Con casi cuatrocientos partidos vistiendo la zamarra rojilla, a Patxi Puñal le quedan pocos secretos por descubrir del Club Atlético Osasuna. Quince temporadas en el equipo navarro le han servido para convertirse en el jugador con más partidos en la historia del club, por lo que son muchos los Sevilla – Osasuna que el del Huarte lleva a sus espaldas e, igual que al Comité antiviolencia nunca se le suele olvidar calificar estos duelos como de alto riesgo, el capitán osasunista sabe lo que les espera en la capital andaluza. "No nos suelen querer demasiado allí, pero cuando salimos de casa no vamos a que nos den besos y cariño. Nosotros los cariños los tenemos en casa, nos los dan nuestras mujeres y nuestros hijos. Allí vamos a pelear y a traer los puntos", afirmó con confianza ayer en rueda de prensa.

Y es que, si con algo cuenta Osasuna ahora mismo, es con confianza. Las dos últimas jornadas, ante el Málaga a domicilio -con una balsámica y sufrida victoria- y frente al Barcelona en El Sadar -consiguiendo un meritorio empate a cero-, han servido para confirmar el cambio de dirección que Javi Gracia pretendió darle al equipo tras la destitución de Mendilibar en un inicio pésimo del campeonato. Sin embargo, no hay que olvidar que los rojillos siguen en puestos de descenso, y cada partido es vital para mantener la lucha por alcanzar una zona más tranquila de la tabla. Ahora, en el equipo navarro son conscientes de la dificultad de la empresa. "No va a ser fácil, ninguno lo es y el de Sevilla menos”, ha sentenciado Puñal en su intervención ante los medios.

El equipo de Unai Emery llega a esta jornada tras empatar ante el Slovan Liberec hace solo dos días. Los nervionenses no supieron aprovechar su superioridad futbolística y a punto estuvieron de pagar muy caros sus errores. Un gol de Vitolo en el último suspiro permitía al equipo blanquirrojo conseguir un punto que les mantiene milagrósamente en el primer puesto del Grupo H de la Europa Legue. Pues, al parecer, el equipo sevillista se ha abonado, para bien y para mal, a los minutos finales de sus encuentros. Ante el Valladolid, dos goles de Manucho y Ebert pasado el minuto 80 evitaban la victoria de los andaluces, que ganaban 0-2 desde el primer tiempo, mientras que en la jornada anterior, Rakitic salvaba los muebles en el Pizjuán contra el Almería en el minuto 92 (2-1).

La exigente afición sevillista, acostumbrada a las grandes victorias de la época dorada del club, en la primera década del presente siglo, no acaba de aceptar la titubeante marcha del equipo, que ve en los partidos como local su única vía de escape. Mientras que fuera de casa todavían no han conseguido ninguna victoria, en el Pizjuán solo han perdido un encuentro, y fue en la primera jornada de Liga ante el Atlético de Madrid del Cholo Simeone. Por ello, ante las críticas recibidas por los últimos partidos, el Sevilla intentará frente a Osasuna una victoria que calme los ánimos de la grada y que, a la vez, le acerque a los puestos europeos. Y, para ello, hay pocos rivales mejores que los navarros.

Una rivalidad reciente

La enemistad entre rojillos y sevillanos no es de esas que llaman históricas. De hecho, hace apenas diez años que entre ambos equipos existe una tirria especial. La temporada 2002/03 sirvió para calentar el ambiente. Una polémica victoria por 2-1 de Osasuna en El Sadar, con un penalti muy discutido y una mano del australiano John Aloisi en el segundo tanto local, empezó despertar antipatías entre los nervionenses. Pero fue la eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey de esa misma campaña la que terminó por levantar las ampollas de los del Nervión.

Con 1-1 en el partido de ida, El Sadar aguardaba bajo una manta nieve al primer semifinalista del torneo del K.O. El escenario llamaba a la épica y con ella cumplieron ambos conjuntos. Un gol de Puñal de falta daba ventaja a los rojillos en el 75, pero, a dos minutos del final, el canterano sevillista Antoñito ponía las tablas en el marcador. El duelo se iba a la prórroga, que sería de infarto. Palacios tiraba de casta para volver a adelantar a los suyos con un tremendo testarazo, pero Casquero, diez minutos después, replicaba el tanto del navarro aprovechando un balón confuso en el área pamplonica. La grada se enfriaba por primera vez en toda la noche, a pesar de que durante todo el partido reinaron las bajas temperaturas. El Sevilla tocaba la semifinal con los dedos gracias al valor doble de los goles fuera de casa, pero por allí apareció el escurridizo Gorka Brit. El jugador de Tajonar era derribado dentro del área a falta de cinco minutos para el final y Muñiz Fernández decretaba la pena máxima. Emoción contenida en el feudo rojillo, tiraba otro de los de la casa: Iñaki Muñoz. Pero el rudo centrocampista rojillo no falló. Esta vez sí, la grada estallaba de júvilo y los visitantes caían rendidos sobre la fría nieve que cubría el verde.

El 23 de mayo de 2004 ambos equipos protagonizaron una de las mayores tangana de la historia de la Liga.

Emociones fuertes como las de aquel día son difíciles de contener, tanto para vencedores como vencidos y, quizá, en la última jornada de la temporada 2003/04, muchos de los protagonistas de aquel partido estuvieran pensando en aquella noche. Ese día, en el Ramón Sánchez Pizjuán, se celebró una de las mayores batallas que se recuerdan en la Liga española, y con batalla no nos referimos a simple palabrería bélica; ese partido se convirtió en la madre de todas las trifulcas. Agresiones, mordiscos, patadas y empujones marcaron el camino durante todo el partido a la mayor tángana que ambos equipos recuerdan. Un cabezazo del meta Estaban a Aloisi tras una dura entrada del delantero australiano fue el origen de la gresca. En ella, se implicaron plantillas y cuerpos técnicos al completo. Losantos Omar, el desafortunado árbitro que dirigió el partido, mostró diez tarjetas amarilla y cuatro rojas, a Pablo Alfaro, el Chengue Morales, Alfredo (que estaba en el banquillo) e Ibrahima Bakayoko. Este último protagonizó la imagen del partido -una de tantas- con un gancho en la cara del capitán sevillista, el propio Alfaro, que le dejó prácticamente noqueado y que supuso 15 partidos de sanción para el marfileño.

Duelos para la historia

Desde entonces, en todos los Sevilla-Osasuna se hace honor a aquel esperpento de partido con más de una patada a destiempo. Y es que, aunque escenarios como el de aquella tarde no se han vuelto a repetir, estos duelos suelen destacar por su dureza. Sin embargo, también hay sitio para el fútbol y la historia en las hemerotecas sobre esta rivalidad. En favor del conjunto sevillista, la semifinal de copa de la UEFA del año 2007. Un gol de Soldado de cabeza tras una falta lateral daba ventaja a los rojillos en el partido de ida. El equipo del Cuco Ziganda estaba completando su mejor actuación europea de la historia y viajaba a la capital andaluza para hacerse con un billete para la final de la segunda mejor competición continental. Pero Luis Fabiano primero, y Renato después, despertaban del dulce sueño a los osasunistas. Ese año, el equipo de Juande Ramos se proclamaría camepeón de la UEFA.

Pero, como siempre se dice, la modestidad de clubes como Osasuna tiene sus grandes títulos en la permanencia en Primera División, y el Sevilla ha dado grandes alegrías a la afición rojilla en este sentido. En la temporada 2010/11 el conjunto hispalense visitaba Pamplona para enfrentarse a un Osasuna en racha, pero muy tocado en la clasificación. Los navarros, con dos victorias seguidas, necesitaban un nuevo triunfo para certificar la permanencia, que apenas dos semanas atrás parecía imposible. El ambiente era mágico, pero Negredo silenció al Reyno de Navarra. Dos goles suyos en la primera mitad dejaban a Osasuna con un pie y medio en segunda. Pero Kike Sola, que había arrebatado a Aranda la titularidad en la últimas jornadas, devolvió la ilusión con un doblete que empataba el partido en la segunda parte. Pero lo mejor estaba por llegar. En el minuto 89 Camuñas bajaba un balón del cielo para superar a Dabo con un precioso control orientado. El habilidoso extremo rojillo se internaba en el área y cedía el balón al serbio Lekic para que este certificara la remontaba y la permanencia. El futbolista de Parla acabó sangrando, con un aparatoso corte en la ceja, pero la victoria era de Osasuna.

El ultimo gran episodio de este interminable libro de enfrentamientos se dio hace apenas unos meses y, al igual que el anterior, acabó con la grada navarra estallando de júbilo. Fue la temporada pasada, a falta de una jornada para el final y, de nuevo, con Osasuna jugándose la salvación y el Sevilla la participación europea. De hecho, parecía que el director de este acto no se había molestado si quiera en cambiar el guión, pues fue Negredo otra vez quien se encargó de complicar las cosas a los de Mendilibar con un soberbio gol tras sentar a varios rivales. Sin embargo, lo bueno que tenía repetir el argumento era que el equipo pamplonica acabaría saliéndose con su suya. Un trallazo de Puñal, de esos que será recordado por muchos años a orillas de El Sadar, y un fenomenal libre directo de Álvaro Cejudo volvían a remontar a los nervionenses para mantener, un año más, a Osasuna en Primera.

Afortunadamente, el paso de los años y, sobre todo, de los jugadores, han acabado calmando un poco las relaciones entre ambos clubes. De aquella batalla campal, son pocos los fubolistas que todavía perduran en ambas plantillas. Probablemente Puñal sea el único que recuerde con nitidez lo que sucedió aquella fatídica tarde de la que hoy solo queda ese extraña rivalidad que convierte los encuentros entre navarros y andaluces en partidos de alta tensión.

Con las enfermerías llenas

De hecho, lejos de piques individuales como los que tenían año tras año jugadores como Pablo Alfaro o Javi Navarro con Pablo García, Aloisi y compañía, esta vez, los protagonistas previos al partido serán, precisamente, los que no podrán disputarlo. Y es que Sevilla y Osasuna afrontan este partido con el parte médico a rebosar. El equipo hispalense continúa pendiente de la evolución de Mbia, Fazio, Rakitic y Trochowski. Los dos primeros tienen muy difícil llegar al partido de mañana, mientras que el capitán y el centrocampista polaco apurarán hasta el último momento para poder medirse a Osasuna.

Los rojillos en cambio tienen, lamentablemete, menos dudas. Tanto es así que Javi Gracia ya ha hecho pública su lista de convocados, formada por lo únicos 18 disponibles. El técnico navarro no podrá contar con Echaide, Sisi, Armenteros, Loé y Nino, todos ellos baja por lesión. Tampoco entra en la convocatoria Álvaro Cejudo, que frente al Sevilla cumple el ultimo partido de sanción tras su expulsión ante el Levante. De esta forma, el cuerpo técnico del equipo navarro tendrá que hacer malabares para completar su línea ofensiva y probablemente el Gato Silva juegue como falso interior derecha.

Los posibles onces son los siguientes: