Se ha hablado largo y tendido sobre el colosal proyecto del PSG desde que, hace ya más de un lustro, el jeque Nasser Al Khelaifi se erigiera como máximo mandatario del club de la capital francesa. Los éxitos a nivel nacional no tardaron en llegar, pues cuatro ligas de las últimas seis disputadas han ido a parar a sus arcas, además de un gran arsenal de triunfos coperos. En Europa, sin embargo, la suerte ha sido bien distinta, al no haber superado nunca la barrera de los cuartos de final.

Para Unai Emery y los suyos, la UEFA Champions League 2017/2018 se presenta como la gran prueba de fuego, en el año en que se han incorporado a la plantilla tres piezas que manifiestan el favoritismo parisino. Con Neymar y Kylian Mbappé en su disciplina, el PSG se asegura no adolecer nunca de un elemento de calidad suprema que pueda decidir en grandes escenarios como el de este miércoles ante el Bayern, uno de los conjuntos más dominantes del panorama continental en los últimos años, y dirigido por un auténtico especialista de la competición, como el italiano Carlo Ancelotti. Ahí donde la élite de los grandes bloques más exige, el plus que aportan los jugadores diferenciales son los que permiten alcanzar la gloria. Y, hoy por hoy, éstos están del lado de Unai Emery.

Carlo Ancelotti regresaba a la que fue su casa durante dos temporadas. | FOTO: @FCBayern
Carlo Ancelotti regresaba a la que fue su casa durante dos temporadas. | FOTO: @FCBayern

Los locales afrontaban uno de los grandes duelos de lo que queda de año con su once de gala, en el que volvían a estar juntos Neymar Jr., Kylian MbappéEdinson Cavani. Carlo Ancelotti prescindió de los extremos, buscando mucho más control en la medular con la presencia de James Rodríguez por delante de Tolisso, Thiago Alcántara y Arturo Vidal. Pese a la extraordinaria habilidad en área de ambos, Thomas Müller y Robert Lewandowski se quedaron sin ver puerta, lo que habla muy bien de la zaga parisina y de un Alphonse Aréola que, tras su actuación de hoy, confirma que ha recuperado su mejor versión.

El encuentro cayó muy pronto en manos de la figura de Neymar. El brasileño volvió a evidenciar que, ante la presencia de dos grandes fuerzas colectivas, la calidad individual de los mejores jugadores decanta los grandes duelos. Así lo empezó a hacer el ex del Barcelona cuando el reloj señalaba el segundo minuto de partido, con una excelente diagonal hacia dentro, evitando a varios rivales y cediendo con un pase individual a Dani Alves, que no perdonó frente a Ulreich.

No se debe infravalorar el impacto del experimentado lateral carioca en el ecosistema parisino. Alves es, actualmente, una de las mayores bestias competitivas del continente, y su carácter se antoja clave para que el PSG, en los grandes días, sepa estar a la altura del contexto. Así sucedió también en este choque, decantado por el ex de la Juventus mucho antes de que el Bayern pudiera ni tan siquiera imponer el ritmo deseado. En desventaja, los bávaros comenzaron poco a poco a reencontrarse, primero con el esférico, luego con las ocasiones y, por último, con un segurísimo Aréola.

Edinson Cavani celebra el segundo tanto de la noche. | FOTO: @PSG_Inside
Edinson Cavani celebra el segundo tanto de la noche. | FOTO: @PSG_Inside

Fue poco el tiempo en que la circulación de los de Ancelotti pudo alejar del juego a los tres peones ofensivos del PSG. Pasada la media hora, Edinson Cavani transformó una buena maniobra de Mbappé en el área en uno de los grandes goles de la jornada, con un zapatazo inalcanzable para el arquero visitante. Fue de ese modo como los de Unai Emery detuvieron la terquedad alemana para transportar el partido a sus dominios de ahí al término del primer tiempo.

El descanso corroboró la renuncia de Ancelotti al juego de tiralíneas en tres cuartos, retirando a James Rodríguez y Correntin Tolisso para introducir a Sebastian Rudy y a Kingsley Coman. Se buscaba más cemento con el alemán y una salida más violenta con el galo. Arjen Robben apareció más tarde, en un último intento por abrir el campo, pero fue con la diferencia ampliada cuando más cómodos se sintieron los locales. Con espacios, Kylian Mbappé se inventó un regate asombroso sobre Alaba para que, tras un centro rechazado, Neymar cerrara la cuenta parisina y colocara el 3-0 definitivo. La inapelable pólvora gala se impuso, con tres golpes, al bloque de un Bayern que sigue la tendencia de los últimos compromisos de liga, volviéndose peligrosamente plano.

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Sobre el autor
Alex Fernández
Redactor en VAVEL España y graduado en Economía. Fútbol y ciclismo. Escribo sobre lo que me gusta en Widefutbol.com