Con la necesidad de ganar afrontaba este partido el CE Sabadell. Álex García dimitió a lo largo de la pasada semana, y para más inri el conjunto catalán viajó a Soria con Txus Serrano, segundo entrenador, como técnico interino. Todo ello, sin olvidar que este equipo es el último clasificado de la tabla.

El esperpento

18 años estuvo el Sabadell para volver al fútbol profesional, y esta temporada el aficionado arlequinado ve cada vez más cerca el regreso al pozo de la Segunda División B. Nada más comenzar, los arlequinados ya se veían por debajo en el marcador. Un centro botado desde la banda izquierda de la defensa catalana ha terminado en un remate a placer de Sergi Enrich. En la jugada, ni la defensa, que dejó libre al delantero, ni el portero, que se quedó vendido a media salida, estuvieron acertados. Los ánimos de los laneros decaían, y ello se ha visto plasmado a lo largo de todo el partido.

El reloj del marcador seguía corriendo, pero las llegadas de los catalanes no llegaban, ni llegarían, a penas. Pasados los primeros quince minutos, Antonio Tomás tuvo que marcharse lesionado y, acto seguido, llegaba la primera tímida llegada de los visitantes, con un chut que se marchó desviado de Aníbal Zurdo. Más tarde, Sergi Enrich pudo poner el 2-0 en el electrónico, pero tampoco estuvo acertado en su disparo y David de Navas, que pese al error del primer gol ha salvado la hecatombe, se mostró sólido bajo palos para impedir su tanto.

Foto: LFP

De mal en peor

La primera parte de los visitantes ha sido muy mala, y suerte han tenido de irse al descanso perdiendo por la mínima, ya que los numantinos enviaron un balón al travesaño, e Iñigo Pérez cazó el rebote, pero De Navas evitó el gol. Ya en la reanudación, las cosas se complicaron, aún más si cabe, para los arlequinados. David De Navas, con una brillante estirada, evitaba de nuevo el gol de Regalón. En la misma jugada, el Sabadell salió a la contra y Gato acabó perdonando delante del meta Biel Rivas.

Del posible empate a la sentencia. Así es el fútbol, y en una desafortunada jugada para los intereses de los visitantes. Vicente envió un disparo desde la frontal, y el golpeo fue desviado por un jugador, haciendo así en balde la estirada de De Navas. 2-0, el partido estaba ya sentenciado.

Pero la tragedia aún no había terminado, y hoy le tocaba morir al Sabadell. Diez minutos después de encajar el segundo gol, Kiko Olivas cometía un penalti un tanto riguroso con consiguiente expulsión. Julio Álvarez fusiló a De Navas por el centro, y anotó el tercer gol de la tarde. Tocado y hundido, así ha quedado el Sabadell, que no ha sabido rehacerse y ha caído con contundencia lejos de la Nova Creu Alta, y debe reaccionar cuanto antes si no quiere verse de nuevo en la Segunda B.