La temporada 2012/2013 no fue fácil para el Villarreal. El equipo tuvo que disputar el ascenso hasta las últimas jornadas para conseguir el ascenso directo a la Liga BBVA, terminando el año en segundo posición. Además en la Copa del Rey el recorrido no había sido el esperado, al caer en segunda ronda frente a la Ponferradina.

El club, siguiendo con su proyecto tras el ascenso, realizó algunos fichajes ilusionantes como Gio, Pina o Asenjo para conseguir la permanencia. Los refuerzos, sumados a la gran plantilla con la que se contaba y una cantera, que tanto cuida el conjunto amarillo, serían más que suficientes para afrontar la temporada.

Gio con el balón controlado en un partido con el Villarreal


​Con Marcelino al frente, el ‘Submarino’ buscaba volver a ser ese equipo que había agradado tanto a los aficionados al fútbol con su buen juego –por España y Europa- en los últimos años. Un conjunto humilde que aspiraba a grandes cosas con la ilusión como base de su proyecto. Con el objetivo claro de la permanencia pero siempre siendo ambiciosos para seguir creciendo.

El Madrigal, un fortín en la primera vuelta

El comienzo de la temporada fue excelso para los castellonenses, que no abandonaron los puestos de competición europea a los largo de las 38 jornadas de la temporada (contando que el séptimo clasificado también optaba a Europa League). Incluso el Villarreal consiguió permanecer en posiciones de Champions League ininterrumpidamente desde la jornada 2 hasta la 14. La realidad parecía superar hasta los pensamientos más positivos de la ‘parroquia grogueta’.

La Liga tuvo que esperar siete jornadas para ver cómo a los amarillos se les escapaban sus tres primeros puntos, precisamente ante el Betis que acabaría como colista la temporada. En casa tuvieron que pasar seis equipos diferentes para conseguir derrotar al Villarreal en su propio estadio. Esta vez, el encargado de pasarles por encima sería el Getafe, tras una racha de cinco victorias y un empate en los primeros encuentros en El Madrigal.

La defensa se mostraba sería y férrea ante los rivales. Con Asenjo y Musacchio liderando esta parcela el Villarreal concedía pocos goles a los equipos contra los que se enfrentaba. El otro puesto junto al argentino se lo disputaban Dorado y Gabriel, mientras que Mario Gaspar como indiscutible en la derecha y Jaume Costa por la izquierda (sobre todo en la primera vuelta, al final Jokic le ganó la partida) completaban esta línea defensiva.

Estas primeras jornadas fueron magníficas para el Villarreal que veía como su objetivo se acercaba antes de lo esperado. Estos partidos le otorgarían un buen colchón de puntos sobre sus rivales directos.

Protagonistas inesperados

Los ‘buenos’ estaban cumpliendo con creces su rol en el equipo. Musacchio, Bruno o Cani estaban ejerciendo sus papeles dentro del vestuario y en el césped. Gio, como estrella, también estaba rindiendo a un buen nivel pero no estaba siendo demasiado afortunado de cara a gol. Además, las lesiones de algunos de estos jugadores incentivo a que jugadores –a priori- secundarios pudieran demostrar sus dotes futbolísticas.

Así pues, la pequeña carencia de gol por la que estaba pasando Gio se encargó de taparla un gran Uche. El nigeriano se ha convertido en el máximo anotador del equipo esta temporada con 14 tantos en liga. En defensa, el central Gabriel sorprendió a muchos con su juego. Acabó la temporada siendo un fijo en las alineaciones de Marcelino (en parte por la lesión de Dorado) y a pesar de algunos errores basados en la inexperiencia se mostró muy fuerte en el corte y en el juego aéreo.

Uche, máximo artillero del Villarreal con 14 goles.

Por otra parte, la lesión que apartó a Cani de los terrenos de juegos durante un tiempo la aprovechó a la perfección el joven canterano, Moi Gómez. El jugador de 19 años jugó y de qué manera, como si fuera un veterano en la primera división del fútbol español aprovechó sus minutos al máximo y logró materializar dos tantos. En la zona de ataque también tuvo sus minutos de gloria la última perla de la cantera amarilla, Nahuel. El hispano-argentino ha debutado este año en el primer equipo amarillo y lo ha hecho con muy buenas sensaciones a pesar de su corta edad, 17 años.

Por último, aunque menos sorprendente, la consolidación de Manu Trigueros en el Villarreal ha aportado y aportará muchas cosas a este equipo. El joven jugador español tiene mucho fútbol que ofrecer a los aficionados del ‘Submarino’ y un guante en sus botas, donde el equipo se ha podido beneficiar mucho en las acciones a balón parado.

Nahuel entra al campo en sustiución del capitán, Bruno.

El pequeño bajón que no empañó la temporada

Las primeras jornadas de la segunda vuelta serían distintas al inicio liguero. El equipo comenzaba a dejarse puntos en acciones puntuales y el juego decaía por momentos. Sobre todo contra equipos de la parte baja de la tabla como Betis, Granada o Valladolid, el conjunto castellonense no conseguía llevarse la victoria y esto empezaba a despertarles del sueño.

Veían al Athletic alejarse poco a poco con la cuarta plaza de la clasificación y a sus rivales acercarse peligrosamente por la retaguardia. El equipo puede que notara el cansancio a medida que avanzaba la liga; también las frecuentes lesiones en defensa afectaban al conjunto, llegando a tener que alinear a Pantic (lateral derecho) en la posición de central en más de una ocasión o al capitán Bruno Soriano.

A pesar de este pequeño bajón, un final medianamente bueno fue suficiente para arrebatarle la sexta plaza a la Real Sociedad, en el último partido de competición y en Anoeta. El partido acabó 1-2.

El 'sueño Champions' se esfumaba

Era el rival directo, el Athletic llegaba a El Madrigal con siete puntos de ventaja respecto a los locales. Era el último tren para poder seguir soñando con la Champions y el Villarreal lo quería aprovechar.

El ‘Submarino’ empezó bien el partido, dominando el juego y sin recibir apenas ocasiones de peligro, aunque tampoco llegaba con excesiva asiduidad a la portería de Iraizoz. Sin embargo, fueron los visitantes quienes gozaron de la ocasión más clara del primer tiempo. El joven Gabriel cometería un penalti que –para su fortuna- se encargaría de detener Asenjo al máximo artillero de los vascos, Aduriz.

La segunda parte no pudo empezar mejor para los locales. En el minuto 47 se adelantaban en el marcador gracias a un tanto de Pina y estaría muy cómodos sobre el terreno de juego hasta la expulsión de Gabriel en el 65. A partir de este punto, el Athletic buscó con mayor frecuencia la portería local y, a tan solo siete minutos para acabar el partido, encontrarían su premio en forma de gol. El encargado de materializar la ocasión y conseguir el 1-1 final sería Aduriz.

Con el empate las cosas se quedaban igual en la clasificación. Aunque todavía quedaban diez jornadas de liga y podía pasar cualquier cosa, la diferencia de puntos era amplia y el calendario no era favorable a los castellonenses. Además, Sevilla y Real Sociedad estaban en la misma pugna, lo que hacía más difícil si cabe lograr esa ansiada cuarta plaza.

Temporada de sobresaliente para el ‘Submarino’

Tras el ascenso, el objetivo principal del club era mantener la categoría. A partir de lograr esto ya se podría empezar a mirar hacia arriba. La directiva del Villarreal, con Roig y Llaneza a la cabeza principalmente, siempre se muestran muy precavidos y sensatos. Estos tenían claro la dificultad de la primera temporada después de pasar el último año en Segunda División y tampoco se desmadraron fichando o despilfarrando dinero. Apostaron por lo que había, con algunas pinceladas para conseguir su obra maestra.

Marcelino dirigiendo a sus pupilos desde la banda

Así pues, al finalizar la primera vuelta, el objetivo de la permanencia ya parecía conseguido. El equipo había vuelto a enganchar a la gente y ésta, de nuevo, estaba llevando al equipo en volandas hacia Europa. Los amarillos, siendo un equipo recién ascendido, tienen el gran mérito de haber conseguido estar durante toda la temporada en plazas europeas y además ejerciendo un juego vistoso de cara al aficionado.

Por tanto, esta nueva ilusión que era llegar a conseguir finalmente las plazas europeas se había convertido en una realidad, un premio a la gran temporada que estaba realizando la plantilla. Finalmente, no desaprovecharían la ocasión y a pesar de los diferentes inconvenientes que fueron sucediéndose durante el año acabaron en una meritoria sexta plaza, lo que significa que se ahorrarán la ronda eliminatoria de Europa League.

Para el próximo año, el Villarreal buscará seguir gustando por toda Europa como lo venía haciendo en las últimas campañas. Eso sí, siguiendo con los pies en el suelo se buscará reforzar las zonas necesarias. Partiendo de que la base está ya formada, con Marcelino al mando y las nuevas sensaciones de la cantera pidiendo paso a gritos.

Fotos: Carla Cortés y Dani Mullor | VAVEL.com

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Sobre el autor
Cristian Fandos Ventura
Periodismo en la UJI