Además de su indudable calidad en el terreno de juego, su carisma y su liderazgo, si hay algo que caracterizó la carrera de Borja Oubiña, esto es sin duda las lesiones que el vigués sufrió  a lo largo de su vida deportiva.

Y es que ya en edad tan temprana, cuando el canterano aún despuntaba en Barreiro con el primer filial del Real Club Celta, las lesiones ya fueron una constante con Oubiña. Su pundonor, como reconoció estos días, tras su despedida, cuando afirmó que: "En su día cometí el error de jugar sin sentirme competitivo y es un error que no quiero volver a cometer. El fútbol es demasiado serio para estar en el campo por estar", hacían que volviera a los terrenos de juego, aun cuando quizás no estaba al cien por ciento. Profesionalidad.

El caso es que con tan sólo dieciséis años de edad, Borja Oubiña sufrió su primera gran lesión de gravedad. Fue una rotura del ligamento anterior cruzado de su rodilla derecha. Mario Galán, entonces médico del Celta, le intervino quirúrgicamente.

Mario Galán: "Existe una predisposición a romperse el cruzado"

El doctor Galán no cree que esta temprana lesión hubiese predispuesto al jugador vigués en el futuro. El galeno indicó años después en declaraciones a La Voz de Galicia que existe una predisposición a romperse el cruzado. "Que se los pueda haber roto de las dos rodillas puede ser una predisposición pero no quiere decir nada porque se ha roto primero una y diez años después la otra", añadió Mario Galán.

Entre medias, Oubiña fue sufriendo lesiones de la más diversa consideración, como la rotura de menisco de su rodilla derecha, que le hizo jugar entre algodones el tramo final de la temporada 2003/04, así como en el pubis y adductor, de las que fue operado el 22 de junio de 2004.

Sueños rotos y largo calvario

Diez años después de su primera gran lesión, Oubiña sufriría una lesión idéntica, aunque en su rodilla izquierda. El vigués acababa de debutar con buen pie en la Premier League, donde llegó cedido al Birmingham City y apenas se llevaban quince minutos del partido que enfrentaba a los blues con el Liverpool. Un choque con Dirk Kuyt le dejó destrozada la rodilla izquierda. Era el 22 de septiembre de 2007.

El propio jugador confirmó que oyó un "chasquido en la rodilla". Comenzaría un largo calvario para Oubiña. Fue operado en Vigo por los doctores Genaro Borrás y Mario Galán y dos meses después se le volvió a intervenir para realizarle una limpieza articular, tras una infección que el canterano sufrió en su rodilla.

Oubiña sobre su lesión en Anfield: "Oí un chasquido en la rodilla"

Concluía así su participación en la competitiva liga inglesa en las que disputó sólo veintidós minutos repartidos en dos partidos.

La recuperación se complicó y el mes de junio siguiente tuvo una recaída, que le hizo incluso visitar a diferentes especialistas españoles en medicina deportiva como, por ejemplo, los afamados doctores Ramón Cugat y Pedro Guillén.

Tras su lenta recuperación, volvería a jugar con el Celta, aunque según reconoció el jugador vigués "nunca con buenas sensaciones". Esa temporada 2008/09 jugó quince partidos y, ante los problemas que sufría con su rodilla, en octubre de 2009 el doctor Cugat vuelve a intervenir quirúrgicamente a Oubiña, en la clínica Quirón de Barcelona, reconstruyéndole los ligamentos cruzados, en un nuevo intento para ponerle fin a los problemas que presentaba su rodilla izquierda.

En marzo de 2010, se le vuelve a intervenir en la misma clínica, en lo que se consideró una segunda fase de la intervención practicada anteriormente. En esta ocasión, a Oubiña se le realizó una limpieza de la articulación. Además, se le implantaron factores de crecimiento e injertos de ligamento y hueso.

Segunda época dorada de Oubiña

No volvería a un terreno de juego hasta enero de 2011 en un amistoso, reestrenándose en un partido oficial el siguiente 12 de marzo, frente al Villarreal B, en las que jugó 60 minutos y se retiró como medida de precaución.

Volvería a ser protagonista la temporada siguiente en el Celta del último ascenso, en 2011/12, de la mano de Paco Herrera, demostrando que su maltrecha rodilla no mermó su visión de juego, su astucia en la colocación y la anticipación. Al año siguiente, ya de vuelta en Primera, disputaría otros 35 partidos, siendo buque insignia del equipo que consiguió la salvación del 4%.

Con Luis Enrique, su ritmo de participación bajó, pero por cuestiones técnicas. Con todo, disputaría 22 partidos. El 17 de mayo de 2014 se vistió de corto en Mestalla, donde se enfrentó al Valencia. Borja Oubiña no intuyó entonces que se trataría de su última participación como futbolista en activo con el equipo de sus amores, el Real Club Celta de Vigo.

Nueva intervención, tratamientos innovadores y retirada

La pretemporada de 2014 fue en blanco para Borja Oubiña. No llegó a entrenarse al 100% por sus persistentes problemas con su rodilla y, de hecho, no viajó con el resto de sus compañeros para el stage del Celta en Inglaterra.

Fue operado el pasado 5 de agosto en la Clínica Quirón por el doctor Cugat, participando en la misma el actual jefe de los servicios médicos del Celta, Juan José García Cota. Se le realizó al capitán una artroscopia en la rodilla izquierda "con una limpieza articular con extracción de cuerpos libres". Se previó un plazo de cuatro meses de recuperación.

Se utilizaron en esta intervención elementos innovadores, como son la utilización de células madre, para paliar el desgaste acelerado de la rodilla del mediocentro vigués.

Pasado el tiempo, sin embargo, Oubiña no terminó de recuperarse, pese a los tratamientos innovadores al que se le sometieron al celeste, como el correr en una cinta antigravitatoria, que disminuía el peso del jugador hasta un 70%. También se recurrió al uso de una cámara hiberbárica, una técnica mediante la cual se utiliza el oxígeno como elemento de cicatrización de las heridas en un menor tiempo y mayor consolidación de las mismas.

Esta vez, el esfuerzo fue en vano.

En febrero decidió que su etapa como futbolista llegaba a su fin, según reconoció en la rueda de prensa en la que anunció su retirada. Con discreción. Con el sello que siempre impregnó la carrera de un grande del Celta, como lo es Borja Oubiña.

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Sobre el autor
Tomás Rodríguez Ontiveros
Coordinador Adjunto y redactor del Real Club Celta de Vigo y redactor del Mundial Brasil 2014, Grupo A en VAVEL.com. Oficial administrativo en el sector de la Auditoría, blogger y fotógrafo aficionado.