Buenas sensaciones las que dejó ayer Osasuna en su amistoso frente al Girondins de Burdeos. Los pupilos de Enrique Martín Monreal saltaron al césped con intensidad y muy enchufados, en contra de lo que había sucedido en los anteriores partidos de pretemporada. Y ese hecho dio sus frutos: a los cuatro minutos Kenan Kodro soltó un latigazo a puerta que salió rechazo, e Imanol García, muy atento, cazó el rechace y perforó la portería defendida por Prior.

Los rojillos combinaban bien y generaban ocasiones a través de buenos centros laterales. El mejor rival, hasta la fecha, del verano no estaba suponiendo problemas a Osasuna, que jugaba con descaro y mucha confianza en sí mismo. Pero en el minuto 24 de partido llegó el empate. Una falta lateral botada de manera exquisita por Touré era rematada por Guilbert con un cabezazo extraordinario para batir a Nauzet. A partir de ese momento, el conjunto francés intentó estirarse más y el partido se igualó, ya que Osasuna no cedía terreno.

En el minuto 42, Nauzet dio el susto al tener que ceder su puesto a Mario por unas molestias en el aductor derecho.

El colegiado, inesperado protagonista

Ya en los últimos compases de la primera mitad, el árbitro decidió convertirse en protagonista del duelo. Una supuesta falta en ataque de Unai García dio inicio al recital del colegiado. Las protestas del defensa navarro le provocaron la tarjeta amarilla, teniendo que regresar desde su posición en la zaga hasta el área rival, desde donde el árbitro llamó al central de Esquiroz para amonestarle.

Ya en los primeros minutos de la segunda parte el colegiado mostró la cartulina roja directa a Fausto. El medio rojillo realizó una dura entrada a Plasil con los dos pies por delante, pero sin tocar al jugador. Al árbitro no le importó que se tratase de un amistoso de verano y expulsó, de manera muy rigurosa, al jugador rojillo.

La expulsión de Fausto condicionó el duelo, y Osasuna tuvo que duplicar fuerzas para solventar la desventaja numérica. Martín realizó varios cambios con el objetivo de recomponer al equipo, y la jugada salió bien, ya que el Girondins no fue capaz de inquietar la portería defendida por Mario. Sólo un disparo lejano de Plasil que se marchó lamiendo el larguero logró poner contra las cuerdas a los rojillos.

Por su parte, Osasuna tampoco logró poner en apuros a Prior. La mejor ocasión del segundo periodo llegó a balón parado, en una falta lateral que, tras ser peinada, Kodro no llegó a rematar entre los tres palos.

Osasuna concluyó así su quinto partido de pretemporada, que deja un saldo de momento de una victoria, un empate y tres derrotas. El viernes se enfrentará al Eibar y el sábado al Rayo Vallecano para concluir, así, los amistosos de verano.