El Oporto inscribió una vez más su nombre en la lista de ganadores de la Copa de la Liga (con 18 taças en total), tras vencer al Sporting de Portugal. Leones y dragones ya jugaron en anteriores ocasiones cuatro finales de la Taça da Liga. Los de Conceiçao siempre perdieron, pero esta vez lograron levantar el título ante un rival que propone un buen fútbol. Los dragones vencieron por 0-2 con un gol tempranero de Stephen Eustaquio y otro de un conocido del fútbol español como es Iván Marcano.

La final fue pareja entre los dos clubes, aunque por momentos el Sporting fue más dominador. Los locales reaccionaron e incluso llegaron a ser superiores, pero la expulsión de Paulinho por doble amarilla en el minuto 72, derribó las ambiciones de los lisboetas. El Oporto comenzó el partido con mucha presión, posesión de balón e intensidad. En el minuto 10, Stephen Eustaquio disparó desde fuera del área para marcar el primer gol para el Oporto. Antonio Adán, exportero del Real Madrid, pudo haberlo hecho mucho mejor.

Jugadores del Oporto celebran el segundo gol. Fuente: FCPorto
Jugadores del Oporto celebran el segundo gol. Fuente: FCPorto

Cuatro minutos más tarde, Marcus Edwards superó a Cláudio Ramos e igualó para el conjunto local, pero el VAR anuló el tanto debido al fuera de juego del centrocampista inglés. El comienzo fue bastante frenético, y es que pese al gol del Oporto, el Sporting de Portugal insistió y creó numerosas ocasiones. Sin embargo, el Oporto también avisó mediante el japonés Morita, pero Cláudio Ramos estuvo providencial.

En el minuto 36, el cuadro dirigido por Ruben Amorim tuvo dos jugadas increíbles: primero fue Pedro Porro, con un disparo espectacular, que terminó en el poste, y luego Pedro Gonçalves, su tiro se desvió sobre Uribe y se fue al larguero también. El Oporto sobrevivió a las emboscadas del Sporting al descanso. Los pupilos de Amorim se macharon sin ese gol ansiado y psicológico. Por parte del Oporto, Eustaquio fue el jugador más participativo: ayudó en el centro del campo, sobre todo, por sus recuperaciones de balón y todas sus acciones defensivas.

La segunda mitad empeoró. Es cierto que el Oporto corrigió posiciones y reequilibró los acontecimientos, pero el partido se volvió más lento, con muchas faltas. Por este mismo motivo, en el minuto 72, Paulinho vio la segunda amarilla -en una pelea con Pepe- y fue expulsado, dejando a los leones con diez jugadores. A partir de aquí, el intento de los sportinguistas para marcar el empate fue una tarea complicada. Los de Amorim se vieron  con una cierta incapacidad colectiva para proponer en el área rival. El técnico de los leones dio entrada a Fatawu, que no jugaba desde el mes de diciembre, y sacó a Nuno Santos.

Los cambios no surtieron ningún efecto y el Sporting, por más que tuvo la posesión, no supo materializar. Las oportunidades de los dos equipos fueron escasas, aunque el Oporto supo aprovechar las pocas ocasiones que tuvo: Pepe estuvo a punto de marcar, pero fue el otro central, Iván Marcano, quien puso el segundo gol portista con un  buen cabezazo. El Sporting lo intentó, casi siempre, mediante la banda de Pedro Porro, pero las posibilidades de hacerse con la Taça fueron una misión imposible en los últimos segundos de la final.

Los dragones van cimentando un estatus muy especial en la historia del club. Los de Sérgio Conceiçao lograron su segunda Copa de La Liga consecutiva y ya son 18 las taças de la liga que lucen en sus vitrinas. Mientras que para el Sporting de Lisboa, la final perdida se une a la fuerte posibilidad de quedarse sin Pedro Porro, que está a un paso de hacer las maletas al Tottenham Hotspur. La Copa que solía alegrar a la afición de Alvalade, la Copa que tanto trajo Amorim, fue un golpe en la temporada leonina.