El conocimiento no es una capacidad que se adquiere de un día a otro. Se necesita invertir muchas horas y mucho tiempo para que el conocimiento de una persona vaya progresando poco a poco y aun así cuando uno muere aún no tiene el conocimiento pleno.

Adquirirlo es algo imposible, pero se vuelve algo más sencillo cuando se trata de una sabiduría en un coto cerrado, en ese espacio donde uno se quiere especializar, y ser uno de los mejores en ese ámbito. El deporte y el fútbol no se libran en ese aspecto y se debe conocer al rival, a los jugadores o a los clubes para sacar el máximo partido posible y obtener ese resultado que se espera.

Por tanto, el Athletic y más su entrenador, Ernesto Valverde, debe hacer ese análisis de los rivales para saber por qué once apostar y cuáles son los puntos débiles del rival para saber cómo sacar provecho.

El Valencia, el amigo enemigo

En esta jornada, Valverde se enfrentará a uno de sus exequipos, el club en el que estuvo antes de recalar en el Athletic, pero parece que en los meses en los que estuvo en la capital del Turia no conoció del todo a ese Valencia.

A pesar de que logró 17 victorias en 31 partidos entre Liga, Copa del Rey y Champions parece que el técnico rojiblanco no ha conocido a los ché en su totalidad, no ha sacado su esencia para que una vez abandonado el barco valencianista saber afrontar los encuentros que contra ellos iba a jugar Txingurri.

Cuatro partidos, ninguna victoria

Es cierto que el Valencia de la actualidad no es el mismo que dejó en la última jornada liguera de la temporada 2012-2013, que ha sufrido un cambio de entrenador que ha implantado su sistema y mucho baile de jugadores, pero la esencia sigue ahí.

Debe haber algo inmune, algún detalle perenne, que ha permanecido desde hace algo más de dos años cuando Ernesto dejó el Valencia para entrenar al Athletic. Ese detalle, ese punto débil por donde atacar debe permanecer, pero todavía Valverde no ha sabido dar con él.

El Valencia, termómetro para ver cómo está el Athletic

Desde que el técnico se sienta en el banquillo del Athletic no ha sabido dar con la tecla, con el punto débil y conseguir una victoria contra el Valencia. Hasta ahora se han enfrentado en cuatro ocasiones y todas han terminado con el mismo resultado: empate. Dos empates a uno en San Mamés y un empate a cero y otro a uno.

En este caso, en el partido del domingo, dada la situación del Athletic, no valdrán medias tintas, empates; sólo la victoria será aceptada. Valverde y los jugadores deberán buscar ese punto débil para entregar a su afición la segunda victoria liguera. Conseguir ese conocimiento pleno.