La historia del Benfica cambió en 1960. Ese año nombró como entrenador a Béla Guttmann. El preparador magiar era un judío que sobrevivió al Holocausto y que se dio a conocer como entrenador en el Sao Paulo.

Aterrizó en Portugal para hacer campeón de Liga al Oporto (1959) y desembarcar un año después en Lisboa. En el Benfica revolucionó la plantilla, despidió a 20 jugadores y confió en una generación de jóvenes que haría historia en el club. José Águas, José Augusto, Costa Pereira, Germano y Mário Coluna eran la columna vertebral del sistema 4-2-4 por el que apostó Guttmann.

Con esos mimbres ganó la Liga 59-60 y la Copa de Europa de 1961. Aquella final la jugó contra el Barcelona en Berna (Suiza) y se conoce históricamente como la final de los postes. El Benfica ganó 3-2 pero se encomendó a la madera para levantar su primer trofeo europeo. ¡Hasta 3 veces se encontró el Barça con el palo!

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El descubridor de Eusébio

Un año después (1961-1962) y en su defensa del título, el Benfica se hizo más fuerte. Las apariciones de los jóvenes Simões y sobre todo de Eusébio reforzaron a los campeones. Guttmann fue el mentor del delantero mozambiqueño, que se destapó como el mejor jugador portugués de todos los tiempos (Mozambique era por entonces una colonia lusa).

El Benfica llegó un año más a la final de la Copa de Europa, aunque esta vez frente al Real Madrid. Los españoles habían ganado los 5 primeros trofeos y querían recuperar su trono en Ámsterdam. Púskas hizo todo lo posible anotando 3 goles pero el Benfica remontó en la segunda parte. Un latigazo de Coluna y dos goles de Eusébio dieron el Bicampeonato de Europa al conjunto lisboeta.

La maldición de Béla Guttmann

Aquel sería el último servicio de Béla Guttmann con el Benfica. En su contrato no se incluían primas por ganar la Copa de Europa y tras levantar su segunda Copa exigió un aumento de sueldo que nunca llegaría.

El Benfica se remitió a lo firmado y el preparador magiar dimitió en la cumbre. Antes de marcharse declaró: “El Benfica no volverá a ganar un título europeo en 100 años”.

56 años después y tras 7 finales perdidas la Maldición de Béla Guttmann aún sigue vigente.