intentará pasar página lo antes posible de una temporada horrible, marcada por los errores y los desacuerdos entre la entidad y la afición. Un club que bajará a Segunda División, tras haber iniciado la presente década coronándose campeón de la Eredivisie en la campaña 2009-2010. 

Por su parte, el Feyenoord, tiene gran parte de sus vistas puestas en el próximo mercado estival, con la esperanza de dar el salto de calidad necesario para disputar el campeonato a los dos conjuntos con actualmente mejor estado de forma: Ajax y PSV.

El retorno a la disciplina del conjunto de Róterdam de Robin van Persie ilusionó en su momento, pero ha carecido del peso requerido para pelear el trono y abastecer las expectativas generadas por el título del pasado año. 

Un hecho que de confirmarse hará sin ningún tipo de duda más atractiva una Eredivisie en pleno éxodo de talento.