Seattle Sounders FC levantó su segunda MLS Cup en cuatro años, demostrando su fuerza en el soccer estadounidense y convirtiéndose en el mejor equipo de la última década. Desde el primer minuto se vio un partido muy intenso en el que las ocasiones de gol no fueron muy claras y llevaron a ver una disputa en el centro del campo sin que ninguno de los equipos tomase el control. Sólo en los últimos fue cuando se abrieron las defensas y cada equipo contó con una acción en la que pudieron decantar el resultado pero no lo consiguieron. Con el inicio de la segunda mitad, el partido estuvo bastante lento y sin ningún equipo dominante hasta que en una acción aislada, Leerdam adelantó a los locales, encarrilando la final. Los canadienses trataron de dar la vuelta al marcador, pero fueron los Sounders los que en dos nuevas ocasiones dieron el resultado por finiquitado, a pesar de un gol de Altidore en los últimos minutos para recortar distancias.

Mucha intensidad, pocas ocasiones

Una final. 90 minutos para decidir el campeón de la MLS Cup y eso se dejó ver desde el primer minuto, con so dos equipos muy seguros en su juego y tratando de no cometer errores en zonas de riesgo. A pesar de ello, los visitantes fueron los que dieron la primera demostración de fuerza con un disparo desde fuera del área, fácil de detener para el guardameta local. Esta ocasión fue el preludio de lo que se pudo ver en los siguientes minutos, con Toronto FC teniendo el control de la pelota y buscando espacios en una defensa rival muy rocosa.

Seattle Sounders tardó más de diez minutos en aparecer en el balcón del área rival para tener su primera ocasión. Fue con una cabalgada de Jordan Morris desde su propio campo en la que con potencia logró pisar área rival, pero su disparo se marchó por el lateral del área. A partir de esta acción, el conjunto ‘esmeralda’ comenzó a pisar campo rival con el control de la pelota en más ocasiones, aunque no lograron convertirlas en oportunidades.

Sobre el ecuador de la primera mitad el juego entre ambos equipos se igualó en el centro del campo. Aunque los canadienses eran los que lograban tener un mayor control de la pelota, no consiguiendo imprimirle profundidad en sus acciones, los locales sí que lo lograron. Los Sounders aprovecharon la mínima oportunidad para salir a la contra y sólo la falta de acierto en el último pase impidió a estos generar una ocasión manifiesta de gol.

Francine Scott (VAVEL.com)
Francine Scott (VAVEL.com)

Poco a poco la intensidad del juego aumentó, entrando el partido en unos minutos de locura en los que todo pudo pasar. Primero los locales y posteriormente los visitantes asediaron la portería de su rival para buscar el gol que les permitiese adelantarse en el marcador. Los Sounders fueron los primeros en avisar con una serie de acercamientos en saques de esquina en los que Torres tuvo a mejor oportunidad al rematar un balón por encima del larguero.

A partir de ese momento hasta el final de la primera mitad, el control de la pelota y las ocasiones fueron para los canadienses. Con más intenciones que efectividad, Toronto FC encerró a su rival en campo propio, pero consiguieron generar una ocasión de peligro. Un disparo cruzado de Benezet que obligó a Frei a sacar un mano espectacular cuando el balón se dirigía al interior del área.

Cuando el descanso se sobrevenía y parecía que ya nada podría cambiar el empate en el marcador, los Sounders FC dieron un último coletazo con la ocasión más clara. Ruidíaz se anticipó a su marcador y aprovechando un error de este se presentó solo ante el guardameta. Sin embargo, el disparo fue rechazado, acabando así con una primera mitad muy intensa

Goles que valen títulos

La segunda parte inició con una propuesta defensiva por parte de ambos equipos en la que no se pudo ver demasiada presencia en áreas rivales. Esto dejó una gran presencia de los futbolistas en el centro del campo, donde sólo las apariciones de Pozuelo por parte de los visitantes dieron algo más de desequilibrio al juego.

Tras varios minutos sin presencia en las áreas, una acción aislada y sin demasiado peligro sobre la portería visitante, finalizó con el primer gol del partido a favor de los locales. Kelvin Leerdam recibió un balón en la esquina del área y tras un recorte sobre la portería, se quedó en disposición de tirar. El lateral golpeó a puerta pero su disparo se marchaba desviado hasta que un defensor en su intento de despejar se introdujo la pelota en su propia puerta y adelantó así a los Souners FC.

Este gol obligó a los canadienses a cambiar el desarrollo del partido y esto provocó que comenzase a realizar varios cambios. Dio entrada a dos jugadores de ataque como Nick DeLeon y a Altidore para sumar mayor músculo en el ataque y cambiar el sistema para buscar generar mayor número de ocasiones de gol.

Sin embargo, ya fuese por la prisas por empatar y por el tiempo que corría en su contra, los errores en las transiciones provocaron que los canadienses fueran alejándose cada vez más del área rival. Estos fallos los aprovecharon los locales, en donde un Víctor Rodríguez que entró desde el banquillo tuvo una buena participación, poniendo el colofón unos minutos más tarde.

Francine Scott (VAVEL.com)
Francine Scott (VAVEL.com)

A falta de poco más de diez minutos para el final del encuentro, la pasividad de una noqueada defensa canadiense permitió a los locales realizar una gran acción combinativa que finalizó en gol. Al primer toque y demostrando una gran velocidad en la transición, Víctor Rodríguez recibió un balón en la frontal del área y tras encarar portería, encontró el hueco por el que disparar y anotar el segundo gol para su equipo.

Desde ese momento el partido comenzó a tener un claro color ‘escarlata’. Los canadienses volcaron su juego sobre la portería local, pero no fueron capaces de llevar el juego a su terreno. Muchas imprecisiones, falta de espacios y total descoordinación provocaron que los visitantes no consiguiesen ni tan siquiera disparar a puerta, facilitando así el trabajo defensivo de su rival.

En el último minuto del tiempo reglamentario, la final quedó totalmente definida en una acción en la que los Sounders consiguieron anotar el tercer y definitivo gol. Un despeje de Svensson permitió a Ruidíaz superar en carrera a un Mavinga tocado y presentarse solo ante el guardameta al que superó con una definición perfecta y lograr el gol que cerraba el título y hacía estallar de felicidad a los más de 69.000 espectadores del Link Field.

En el tiempo de descuento, Toronto FC fue capaz por primera vez de encontrar el gol. A la desesperada y en una acción desde la banda, Altidore remató de cabeza un centro que el guardameta no consiguió detener y mandó el balón al fondo de la portería, anotando así el gol de la honra con la que finalizó el partido.

El pitazo final llegó y Seattle Sounders FC se convirtió en el campeón de la MLS Cup por segunda ocasión en un partido en el que consiguió aprovechar sus ocasiones a la perfección.