Volvió la competencia para los seleccionados sudamericanos. Argentina y Ecuador disputaron su primer partido del año y dieron comienzo a las eliminatorias sudamericanas rumbo a Qatar 2022.

Lionel Scaloni dispuso desde el inicio un equipo que se puede volver habitual, con futbolistas que se asentaron especialmente a partir de la Copa América Brasil 2019. Franco Armani; Gonzalo Montiel, Lucas Martínez Quarta, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Leandro Paredes, Marcos Acuña; Lionel Messi, Lautaro Martínez y Lucas OcamposEl arquero de River ganó la pulseada por sobre el alto nivel de Emiliano Martínez en Europa, mientras que el lateral derecho del mismo club y el zaguero recientemente transferido a Fiorentina se ganaron un lugar. De ahora en adelante podría esperarse verlos frecuentemente como titulares.

Por el lado de la visita, Gustavo Alfaro apeló a un planteo típico durante su carrera para encarar el primer examen al frente de Ecuador: un 4-1-4-1, con A. Domínguez; E. Ferigra, X. Arreaga, R. Arboleda, P. EstupiñánC. Gruezo; R. IbarraA. Franco, M. Caicedo, A. MenaE. Valencia.  De esta manera La Tri se plantó en La Bombonera, para  dar batalla a la ambiciosa Selección Argentina.

  • Un desbloqueo temprano y fundamental para el local

Ni bien rodó la pelota, las intenciones de cada conjunto se volvieron evidentes: Argentina controlaba la posesión, el Ecuador de Alfaro cedió sin preocupación esa tarea, mientras que procuraba cerrar los accesos a su propia área

La idea del entrenador visitante fue fructífera a lo largo de su trayectoria en el fútbol argentino. Con experiencia al mando de equipos de menor poder durante su carrera, ante un rival fuerte como el que enfrentó en la apertura de las Eliminatorias, replicó un modelo suyo. La intención fue complicar, batallar y cerrar opciones al local

El encuentro fue lento y trabado. Foto: Selección de Ecuador Twitter @LaTri
El encuentro fue lento y trabado. Foto: Selección de Ecuador Twitter @LaTri

El conjunto de Lionel Scaloni comenzó paciente, con sus laterales atentos para subir, tanto para atacar como para presionar adelantados, y con Ocampos y Acuña pegados sobre la banda. Messi se desempeñó con amplia libertad para moverse desde la derecha hacia el medio, y viceversa, con un rol de conducción, por momentos. Paredes y De Paul, el eje del centro, afirmados en el once inicial, gestionaban la circulación de la pelota y buscaban conectar tanto a los costados como con la delantera. 

El objetivo del visitante por mantener el cero lo mayor posible, desesperar al rival y aguardar por alguna ocasión, se vio derrumbado de manera temprana, pero el gol tampoco alteró su comportamiento. A los 12 minutos, una gran conexión entre Messi y Ocampos finalizó con penal a favor suyo tras una infracción cometida por Estupiñán sobre el jugador de Sevilla. El capitán del Barcelona convirtió el disparo y puso en ventaja a la albiceleste.

  • Poco brillo y protagonismo compartido

Luego del gol, la tenencia de balón disminuyó para Argentina. No pretendió dejar de hacerlo, continuó con salidas desde el fondo, ha presionado en algunas oportunidades, pero el encuentro fue trabado para ambos seleccionados. Ecuador influyó en ello: mantuvo la concentración y su pretensión de bloquear las alternativas del local, disputó con fiereza los balones e intentó mejorar un poco la tenencia. Pero no han podido hacer daño en la portería contraria. Martínez Quarta y Otamendi intervinieron correctamente en los anticipos y desactivaron pases largos del rival. 

La zaga contraria, Arreaga y Arboleda, también actuó bien encima de Lautaro Martínez, no le permitieron moverse con facilidad. Estupiñán tuvo la tarea de amenazar por el sector izquierdo, pero su equipo no ha encontrado lugar para lastimar. No hubo mayores llegadas ni claro dominio de ningún lado, aunque el panorama era peor para el visitante, abajo en el marcador y sin augurios para igualarlo. De hecho, recién al cierre de la primera etapa, por un tiro libre, se produjo su primera aproximación al arco de Armani.

Tras el entretiempo, la posesión continuó repartida. Argentina disminuyó la presión y esperó en su campo cuando no tenía el balón. La Tricolor, que realizó una modificación (Angelo Preciado por Ferigra) tampoco pudo adueñarse de la conducción, y Gruezo, Caicedo y Franco siguieron con su constante función de interrumpir los avances rivales y recuperar la bola. 

Foto: Selección Argentina
Foto: Selección Argentina

No hubo un protagonista evidente en el transcurso del juego. Ambas selecciones se repartieron el rol de manejar los hilos, pero con poca productividad. Los dos porteros se vieron exigidos únicamente a los 47', por un intento de Ocampos, y a los 66', por una aproximación de Estupiñán. El lateral izquierdo de Villarreal asumió la responsabilidad de mostrarse como llegada permanente del visitante.

Estupiñán se unió al ataque e intentó generar opciones para Ecuador. Foto: Selección de Ecuador
Estupiñán se unió al ataque e intentó generar opciones para Ecuador. Foto: Selección de Ecuador

Scaloni había dado entrada a Eduardo Salvio por Acuña, y posteriormente también dio lugar a Lucas Alario, en reemplazo de Lautaro Martínez.

El equipo de Alfaro siguió con una tarea clara: no perder la calma y mantener la concentración en su juego. El resultado no afectó su comportamiento. Ecuador soñaba con encontrar una oportunidad para dañar, pero no se ha enloquecido por lograrlo. Intentó conservar el orden y la apretada diferencia, que después de todo sería producto de un penal y tampoco sería reprochable en un escenario difícil frente a un gran adversario. 

Hubo un momento en el que Gonzalo Plata, que reemplazó a Ibarra, condujo una situación de peligro cuando estuvo a punto de eludir a Otamendi con mucho campo por delante, pero el defensor lo cortó con falta. 

Ambos entrenadores han hecho uso de la posibilidad de realizar cinco cambios. Lechuga metió a Romario Ibarra por Caicedo, y más tarde, a Michael Estrada por Mena. Con pocos minutos por disputarse, Scaloni colocó a Juan Foyth en lugar de Montiel y a Nicolás Domínguez en sustitución de Ocampos. 

Argentina tuvo enfrente a un equipo característico de Gustavo Alfaro: cerrado, batallador y que no pierde la cordura. Ecuador mantuvo un papel similar durante los 90 minutos, un desempeño que fue constante a pesar de la desventaja. Sin desesperación por igualarlo, y mayor vocación para sostener el resultado corto. Hizo un papel que sólo fue afectado por el penal tempranero, pues de no ser por él, quizás habría logrado el punto deseado. No pudo lograrlo, pero tampoco se marchó con demasiados goles en contra de La Bombonera. El resultado no es el ideal, pero puede servir para la construcción de un nuevo proyecto.

La albiceleste tuvo la fortuna de desbloquear rápidamente la propuesta rival. Argentina no brilló. Tampoco sometió a su rival, ni tuvo ocasiones concretas para estirar la diferencia. Pudo gritar poco tiempo después del pitazo inicial, y ello le dio margen para encarar el resto del partido. No tuvo serias amenazas rivales, ni tampoco fue peligroso en el área contraria. Con un rápido gol logró destrabar lo que podría haber sido una noche ardua y desesperante ante un visitante luchador. Sumó con tranquilidad los tres puntos, comenzó las eliminatorias de la manera que ansiaba, y partirá a un difícil destino como Bolivia para continuar el extenso camino preliminar a la próxima Copa del Mundo.