Corría el año 1880 en tierras rusas. Un clima frío y una gente aún más fría poblaban las ciudades del imperio de los zares. En las calles moscovitas, piedra por piedra se iba terminando la imponente catedral de Cristo Salvador. Faltaba muy poco para finalizar una construcción que había comenzado 40 años atrás. Nikolai Rubenstein, mentor de Tchaikovsky, le sugirió a su más aventajado pupilo que compusiera una obertura. La fiesta de inauguración de la catedral no tardaría en llegar y una gran pieza musical sería el culmen perfecto.
Seis semanas le llevó al maestro ruso componer una de las oberturas más famosas de todos los tiempos. 1812 la tituló. Exactamente la misma fecha por la que decidió construirse la catedral. Un año histórico en Moscú. Fue en esa fecha cuando el pueblo ruso se unió para defender su tierra de la invasión de Napoleón. Instrumentos de viento por doquier, mucha presencia de percusión, los violines in crescendo a medida que la pieza avanzaba.
Una gran obertura tiene que estar a la altura de un gran acontecimiento. Y en el mundo del fútbol no hay mejor cita que la Copa del Mundo. Ya ha llegado, ya está aquí. Tras cuatro largos años de espera, la madre de todas las competiciones empieza en Rusia. Jorge Valdano lo dejó claro en su momento: "La vida es ese tiempo que transcurre entre Mundial y Mundial". Pues llega el momento en el que la vida y el mundo se va a parar. Ha llegado el momento. Que comience a sonar la Obertura.
No es el partido más atractivo, pero en una comida el mejor plato nunca es el primero. Llega el momento de abrir boca, de degustar los primeros bocados de Mundial. El primer turno es para la anfitriona, para los descendientes de Tchaikovsky. Debuta Rusia en el Mundial y lo hace con la obligación de superar a Arabia Saudí y dar la primera alegría a su afición. El escenario, el Estadio Luzhniki de Moscú.
Todo un país volcado con los suyos
La exigencia rusa es mayor que nunca. El equipo dirigido por Stanislav Cherchesov tiene un doble reto por delante: cumplir en el a priori partido más asequible que tienen y hacer valer más que nunca su condición de locales. Y es que los números no mienten: ninguna selección anfitriona ha perdido su partido inaugural. Desde la primera edición del Mundial en 1930, los anfitriones tienen un saldo de seis victorias y tres empates.
Será interesante ver cómo responde el combinado ruso a un partido de exigencia casi un año después. Su último choque oficial fue en la pasada Copa Confederaciones y desde hace ya varios meses que acumulan una racha bastante negativa. El cuadro de Cherchesov lleva ya siete partidos consecutivos sin conocer la victoria. Su último triunfo data del 7 de octubre, cuando superaron no sin problemas a Corea del Sur (4-2). De resto, tres empates y cuatro derrotas que han sembrado de dudas a todo un país.
Sólo se vieron brotes verdes cuando fue España la que visitó el Estadio Krestovsky. Se vio a una Rusia aguerrida, capaz de plantar cara la Roja. El equipo se encomendó a Fedor Smolov y el delantero del Krasnodar no falló. Dos de los tres goles rusos fueron suyos y dieron un toque atención a los entonces entrenados por Julen Lopetegui (3-3).
El desierto también trae buen fútbol
Para muchos, el fútbol es religión. Para otros, son sus creencias los que le han llevado a ser futbolistas. Por ello resulta hasta poético que para los fieles que defienden la elástica de Arabia Saudí, su debut coincida el mismo día que termina la fiesta del Ramadán. Para la cultura musulmana, este mes lunar es el único sagrado en todo el año. Esperan que ese tiempo de ayuno y oración ayude sus fieles a conseguir sus deseos y anhelos. Ya lo dijo el mismo profeta del Islam: "Ramadán es el mes de apertura de las puertas del cielo".
No se sabe quién de los componentes de la expedición saudí ha ayunado durante este mes, pero lo que sí sabemos es que el cuadro islámico quiere tocar el cielo ruso en el partido de inauguración. No existe selección más peligrosa que aquella que no tiene nada que perder. El cuadro entrenado por Juan Antonio Pizzi sabe que lo tiene muy complicado para llegar a octavos de final y está en Rusia para disfrutar de tres partidos que son considerados prácticamente fiesta nacional en Riad.
Porque el estar aquí, en un Mundial, era el gran objetivo de Arabia Saudita. Es largo el camino que tienen que recorrer los equipos de la AFC para llegar a la fase final de una Copa del Mundo. Dos rondas de ida y vuelta en formato liguilla. Una auténtica carrera de resistencia. Pues contra todo pronóstico, fueron los saudíes los que se metieron y además invictos, llevando a la repesca a toda una potencia asiática como es Australia.
Un solo precedente con Mostovoi de protagonista
Dos países tan dispares en lo político como son Rusia y Arabia Saudí sólo podrían tener un historial de partidos más bien corto. De hecho, tan sólo existe un precedente entre ambos conjuntos. Hay que coger la máquina del tiempo y viajar hasta octubre de 1993, dos años después de la desaparición de la URSS. Aquel partido en tierras árabes se saldó con victoria local por 4-2. Aunque sólo se tratara de un simple amistoso, fue un duro golpe para los intereses rusos, a priori mucho más superiores. Tal y como ocurre 25 años después.
El auténtico protagonista del partido fue un viejo conocido de la Liga. Un histórico del Celta de Vigo como es Aleksandr Mostovoi se fue de Riad anotando los dos goles de Rusia, aunque no evitaría la derrota de los suyos. No ha abandonado España, puesto que ahora es director deportivo del Marbella.
Así pues, las cartas sobre la mesa. De Rusia para el mundo. Una anfitriona que no gana un partido mundialista desde 2002. Enfrente, un equipo que no lo hace desde 1994. Hay maldiciones que romper. Hay una Copa del Mundo impaciente por empezar. Ya está todo preparado. Y en memoria de Tchaikovsky, la obertura está lista para ser interpretada. No es 1812, es 2018. Con la pieza se conmemora una victoria rusa. 90 minutos dirán si habrá otro triunfo en la misma ciudad.
Declaraciones de los entrenadores
Stanislav Cherchesov (Rusia): "Vamos a jugar sin ningún tipo de miedo. Nuestro ánimo es muy bueno. Hemos trabajado mucho y aunque los resultados no han acompañado, hemos llegado al nivel competitivo que queríamos, lo vimos contra Turquía".
"El último entrenamiento nos ha dado la confianza que necesitamos para luchar. Estamos a un muy buen ritmo y sabemos que aunque nuestro rival es fuerte, podemos ganar. Ellos son buenos técnicamente y les gusta controlar los partidos. Nuestro objetivo será asegurarnos de que no puedan estar cómodos con el balón".
Juan Antonio Pizzi (Arabia Saudí): "Mi estilo es ser competitivo. Queremos pelear por cada balón, aprovechar cada ocasión, jugar para ganar. Es el estilo de juego que intento inculcar a mis jugadores y lo estamos consiguiendo poco a poco".
Convocatorias
Porteros: Igor Akinfeev (CSKA Moscú); Vladímir Gabulov (Brujas) y Andrui Luniov (Zenit San Petersburgo).
Defensas: Vladímir Granat, Fiódor Kudriashov (Rubín); Iliá Kutepov (Spartak Moscú); Semenov (Ajmat); Ígor Smólnikov (Zenit), Mario Fernandes y Serguei Ignashevich (CSKA).
Centrocampistas: Yuri Gazinskiy (Krasnodar); Alexandr Golovin y Alan Dzagoev (CSKA); Alexandr Yerokhin (Zenit); Yuri Zhirkov (Zenit); Roman Zobnin (Spartak); Daler Kuzyaev (Zenit); Anton Miranchuk (Lokomotiv Moscú); Alexandr Samedov (Spartak) y Denis Cheryshev (Villarreal).
Delanteros: Artiom Dzyuba (Arsenal); Alexei Miranchuk (Lokomotiv); Fiodor Smolov (Krasnodar)
Porteros: Abdullah al-Mayouf (Al-Hilal), Yasser al-Mosaileem (Al-Ahli), Mohammed al-Owais (Al-Ahli).
Defensas: Mansour al-Harbi (Al-Ahli), Yasser al-Shahrani (Al-Hilal), Osama Hawsawi (Al-Hilal), Omar Hawsawi (Al-Nassr), Motaz Hawsawi (Al-Ahli), Ali al-Bulayhi (Al-Hilal), Mohammed al-Burayk (Al-Hilal).
Medios: Abdulla Otayf (Al-Hilal), Salman al-Faraj (Al-Hilal), Abdulmalik al-Khaibari (Al-Hilal), Abdullah al-Khaibari (Al-Shabab), Mohammed Kanno (Al-Hilal), Hussein al-Moqahwi (Al-Ahli), Taisir al-Jassim (Al-Ahli), Hattan Bahebri (Al Shabab), Salem al-Dawsari (Al-Hilal), Yahya al-Shehri (Al-Nassr), Fahad al-Muwallad (Al-Ittihad).
Delanteros: Mohammed al-Sahlawi (Al-Nassr), Mohannad Assiri (Al-Ahli).