El domingo 15 de mayo de 2016 será un día recordado en la historia del Rayo Vallecano. Para bien o para mal, marcará el futuro a corto, y por qué no, también a medio plazo de la entidad vallecana que en ocho años será centenaria. Si se dan los resultados favorables apropiados en el Estadio de Vallecas y en otros dos campos, el Rayo podrá permanecer en Primera División por sexto año consecutivo. Y lo habrá logrado con el máximo sufrimiento posible. Teniendo que llegar al final de Liga para certificar la permanencia. 

Este momento dramático ya se ha vivido con final feliz en dos ocasiones. La primera hace 37 años, en la segunda temporada en Primera de la historia del Club. La segunda, mucho más reciente, cuando Tamudo anotaba en el descuento un gol mágico ante el delirio de los rayistas que abarrotaban las inmediaciones de la Avenida de la Albufera. Recordemos esas dos fechas.

Temporada 1978/79

El Rayo Vallecano había llegado a la élite en el curso anterior y de la mano del entrenador uruguayo Héctor Núñez había logrado la permanencia convirtiendo al Estadio de Vallecas en el "cementerio de elefantes" pues allí cayeron todos los grandes de ese campeonato. Núñez salío en el verano del 78, el del Mundial de Argentina y Kempes, con destino al Atlético de Madrid (llevándose al máximo goleador de aquel equipo, el argentino Oswaldo González) y sería Eduardo González Ruiz, de 34 años, quien tomaría el mando del banquillo para la segunda campaña en Primera.

La temporada fue peor que la anterior en cuanto a resultados y a falta de una jornada estaba empatado con el Celta de Vigo a 27 puntos. Por entonces, las victorias valían solo dos. En esa Liga de 18 equipos (34 jornadas) descendían tres. Dos ya se conocían, pues el Racing de Santander y el Recreativo de Huelva habían quemado sus opciones antes del final. La 16ª plaza, última con billete a Segunda, se decidiría entre gallegos y madrileños. Los primeros jugarían en Vigo ante el Atlético de Madrid y los segundos en Las Palmas de Gran Canaria.

Antes del final
Clasificación Última jornada
15º Rayo Vallecano (27 puntos) GA particular a favor Las Palmas-Rayo 
16º Celta de Vigo (27 puntos) Celta-Atlético de Madrid

Aquel domingo 3 de junio de 1979, el Rayo partía con ventaja pues tenía ganado el golaveraje particular al equipo dirigido por Laureano Ruiz, uno de los grandes olvidados en el proceso de construcción de la Masia del Fútbol Club Barcelona. Los de González habían ganado 2-0 a los celestes en la cuarta jornada con goles de Jesús Landaburu y Daniel Astegiano (con una curiosa historia en su llegada a España); mientras que en Balaidos Landaburu, otra vez, desigualó ese golaveraje al marcar el 2-1 definitivo.

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Jesús Landaburu | equipaciones-retro-futbolchapas.blogspot

Con árbitro catalán, Tomeo Palanque, en el mítico Estadio Insular y con presencia de aficionados rayistas desplazados con el equipo para pasar el fin de semana entero en la isla, el partido dio comienzo a las cinco hora de la tarde hora canaria. A la vez, en Galicia, arrancaba el otro duelo donde el Celta tenía que mejorar el resultado que el Rayo.

Mas esa circunstancia nunca pasó. El Rayo no pasó ningún momento de esa tarde calurosa en descenso. Sin embargo, antes de relatar cómo fueron los goles, merece la pena extraer un fragmento de la crónica del partido en Mundo Deportivo escrita por Luis García Jiménez: "Lo que se ha visto en el terreno canario ha sido algo auténticamente bochornoso. Las Palmas no ha hecho absolutamente nada por ganar al Rayo. El equipo canario se ha dado un paseo colectivo por el césped del Estadio Insular, desatando las iras de los aficionados que fueron de bronca en bronca y escándalo final, con gritos hacia el palco de la Directiva".

Estadio Insular | estadiosporspana.blogspot
Estadio Insular | estadiosporspana.blogspot

La Unión Deportiva Las Palmas de Miguel Muñoz (campeón de Europa seis veces -tres como jugador y tres como entrenador- con el Real Madrid y seleccionador nacional en 1969 y entre 1982 y 1989) había hecho una gran campaña, pero no para llegar a puestos europeos (acabó sexto, a cuatro puntos del cuarto, la Real Sociedad). En ese último partido, sin nada en juego y en horario de mucho calor, la intensidad podría haber bajado con o sin "tongo", como se quejó el público, de por medio.

De todas formas, el Celta, como decíamos, no cumplió su trabajo. Nunca mejoró el resultado del Rayo. Primero porque los rayistas se adelantaron pronto con un tanto de Landaburu (su séptimo) tras una jugada por la banda izquierda de Robles y ante "la pasividad de la defensa" local. Segundo, porque a pesar del rápido empate por parte del argentino Miguel Ángel Brindisi, quien estaba jugando su último partido de amarillo tras tres temporadas e iba a ser homenajedo, el Rayo volvió a ponerse por delante a los cinco minutos de la segunda parte. Y tercero porque el Celta nunca se puso por delante del Atlético y solo pudo igualar en dos ocasiones la ventaja rojiblanca producida con un doblete de Rubén Ayala.

Por si acaso, el equipo canario prefirió no desgastarse y tras el tanto de Salazar a pase de Landaburu (un palenciano que había llegado del Valladolid y que después ganaría títulos con Barcelona y Atlético) se decidió por conservar el esférico sin querer atacar. "A partir del 1-2, el Las Palmas no ha hecho na nada por llegar al marco contrario. Los balones de los jugadores del Las Palmas iban en horizontal, hacia atrás a la defensa y desde la defensa hacia Carnevalli", escribió el cronista.

Clasificación final Liga 1978/79
Clasificación final Liga 1978/79

El partido acabó sin mayores sobresaltos. El Rayo pudo haber ampliado la distancia, pero no le hacía falta. La Liga 78/79, la del Real Madrid campeón, el culé y austriaco Johann Krankl como pichichi seguido de cerca por Quini, subcampeón con el Sporting de Gijón, había finalizado con el Rayo logrando la permanencia con Landaburu, se iría al Barça ese verano, y Miguel Uceda habiendo jugado todos los minutos posibles. Un Rayo que no tendría la misma fortuna en la siguiente campaña, pues fallaría el último día y se iría para Segunda tras tres años de gloria. 

* En la foto de portada, esta es la disposición de izquierda a derecha. Arriba: Hierro, Anero, Rocamora, Uceda, Nieto, Tanco. Agachados: Francisco, Landáburu, Clares, Pozo y Alvarito.

Cuando el Rayo se salvó el último día (Parte II)