Decimocuarto frente a cuarto. Espanyol y Villarreal se enfrentaban en Cornellà en medio de situaciones diametralmente opuestas. El conjunto perico, a cuatro puntos del descenso y tras cuatro jornadas sin ganar, se encontraba acosado por la proximidad de la zona caliente y por la irregularidad en cuanto a resultados, habiendo sumado un solo punto, ante el Barcelona, de los últimos doce en juego.

Al igual que el conjunto amarillo, el Espanyol ha sido eliminado en octavos de la Copa del ReyAdemás, la eliminación en el torneo del KO ante los azulgrana hace que el único objetivo de la temporada para los espanyolistas sea empezar a salvar los muebles en la competición doméstica teniendo como primer objetivo la victoria ante el equipo castellonense en un choque especial para Gerard Moreno, exjugador amarillo hasta esta temporada y en el que se estrenará el nuevo propietario del conjunto periquito, Chen Yansheng.

El Villarreal lleva siete jornadas sin conocer la derrota y saca seis puntos al quinto, el Celta de VigoPor su parte, el conjunto amarillo vive inmerso en una dinámica de resultados excepciones. Seis victorias y un empate en las siete últimas jornadas que han asentado al Submarino Amarillo en la cuarta posición, con 40 puntos, acechando el tercer escalón del podio liguero que, actualmente, tiene el Madrid de Zidane con tres puntos más que el conjunto groguet. Sin embargo, el no haber superado el cruce de octavos de final ante el Athletic de Bilbao ha mermado la moral amarilla, haciendo más importante el cruce liguero en tierras catalanas con el fin de asentarse en el último lugar que da billete Champions y poner tierra de por medio con los puestos de Europa League. Además, el haber frenado la racha de victorias ante el Betis en el Madrigal en el último compromiso liguero (0-0), supondrá un hándicap para los de Marcelino que querrán superar para volver a sumar de tres en tres.

Así, en un choque vital para sus aspiraciones, catalanes y levantinos decidieron poner todo en el asador. El técnico espanyolista, Galca, realizó numerosos cambios con respecto al once que perdió la última jornada ante el Getafe. Así, destacó las entradas de Javi López y Duarte por Víctor Álvarez y Rober, además de la inclusión como pareja de Jordan en el doble pivote de Diop y de Burgi en el extremo izquierdo por Hernán Pérez, sancionado en el día de hoy y que no se podrá medir a su exequipo.

En su lugar, su homólogo amarillo, Marcelino García Toral, fue menos radical que el rumano y siguió con su once tipo en liga, destacando la entrada de Jaume Costa y Musacchio en la zaga grogueta en vez de Adrián Marín y Víctor Ruiz.

Inmejorable comienzo local

El partido no pudo comenzar peor para el Villarreal. En el minuto 4, los de Constantin Galca se aprovecharon de la bisoñez de la zaga amarilla y, aprovechando un rechace de Bailly, Felipe Caicedo, tras controlar el esférico con la ayuda de la mano que no pitó Pérez Montero y darse la vuelta, se marchó de los defensores amarillos y batió por bajos a Areola. Un tanto, el del ecuatoriano, que trastocó el plan inicial del Villarreal y que obligaba al Submarino Amarillo a adelantar líneas en busca de un gol tempranero.

Sin embargo, el temprano mazazo mantuvo aturdido al conjunto castellonense durante varios minutos y seguía sin situarse sobre el césped, situación que intentaba aprovechar el Espanyol para asentar su dominio inicial a base de contragolpe en un comienzo eléctrico de partido.

El Submarino Amarillo se recuperó poco a poco del tempranero tanto localPero el Villarreal se desperezó y estuvo a punto de rozar el empate al cuarto de hora de encuentro. Un centro de Denis Suárez fue rematado por Jonathan dos Santos y este tocó en Roberto Soldado, siendo anulada la jugada por fuera de juego del delantero valenciano.

Sin embargo, con un Denis Suárez muy activo y peligroso, el conjunto castellonense siguió vehiculando su juego ofensivo por la banda del exjugador del Barcelona y volvió a rozar el empate. Un pase de la muerte fue despejado con peligro por la zaga blanquiazul, demostrando que el Villarreal había digerido el resultado y estaba empezando a construir la ofensiva para buscar el empate.

El partido alcanzaba el ecuador del primer tiempo y seguía con su ritmo frenético, augurando que el marcador podría registrar más movimientos. Un Espanyol, con dificultades a la hora de la elaboración pero muy peligroso a la contra, se aprovechaba en estos minutos del adelantamiento de líneas de los tripulantes amarillos mientras que el conjunto visitante seguía con voluntad y fútbol intentando devolver las tablas al marcador.

Trigueros devuelve la equidad

Sin embargo, a pesar de que las ocasiones más claras tenían el sello del Espanyol, el Villarreal tenía sus opciones y llegó al igualada en el minuto 23. Trigueros, que estaba llegando desde segunda línea con mucho peligro, aprovechó un taconazo del asistente de lujo del conjunto amarillo, Roberto Soldado, y montó su disparo con la diestra para batir por debajo a Pau López y volver a situar el encuentro en el punto de partida, premiando la capacidad de reacción amarilla.

El Espanyol volvió a rozar el golPero el Espanyol seguía disfrutando de claras ocasiones y, tras un cambio de ritmo de Jordan, un derechazo de Burgi fue repelido violentamente por el palo izquierdo del arco de Areola, volviendo a llevar el susto a la parroquia local.

La primera parte llegaba a sus últimos 15 minutos y el encuentro registró una bajada de revoluciones. El Espanyol acusó el tanto visitante mientras que el Villarreal, menos acuciado por la necesidad de marcar tras el tanto de Trigueros, se dedicó a guardar la ropa y establecer orden en el encuentro para intentar buscar la remontada. Sin embargo, las ocasiones llegaban para ambos bandos sin que el marcador se viera alterado.

Un viejo conocido vuelve a desequilibrar

Sin embargo, la zaga amarilla volvió a destacar por su lentitud y torpeza. Un centro al primer palo pasó inadvertido para los defensas groguetos y, Gerard Moreno, el más listo de la clase, aprovechó el pase de Burgi y volvió a marcar para el Espanyol, estrenándose ante el conjunto en el que creció como futbolista. Cinco minutos para el descuento y el conjunto perico volvía a azuzar a los amarillos en minutos claves del primer tiempo.

Los primeros cuarenta y cinco minutos terminaron con un partido muy igualado, con muchas ocasiones y en el que el Espanyol, ligero dominador, se aprovechó de la inseguridad amarilla atrás para marcharse por delante en el marcador.

El Submarino Amarillo lo intentó desde el primer minutoLa segunda parte comenzó con una presión muy intensa del Espanyol pero fue el Villarreal el que gozó de la primera ocasión del segundo tiempo. Trigueros, desde media distancia, armó un chut que se fue a la izquierda de la meta defendida por Pau López, demostrando que el conjunto amarillo no se amilanó y que buscaba una rápida igualada.

Sin embargo, esa tímida reacción amarilla fue efímera y estuvo acompañada de un Espanyol que seguía ocasionando mucho peligro cuando se acercaba a las inmediaciones de Areola. Un tiro a la media vuelta de Jordan fue atajado por el arquero galo acentuaba el dominio local frente a un Villarreal muy incómodo y que le costaba tejer jugadas de peligro y construir su juego de toque y velocidad. Los minutos pasaban y la ansiedad amarilla seguía creciendo, incapaz de controlar y jugar con precisión, y el Espanyol seguía muy cómodo sobre el verde y que ocasionaba muchísimo peligro cuando sale a la contra.

Los cambios no surtieron un efecto inmediato al equipoMarcelino, ante este panorama, decidió mover ficha y renovar el arsenal amarillo con el fin de desatascar el juego del Submarino. Leo Baptistao entró por Jonathan Dos Santos, ocupando el hispanobrasileño el extremo que dejó vacío el mexicano. Sin embargo, la entrada del ex del Atlético de Madrid no sirvió para revolucionar el juego amarillo y sus vías de ataque, tanto por fuera como por el interior, seguían tapadas por un Espanyol que mantenía un alto nivel en tareas ofensivas y defensivas.

La sorpresa se tiño de amarillo

Desde el juego a balón parado vino la igualadaEl reloj seguía su camino y los segundos pasaban y el Villarreal seguía sin reaccionar. Sin embargo, nunca se puede dar nada por hecho en el fútbol y el Villarreal volvió a llevar a la práctica ese axioma. A dos minutos del descuento, un córner fue cabeceado por Musacchio, estableciendo el empate 'in extremis' para el conjunto castellonense.

Así, el telón se echó con un Villarreal que se encontró con un premio exagerado según sus méritos y que alargó a ocho jornadas su racha sin perder frente un Espanyol que rozó con las yemas de los dedos la victoria cuatro jornadas después y que vio como, a balón parado, se le escapó el triunfo.