Gran inicio por parte de “Les onze montrealais” que, prácticamente en la primera llegada sobre la portería rival cuando penas transcurrían 2 minutos, lograron aprovecharse de un desajuste de la defensa de Toronto para adelantarse en el marcador. Una acción a la contra en la que Toye apareció libre de marca en el borde del área sin nadie que le marcase, y con una sutil definición con el interior a la escuadra más alejada puso a su equipo por delante en el marcador.

Pero la respuesta de Toronto no se hizo esperar y en un balón al espacio para la carrera de Shaffelburg, este se presentó solo ante el portero, pero su definición se marchó al lateral de la red.

Espoleados por el gol o defensores de una idea, CF Montréal fue el único equipo que ofreció una idea de juego en estos minutos planteando una salida de balón controlado, pero solo encontró espacios a la espalda de los laterales, creando acciones que solo les permitió salir de la tibia presión rival. Los visitantes por el momento no encontraban la mejor versión de su juego, solo lograban llegar a las inmediaciones de la portería rival con balones al espacio y que apenas generaban peligro a una defensa que en el repliegue se presentaba con cinco efectivos.

Con Toronto FC insistiendo sobre la portería local con ataques muy tibios, estos consiguieron volver a sorprender con un contraataque que terminaría de la misma manera que el anterior, en gol. Aprovechando nuevamente los espacios a la defensa, Waterman mandó una pelota a Quioto en la que el delantero superó a su marcador en velocidad, llegando hasta el interior del área donde batió al portero con un potente disparo al primer palo. Por delante, más de 20 minutos en donde se planteaba un partido muy cómodo.

Tras este gol Toronto FC tuvo unos minutos en los que adelantó sus líneas, tuvo el control de la pelota, pero no fue capaz de encontrar espacios en la poblada defensa local. La falta de ideas permitió que Montreal lograse contestarle la iniciativa, consiguiendo aparecer también en las inmediaciones del área. Sin embargo, el resultado no sufrió variaciones hasta los últimos minutos.

Al borde del descanso, Waterman estuvo muy poco listo y dejó que su rival se adelantase cogiéndole el espacio, lo que provocó que el central lo derribase y el colegiado señalase la pena máxima. Auro Jr. fue el encargado de disparar, pero Diop detuvo una pésima definición. Sin embargo, desde el VAR avisaron al colegiado de la posición adelantada del portero, haciendo repetir el penal, que en esta ocasión Delagado se encargó de transformar, llegando así al final de la primera mitad,

Los primeros compases de la segunda mitad fueron de tanteo por parte de los dos equipos, no viendo dominio por parte de ninguno de ellos. A pesar de que los visitantes necesitaban un gol para el empate, no eran capaces de sobreponerse al buen planteamiento de su rival. Cuando apenas se había llegado a los diez primeros minutos, en el primer acercamiento de los locales, estuso volvieron a poner distancia en el marcador gracias a una acción a balón parado. Un saque de esquina al segundo palo fue cabeceado de manera imponente por Wanyama, colocando nuevamente una ventaja de dos goles en el marcador.

Tras este tercer gol, Toronto pareció despertar del letargo en el que estaba sumido, llevando la iniciativa y consiguiendo jugar durante una gran parte del tiempo en campo rival. Fueron algunos minutos en los que mantuvo la presión sobre su rival, pero la falta de jugadores determinantes en el ataque hizo que apenas consiguiesen generar acciones claras de peligro.

Con los visitantes volcados en el ataque fue cuestión de tiempo que CF Montréal volviese a encontrar espacios a la espalda de la defensa rival, y más ahora con el equipo tan adelantado. En una de estas acciones, la pelota llegó a Hurtado quien se dirigió en velocidad a portería aprovechándose de la adelantada defensa rival y sobre el borde del área dio un pase a Mihailovic quien se deshizo de un defensor y batió al guardameta con un potente disparo a la escuadra. Cuarto gol con poco menos de 20 minutos por disputarse que colocaba el partido casi cerrado para los locales.

Tras el gol, el antiguo Impact consiguió manejar el ritmo del partido, teniendo la pelota y tratando de sorprender con alguna rápida acción, eso sí, sin arriesgar. Pero este planteamiento solo duró lo que Toronto retomó la iniciativa y buscó el gol que recortase distancias. Hasta el final del partido los visitantes mantuvieron este desarrollo, llegando incluso a conseguir un segundo gol que maquillaba el resultado en una acción individual de Laryea con al que terminaría el partido.

Esta victoria, además de ser la primera de la temporada para CF Montréal, significó que le primer envite del Canadian Classique se marchaba para “La Ciudad de los Mil Campanarios”.