Este fin de semana Unai Emery y el Valencia vuelven a verse las caras. La relación entre el técnico vasco y el conjunto 'ché' ha sido una carretera plagada de baches. Mientras estuvo en el club de Mestalla vivió las dos caras de la moneda, la de cumplir los objetivos y la de ser pitado por un público con el que nunca terminó de congeniar, pocos han vivido mejor que él la exigencia de Mestalla. 
 
Unai Emery llegó al Valencia en el verano de 2008. Lo hizo reforzado tras un paso exitoso por el Almería y con la seguridad de ser una apuesta de las altas esferas del club. En la plantilla se encontró con futbolistas de la talla de Silva, Villa, Mata o Marchena, parte algunos de ellos de la selección que acababa de adjudicarse la Eurocopa de forma brillante.

Tras una buena etapa en Almería, Unai Emery puso rumbo al banquillo valencianistaEsto no fue impedimento para que sus ideas pronto impregnaran en el equipo. Emery dio importancia a estos futbolistas y consiguió descargarlos de minutos, convirtiéndose en uno de esos entrenadores que daba importancia a las por entonces "novedosas" rotaciones. El paso del Valencia de Koeman al de Emery pintaba traumático, y cerca estuvo de serlo.
 
En la temporada de adaptación Emery y su Valencia terminan en sexta posición. El objetivo para la entidad era la tercera plaza, algo comprensible para estar más cerca de la viabilidad en las cuentas. La temporada siguiente Emery ya consigue la tercera plaza, de la que no se bajaría hasta el día de su despedida tres años más tarde. Con la sensación del deber cumplido y con la grada en contra el técnico vasco puso punto y final a su etapa en Mestalla con una pregunta en el aire.

Dos recuerdos muy diferentes

Emery y el Valencia tienen en la retina esta etapa de una forma muy diferente. Para el técnico se trata de los años de su consagración, de una etapa muy positiva en la que cumplió con los objetivos marcados por el club y en la que escaló un peldaño en su carrera como técnico.

Unai Emery logró consagrarse durante su estancia en el conjunto chéPara el aficionado valencianista, en cambio, se trata de la última gran hornada de futbolistas que tuvo el club. El 'ché' de toda la vida no terminó de asumir los nuevos bríos de la Liga BBVA. No creía que Real Madrid y Barcelona fueran invencibles y acusaba a Unai Emery de conformarse con ser el líder de la otra liga, un premio difícil de alcanzar a día de hoy.
 
Años más tarde la relación terminó de resquebrajarse cuando M'bia anotó en Mestalla el tanto que dejaba al Valencia fuera de la Europa League y Unai Emery lo celebró por todo lo alto. El estadio en pie se le volvió en contra, como entonces, como ahora.