El Deportivo de la Coruña ha comenzado la segunda vuelta en la octava posición liguera con veintiocho puntos, igual demasiado arriba para lo que en principio se esperaba. Los pupilos de Víctor Sánchez del Amo están realizando una primera parte de temporada muy buena, muy completa.

Además, están realizando un buen juego y los resultados de momento están acompañando a los gallegos, permitiéndoles a estas alturas de competición el poder luchar y soñar con entrar en Europa, por qué no. 

Primeros cinco partidos

Los deportivistas arrancaron la Liga con un empate sin goles en Riazor, ante la Real Sociedad. El segundo partido también fue empate, a uno en este caso; pero fue ante un rival de verdadera identidad, el Valencia CF y además en Mestalla. Finalmente conocieron la victoria en la jornada tres, ganando al Rayo Vallecano en Vallecas por un gol a tres. El ciclo de los primeros cinco partidos de Liga acabó con ocho puntos de quince disputados, un poco más de la media por partido.

Segundo ciclo de cinco partidos

En este caso, el Deportivo de la Coruña se destaca por dos resultados en Riazor. Estos resultados son los del partido ante el Athletic de Bilbao, con empate a dos en el marcador y el del partido ante el Atlético de Madrid, con empate a uno. Ante dos equipos poderosos, los gallegos mantenían el tipo y no se arrugaban. Este segundo ciclo terminó con seis puntos de quince posibles.

Tercer ciclo de cinco partidos

Los gallegos consiguieron la victoria en el derbi frente al Celta de Vigo en la jornada doce, al ganar por dos goles a cero. También obtuvo dos empates importantes, frente al Sevilla en Riazor y ante el Barcelona en el Camp Nou, un resultados que sorprendió a todos, pues plantaron cara al todopoderoso club catalán. En este ciclo el Deportivo acabó con nueve puntos de quince posibles.

Cuarto ciclo de cinco partidos

En este último ciclo destaca por las derrotas en Riazor ante el Villarreal por un gol a dos en un encuentro con mucha polémica y también por la derrota en el Santiago Bernabéu por cinco goles a cero, lo que significaba la vuelta de Zidane como entrenador del Real Madrid. Este ciclo, los gallegos únicamente consiguieron cinco puntos de los quince en juego.