Con la Major League Soccer a pleno rendimiento después de ocho semanas y la United Soccer League en un estado similar, ya sólo queda una competición importante en el soccer estadounidense que dé el pistoletazo de salida. Se trata nada más y nada menos que el torneo más antiguo del continente.

Más de 100 años de historia trae consigo la U.S. Open Cup, ahora conocida como Lamar Hunt U.S. Open Cup, en honor a uno de los estandartes del soccer moderno en Estados Unidos.

A lo largo de todos estos años en los que lleva disputándose este centenario torneo, muchos han sido los equipos que han participado en ella, algunos ya desaparecidos. Pero hay otros que todavía siguen dando guerra, a pesar de estar en competiciones menores.

Foto: U.S. Soccer

Es el caso de Brooklyn Italians. Un club fundado en 1949 y que logró proclamarse campeón de la U.S. Open Cup en 1979 y 1991, siendo uno de los últimos equipos en conseguirlo, fuera de la Major League Soccer.

Fue un inmigrante italiano llamado John DeVivo el que comenzó esta aventura, a finales de los años cuarenta.  Desde que este diera el primer paso para crear la institución que ahora se conoce, el equipo pasó por una gran cantidad de nombres hasta finamente conocerse como lo que es hoy, Brooklyn Italians. Tomaron el nombre de Inter-Brooklyn Italians, Inter SC o Boca Juniors durante una temporada. También fueron conocidos como Palermo FC o Brooklyn Dodgers  (acepción con la que ganaron la USOC 1979).

A lo largo de su historia se proclamaron campeones de la U.S. Open Cup en 1979 y 1991, cuando esta todavía era conocida como National Challenge Cup, además de llegar a otras dos finales más en 1981 y 1990. Los Italians son considerados como uno de los mejores equipos estadounidenses a nivel semi-profesional, que por aquella época disputaron la American Soccer League.

“Simplemente nos encantaba jugar partidos”, dijo Silvio Montalto, capitán del equipo el año de su primer campeonato. “Mi equipo de la escuela secundaria en Brooklyn era bastante malo, apenas sabían de fútbol. Algunos de los italianos de otros de equipos de la escuela secundaria me hablaron de los Brooklyn Italians y así fue como acabé aquí”.

Fue así como uno de los jugadores históricos de Brooklyn Italians pasó 16 años jugando para el equipo entre 1970 y 1986.

"No fue fácil mantenerse al día con los entrenamientos, los partidos y el trabajo. Nos pagaban por jugar, pero no era suficiente para vivir", dijo Montalto. "Pero a mí, me encantaba jugar. No se trataba de dinero, amateur o profesional. Partidos de liga, Open Cup, lo que fuese. Aquí en Brooklyn. Simplemente me encantó."

Durante unos años jugó en la ASL

Desde que el equipo comenzó a jugar, lo hizo principalmente en la American Soccer League, una competición que estuvo vigente como la máxima representación del soccer estadounidense desde 1933 hasta finales de los 80, cuando comenzó la histórica North American Soccer League (NASL).

Esta competición estuvo formada por muchos equipos de jugadores inmigrantes, que quedó denotada en los nombres de los clubes. Brooklyn Hispao, Ukranian Nationals o New York Greeks son algunos de los ejemplos de los clubes que durante tantas décadas, sostuvieron un deporte que estaba en decadencia.

Brooklyn Italians permaneció en esta competición durante poco más de ocho años, en los que su mejor clasificación fueron dos segundas plazas. Tras no lograr resultados, el equipo pasó a deambular por ligar amateurs durante los siguientes años, en donde realmente se hizo un equipo conocido por el aficionado al soccer estadounidense.

Un club adelantado a su tiempo

A finales de los 80, los Italians comenzaron a aparecer en boca de todos. El capitán de la Selección Nacional de los Estados Unidos, Mike Windischmann jugaba para los Brooklyn Italians. Esto fue algo que extraño a muchos de los seguidores del soccer en esa época. Su capitán jugando en un equipo amateur.

"Mucha gente me pregunta ahora, '¿cómo es que no saliste de New York y fuiste a jugar a otro lado?'  Y siempre les digo que Brooklyn Italians fueron algunos de los mejores futbolistas del país".

Brooklyn Italians fue un equipo que en la actualidad se le consideraría como uno de los mejores de la competición. A pesar de permanecer en una competición amateur, a la sombra de una NASL  en donde jugaban históricos como Pelé, Franz Beckenbauer, Carlos Alberto o Giorgio Chinaglia, buenos jugadores formaban la plantilla de los Italians.

"Había mucho talento en los Brooklyn Italians aquel entonces", recordó Windischmann, quien sigue viviendo en Queens y es profesor de educación física en Hollis. "Casi nunca perdimos. Ganamos todo lo que jugábamos. No necesitaba ir a ningún lado para encontrar un mejor fútbol o un mejor equipo".

Cuando Windischamnn argumentaba que era difícil encontrar equipo mejor en aquella época no era broma. La lista es larga y los más conocidos fueron Hubert Birkenmeier y Andraink Eskandarian (New York Cosmos, NASL), Tab Ramos (actual seleccionador de Estados Unidos Sub-20, John Harkes (capitán e histórico jugador de los USMNT), Juan Carlos Osorio (Seleccionador de México), Bill Manning (Presidente de  Toronto FC) o Shalrie Joseph (Seleccionador de Granada y ex jugador de New England Revolution).

Foto: Denis Tyrin / AP

"Nuestro secreto era que teníamos buenos jugadores", dijo Mike Ryback, que entrenó al equipo durante once años, ganando la U.S. Open Cup de 1991. "Puedes tener el mejor entrenador del mundo pero sin el talento en el campo no vas a ganar nada ".

Esos héroes de 1991

Mike Ryback, considerado como una leyenda en el equipo, había emigrado de Rusia en 1980 a Brighton Beach, donde todavía vive hoy. En aquella época el entrenador no tenía conocimientos de la lengua, pero contó con la ayuda de un jugador ruso en el equipo, Len Roitman, que fue su traductor.

En aquella época se les conocía como Italians, pero como la gran mayoría de los equipos en las décadas de los 70, 80 y 90 eran un crisol de nacionalidades. Los de Brooklyn por aquel entonces lo formaban jugadores de África, América Latina, estadounidenses, irlandeses e incluso haitianos.

"Fue un club muy diverso. Y lo que vino natural para nosotros fue jugar un juego basado en la posesión. Se tradujo directamente de un gran equipo en papel a un gran equipo en el campo”, dijo Superbia, mediocentro del equipo en aquella etapa.

Antonio Superbia fue uno de los jugadores que consiguió proclamarse campeón de la U.S. Open Cup en 1991, después de haberla perdido un año antes. El futbolista brasileño demostró ser un futbolista muy por encima del  nivel de la competición en la que jugaban los Brooklyn Italians, ya que fue seleccionado por New England Revolution en 1996 para el primer año de la Major League Soccer. Pero finalmente no consiguió convencer al equipo y fue cortado a falta de una semana que comenzase la competición.

“Fue una de las derrotas más difíciles de mi vida", recordó Superbia con la final perdida. "Sufrimos también en el siguiente año. Jugamos durante 75 minutos de la Final de 1991 con un hombre menos después de que Bill Manning recibió una tarjeta roja ... pero incluso sin él, hicimos tan buen partido que no pareció que estuviésemos en desventaja".

Los últimos héroes de Brooklyn

Como comentó Superbia, el encuentro no fue nada sencillo. A pesar de adelantarse en el marcador con un gol de Ernest Inneh en el minutos 6 de partido, la expulsión de Bill Manning cambió por completo el desarrollo del encuentro. Richardson Rockets, el rival, asedió al conjunto que en ese partido ejerció de visitante, tratando de aprovechar la inferioridad en el número de jugadores.

Pero finalmente, el nivel del equipo de Brooklyn se sobrepuso al conjunto texano y levantó la que es hasta el momento, su segunda U.S. Open Cup.

Foto: U.S. Soccer

"El talento que teníamos era tan divertido de pensar", dijo Ernest Inneh. "En aquel entonces utilizamos nuestro cerebro y nuestra habilidad, no nuestro físico”.

La nostalgia es espesa entre los viejos italianos de Brooklyn cuando hablan sobre esos buenos viejos tiempos. El calor se calienta. Los jugadores contrarios se hacen más grandes. Más fuerte también. Las peleas se convierten en batallas campales y jurarán que jugaron las dos mitades de cada juego subiendo la colina.

"No dormí toda la noche. Estaba muy emocionado. Parecía un niño", dijo Valerio, que ahora tiene 80 años.

"Cuando eres joven, eres feliz porque ganas algo", dijo Montalto.  "Pero cuando miras atrás ahora, desde la distancia, te das cuenta de lo especial que realmente era".

Recuerdos y humildad

Brooklyn Italians no acabó ahí. Esos dos títulos coperos concedieron al equipo de East NY un legado que perdura a día de hoy. Más que un equipo, una familia que mantiene las raíces de aquello que le hizo grande.

Durante muchos años se mantuvo disputando esas ligar amateur en las que se convirtió en ese equipo al que todos se querían enfrentar. Un histórico que lucía con orgullo y sin vergüenza alguna, la historia de un grande.

Llegó el nuevo milenio y con ello, Brooklyn Italiane dieron un paso adelante. En 2010 se incorporó a la National Premier League (NPL), considerada como una de las ligas menores de los Estados Unidos, lo que significó su vuelta al profesionalismo. Esta competición está formada por casi un centenar de equipos  divididos en varias conferencias.

El histórico equipo ha conseguido proclamarse campeón de la Conferencia  Atlántica en dos ocasiones, aunque nunca ha logrado ganar el título de campeón.

(Declaraciones realizadas al sitio ussoccer.com)