Los procesos largos en el fútbol son cada vez más escasos. La necesidad de resultados inmediatos y la velocidad y el afán en el que se vive hacen que un director técnico dure poco en su cargo. Sin embargo, Alemania, desde hace ya varios años, apostó a hacer las cosas despacio pero bien hechas. Así, la selección teutona viene desarrollando un largo y fructífero proceso con su director técnico Löw.

Joachim Löw, el director de la orquesta | Foto: @DFB_Team_ES
Joachim Löw, el director de la orquesta | Foto: @DFB_Team_ES

El estratega alemán está vinculado a la federación teutona desde el año 2004, cuando fue contratado como ayudante del entrenador Jürgen Klinsmann, para hacer parte del Mundial del 2006 jugado en su propio país. Después de eso, Löw sucedió a Klinsmann, quien no renovó contrato en 2006, y se convirtió en el entrenador de la selección de mayores. Desde entonces, el entrenador ha estado a la cabeza de un combinado exitoso y vistoso, que ha convertido al buen juego en la herramienta para la efectividad y la victoria.

Han convertido al buen juego en la herramienta para la efectividad y la victoria.

El técnico campeón del mundo en 2014 ha conseguido, desde su contratación hasta el Mundial actual, llevar a Alemania por un camino de renovación y de construcción de identidad. Así, es importante analizar en qué se basa el juego de la selección teutona, cuáles serán las claves en Rusia y cómo han logrado su poderío.

Un once casi de memoria

Inicialmente es necesario hablar de los protagonistas, de quienes toman las decisiones en el campo. Es innegable que Alemania a través de su historia ha tenido jugadores destacables, excelsos en técnica y habilidad, pero también parece necio negar que la generación actual y la que está mezclándose hasta ahora con la campeona del mundo son dos de las generaciones más notables de futbolistas. Generalmente, la transición de una generación talentosa y exitosa a otra generación joven es un paso difícil —sino que le pregunten a Italia o a Holanda— pero en Alemania este no ha sido el caso.  

Alemania buscará retener el titulo de campeón obtenido en Brasil 2014 | Foto: @DFB_Team_ES
Alemania buscará retener el titulo de campeón obtenido en Brasil 2014 | Foto: @DFB_Team_ES

Los germanos han sabido integrar a los jóvenes talentos, los cuales salen en demasía, a una selección de jugadores experimentados. Por esto se ven relevos naturales y que se dan de manera armoniosa, como por ejemplo la entrada de Joshua Kimmich para reemplazar al retirado Lahm, o la llegada de Timo Werner para ocupar el lugar del goleador Klose.

Se ven relevos naturales y que se dan de manera armoniosa

De esta manera, Löw entre 2014 y 2018 ha encontrado un equipo prototipo, una base de jugadores que son la columna vertebral del equipo y otros que, según la circunstancia, pueden entrar o salir del equipo. La base del equipo es la siguiente: Manuel Neuer, Joshua Kimmich, Jerome Boateng, Mats Hummels, Toni Kroos, Sami Khedira, Mesut Özil, y Thomas Müller. A partir de ellos, Löw introduce variantes. En la lateral izquierda puede entrar Jonas Hector o Marvin Plattenhardt, según lo considere el DT; por la banda izquierda del ataque puede ingresar Julian Draxler o Marco Reus para tener dos cabezas que creen y se asocien al juego en conjunto o puede ingresar Leroy Sané para añadirle velocidad al ataque; y, en punta, puede ingresar Werner o Gómez, dependiendo de las características que necesite el equipo. En este sentido, Alemania suele salir con un 1-4-2-3-1 que en ataque es muy flexible y sustenta su juego en el intercambio de posiciones y la superioridad numérica.

Alemania y su 1-4-2-3-1, con las posibles variantes | Foto: lapizarradelmister.es
Alemania y su 1-4-2-3-1, con las posibles variantes | Foto: lapizarradelmister.es

Saber leer el juego

Al conocer la calidad de jugadores y de variantes con las que cuenta Alemania, es apenas lógica la superioridad que tiene con respecto a muchos equipos nacionales del mundo. No obstante, la calidad no es lo único a su favor, pues la capacidad para leer las situaciones de juego y la habilidad para acomodarse a lo que el partido pide son, quizá, los factores más sobresalientes de este combinado. El seleccionado de Löw tiende a salir a imponer sus condiciones en el rectángulo de juego, suele salir a buscar la posesión del balón, a jugar en campo contrario y a asfixiar a sus rivales con una presión alta. Sin embargo, cuando identifican que eso no es posible, no tienen problemas en replegar y en aprovechar la velocidad de sus jugadores y la técnica de pase de Kroos y Özil para contragolpear a su rival.

Como se ve, las variantes no le faltan al equipo germano, pero su plan A es el que suele verse en las canchas porque hay pocos conjuntos con la capacidad y, además, la valentía de salir a buscar quitarle la posesión de balón a los alemanes. Ante esto, el plan A teuton se sustenta en la superioridad numérica de sus jugadores en zonas clave del encuentro, en los intercambios de posición, en la llegada al área de los volantes y, sin duda, en la concentración de sus jugadores para la presión.

Alemania en fase ofensiva | Foto: lapizarradelmister.es
Alemania en fase ofensiva | Foto: lapizarradelmister.es

Al desglosar los conceptos se puede ver que en ataque la selección alemana tiende a quedar con una figura de 1-2-2-5-1 que no es para nada estática. Forma un cuadro sobre la línea del medio campo, con los dos centrales como base del cuadro y más retrasados y por delante de ellos los dos mediocentros, quienes tienen la conducción del equipo y la llegada al borde del área como sus características principales en posesión. Por delante de estas líneas, los laterales se unen a la línea de creativos y/o extremos, permitiendo darle amplitud al campo y entregándole a los volantes exteriores la licencia para ir hacia el carril central, donde Alemania acumula mucha gente. Finalmente, el delantero, dependiendo de sus características, tiene diferentes movimientos. Werner suele hacer desmarques que lo llevan hacia las bandas, dejando el espacio en el área para los diferentes llegadores y desordenando a la defensiva rival; mientras que delanteros como Gómez mantienen su posición fijando a los centrales y sirviendo de foco para centros o como acaparador de atención dentro del área.

La capacidad para leer las situaciones de juego y la habilidad para acomodarse a lo que el partido pide son, quizá, los factores más sobresalientes de este combinado.

Los defensores centrales suelen jugar pases largos y verticales, generalmente rastreros, en busca del delantero que sale de su línea, abriendo espacio para los volantes llegadores. Además, con la apertura de bandas el equipo logra generar superioridades de tres contra dos, juntando laterales que pueden estar abiertos o cerrados en el carril del medio, al volante extremo que se mueve en oposición a su lateral y uno de los mediocentros o el mismo delantero recostado hacia un lado. A partir de la posesión en los costados, Alemania acumula gente y busca los cambios de frente, donde siempre hay un efectivo abierto y oxigena al equipo.

Arriesgar para ganar

La labor defensiva del seleccionado de Löw ante la pérdida de balón es un trabajo de alto riesgo pero muy efectivo. Al perder el esférico, Alemania tiene dos mecanismos de recuperación que pone en práctica. El primero es una presión en la zona de la pérdida muy alta, pues como juegan con el bloque alto y muy junto, la densidad de jugadores permite asfixiar al rival. El segundo, suele funcionar como correctivo cuando el rival escapa la presión, y en este la concentración y el excelente posicionamiento de Boateng y Hummels es vital. Los zagueros centrales salen a cortar de manera agresiva (en el sentido futbolístico del término) y a buscar anticipar los pases que buscan a los delanteros rivales.

Boateng y Rüdiger son dos de los centrales que Alemania puede usar en su defensa | Foto: @DFB_Team_ES
Boateng y Rüdiger son dos de los centrales que Alemania puede usar en su defensa | Foto: @DFB_Team_ES

Es arriesgado, pues juegan sobre la línea del medio campo dejando mucho espacio a sus espaldas en caso de fallar en el anticipo. Por eso, el papel del portero y de los mediocentros es muy importante. Los mediocentros son los encargados de relevar al central que presiona para cubrir el espacio dejado — es importante aclarar que el ‘nombre’ del mediocentro no es relevante en Alemania, pues ante los intercambios constantes de posición, el jugador que se ubica como mediocentro no es siempre el mismo, pero tiene la obligación de cumplir con sus labores por la posición que ocupa; en ese sentido, Kroos puede ser inicialmente el mediocentro pero en la jugada intercambiar puesto con Kimmich, quien debe cumplir la labor que la nueva posición le entrega. Y por su parte, el portero, generalmente Neuer, tiene que servir como una especie de libero, siempre atento a salir a algún corte.