Por la jornada 34, el Chelsea derrotó 2-0 al Fulham y consiguió una buena victoria que lo ayuda a asegurar su plaza para la UEFA Champions League, a falta de cuatro partidos por disputar.
Los Blues salieron al campo con un esquema ofensivo y que les permitiera tener el dominio del balón: 3-4-2-1. Tuchel ha realizado cuatro modificaciones, dándoles un descanso a los futbolistas que jugaron el miércoles ante el Real Madrid. Zouma, James, Gilmour y Ziyech reemplazaron a Rudiger, Azpilicueta, Jorginho y Pulisic.
El equipo White utilizó un 4-2-3-1, con Josh Maja como única referencia en ataque. Parker repitió el mismo equipo que empató ante el Arsenal como visitante.
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Los Blues controlaron el juego durante la primera parte
El Fulham comenzó el encuentro mejor situado en el campo y presionaba a su rival en la salida. A los jugadores del Chelsea le costó amoldarse y no lograban mantener el balón.
Sin embargo, los Blues abrirían el marcador en su primera llegada al área contraria. Mount envió el esférico al espacio para Havertz, que lo cruzó al palo izquierdo ante la salida de Areola.
Tras el gol, los locales dominaban la posesión y contenían a su rival. Mount demostraba su calidad en el juego. Estaba presente en el mediocampo, ayudaba en la parte trasera y también creaba oportunidades frente a la portería.
No obstante, el Fulham contaría con una clara ocasión para empatar. El Chelsea no logró despejar el peligro tras un saque de esquina. Lookman controló el balón y disparó, pero Mendy realizó un paradón para evitar el gol.
Los Blues presionaban alto e impedían que los Cottagers generaran situaciones y se vieran obligados a tener el balón en su campo. El equipo visitante mantenía el balón en el mediocampo pero no podía atacar en el último tercio.
Sobre el final de la primera parte, el conjunto de Tuchel pudo ampliar el marcador. Werner recuperó el esférico en la mitad del campo, luego protagonizó una gran carrera por la derecha y metió un pase al medio para Ziyech que remató. El remate del marroquí fue atajado milagrosamente por Areola.
En la última jugada previa al descanso, el Fulham tuvo una gran oportunidad para anotar. El balón le cayó a Aina en el borde del área y conectó un potente disparo que se desvió de James y amenazó a Mendy con meterse en la portería. El francés, con grandes reflejos, logró despejar el esférico.
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El Chelsea mantuvo la compostura en el complemento
La segunda parte mostró un juego pausado en el comienzo. El equipo local dominaba el balón con tranquilidad y buscaba abrir a la defensa rival que se mostraba firme.
Apenas, cuatro minutos tardaron los Blues en ampliar el marcador. En una gran jugada ofensiva, Havertz recibió en banda derecha, controló, conectó con Werner y su compatriota lo dejó mano a mano ante Areola. El extremo no decepcionó y deslizó el balón hacia el fondo de la red.
Tras el segundo gol, el Chelsea mantenía una posesión larga y no se apuraba en atacar. El Fulham se colocaba en buenas posiciones en el último tercio, pero sus centros al área no han sido lo suficientemente buenos para sorprender a su rival.
Los Cottagers empezaban a quedarse sin ideas. Los Blues se encerraban en su campo para apostar al contraataque de la mano de Werner, Mount y Havertz. A los 73 minutos, Areola anticipó una gran asistencia de James que buscaba encontrar a Timo.
En los últimos minutos del encuentro, el juego mostraba un ritmo más lento a causa de las modificaciones que decidieron realizar ambos equipos. A los dirigidos por Tuchel les servía para que tiempo transcurriese más rápido.
Los Whites buscaban aprovechar una jugada a balón detenido para descontar. Sin embargo, sus delanteros no se mostraron precisos y no lograban superar a la defensa rival. Los locales tocaban el balón sin apuros y no buscaron arriesgarse en ataque.
El Chelsea profundiza su buen momento futbolístico y llega en gran forma al encuentro de Vuelta ante el Real Madrid. En Premier League han perdido un solo partido de los 14 que han disputado con Tuchel en el banquillo. El Fulham suma su sexto partido sin conocer la victoria y empieza a asimilar que el descenso al Championship será imposible de evitar.