El azar y las bolas obraron para que en el grupo H se encontraran un finalista, un semifinalista, un histórico, venido a menos, y un pequeño aspirante. Contra todo pronóstico, quien rozó la orejona ha estado en el alambre. Old Trafford acogía un choque de altos vuelos. La coyuntura que atravesaban ambos conjuntos se manifestaba antes de que el balón echara a rodar. Los red devils con la caballería en tres cuartos, Martial, Bruno Fernandes, Rashford y Cavani; los parisinos, sin Di María, con un 3-4-3 donde Danilo se ubicó como central capital, pasando Diallo a la izquierda. Con más miedo a perder que a ganar. El Leipzig había hecho los deberes venciendo agónicamente al Istanbul Basaksehir (3-4), lo que obligaba al cuadro francés a ganar para depender de sí mismo la última jornada. Lo hizo, y ahora el balón cae en el tejado del United. Moneda al aire.

Mitad y mitad de la primera mitad

El PSG optó por la valentía con el balón. La magia la pondrían dos genios del balompié. Mbappé protagonizó su primera arrancada con un final brillante, no por su ejecución, sino por su resultado. La internada del galo por dentro acabó con un rechace que Neymar enganchó de volea para fusilar la portería de De Gea. En tan solo seis minutos los franceses habían modificado su presente y futuro. El dominio se intensificó, y el United pasó a corretear sin fundamento ninguno hasta que Bruno Fernandes y Rashford se encontraron. Los parisinos seguían avasallando el área red y Neymar cerca estuvo de protagonizar el gol de la Champions con una media chilena. Con las emociones a flor de piel, Fred confrontó con Paredes en una acción en la que Orsato tuvo ir a la pantallita para amonestar al centrocampista brasileño por un "semicabezazo" sobre el argentino. Una pequeña tangana que quedó en nada. 

Neymar golpeando el balón que supondría el 0-1 / FOTO: PSG
Neymar golpeando el balón que supondría el 0-1 / FOTO: PSG

El partido dio un giro de 180 grados. Los diablos rojos impondrían su nombre sobre su territorio y el dominio se tradujo en el empate. Martial obligó a Keylor a estirarse por bajo, aunque inmediatamente después sería Danilo quien desviaría la respuesta de Rashford, introduciendo el balón en su propia portería. 

Rashford, detonante del aumento de protagonismo del United / FOTO: UEFA
Rashford, detonante del aumento de protagonismo del United / FOTO: UEFA

Las hostilidades se desatarían de nuevo entre Fred y Paredes, siendo el de Buenos Aires quien se ganase la cartulina amarilla tras barrer al de Belo Horizonte. Las fuerzas se igualaron con el descanso llamando a la puerta, aunque las guerrillas se desencadenaron entre los integrantes de ambos equipos. El ejercicio de contención de McTominay sobre Neymar suscitó que las chispas saltaran camino de vestuarios. 

La elección del repliegue perjudicó al PSG, que dotó de oxígeno a un United que deambuló sobre el verde los 20 primeros minutos. Los mancurianos dieron un paso al frente y encontraron los espacios para equilibrar el electrónico. La contención de un equipo moldeando para imponer su autoridad y no denegarla abrió las aguas. 

La ineficacia atormenta al United

La segunda parte asentó la comodidad de los diablos al contragolpe. La primera conexión de tres de sus hombres de caballería no supuso el 2-1 por un incomprensible error de Martial en boca de gol. La sociedad Rashford-Cavani, con devolución de tacón del segundo, regaló al francés un centro franco para empujarla. La empujó a las nubes, con Keylor ya vencido.

FOTO: Manchester United
FOTO: Manchester United

Tuchel empujó hacia delante a los suyos, lo que desmenuzó sus entrañas. Desde Manchester encontraron su oasis. Cavani la picó con majestuosidad al travesaño. El rechace volvió a caer en Martial, que vio como Marquinhos le negaba el gol. Desde la UCI el PSG revivió. Evitando un gol y rozando dar otro, Marquinhos remataba al palo un centro de Florenzi. Los síntomas de recuperación se constataron con la entrada de Ander Herrera y Bakker por Kean y Paredes. El joven holandés obligó a De Gea a tirar de reflejos para repeler su potente disparo.

Si los británicos avisaron sin contundencia, los franceses corroboraron su crecimiento con un gol capitalino. Brillaba el minuto 68 en el marcador cuando una carambola dejó el balón en los pies del capitán, que entre un mar de futbolistas reds, apareció para puntillear la asistencia de Diallo. Un talón salvó al brasileño de la posición antirreglamentaria, aunque la pesadilla aun no había acabado en Old Trafford. Fred vio la segunda amarilla al minuto tras un robo al límite sobre Ander Herrera. Tocó balón el brasileño, pero Orsato consideró que merecía la expulsión. 

Marquinhos celebrando el 1-2 / FOTO: PSG
Marquinhos celebrando el 1-2 / FOTO: PSG

Se le ponía cuesta arriba la clasificación al United, cuyas desgracias se multiplicaron con la lesión de Rashford. Pogba, Van de Beek y Greenwood aportaron un aire enriquecedor en los últimos compases, enclaustrando al PSG y buscando el milagro a la desesperada. Un misil de Pogba acarició el palo, pero en eso se quedó el United, en simples lamentos.

La bóveda de las ocasiones se abrió de par en par para Mbappé y Neymar, que aprovecharon su potencia al espacio para matar el encuentro. El galo tiró de exuberancia para generar un contragolpe en el que pecó de egoísmo. Rozó el gol ante la desesperación de Neymar al segundo palo. Sin embargo, el brasileño tendría en el 91 su doblete. La recepción del recién entrado Rafinha en el área desarboló la zaga, que presenció impasible como el 10 empujaba el 1-3.

Neymar celebrando el 1-3 definitivo / FOTO: PSG
Neymar celebrando el 1-3 definitivo / FOTO: PSG

 

Salvó el match-ball el PSG, que mete en un aprieto al Manchester United. Había mucho en juego y las altas cargas de tensión en el ambiente dejaron acciones al límite en ambos lados. Los altibajos protagonizaron el encuentro, saltando el protagonismo de un lado a otro sin jerarquía ni control. La zozobra invadió por momentos París, que sentía la eliminación soplándole en la nuca. Los reds devils se repusieron del arreón inicial y se acomodaron con balón. La expulsión de Fred y la cuantía de ocasiones al limbo engulleron sus opciones. 

El oportunismo decantó la balanza del lado francés, y con ella, una victoria vital para su supervivencia en Europa. El panorama con el que salían a Old Trafford dio un vuelco con el pitido final. Los parisinos han de ganar a un asequible Istanbul Basaksehir en el Parque de los Príncipes. Al combinado mancuriano le vale el empate en el Red Bull Arena, pero se abocan a la resolución en la última jornada. Estallarán los corazones en Alemania. Los diablos contra los toros. Ondea un triple empate a 9 en el grupo. Solo dos pueden quedar.