La jornada del pasado domingo sirvió para que la UD Las Palmas dejara inmejorables sensaciones en su estreno liguero en el estadio de Gran Canaria. El juego colectivo fue una de las grandes bazas del equipo de Quique Setién, que supo leer el partido en todo momento. Los fichajes han servido para dar un plus de calidad a un cuadro, que ya demostró la pasada temporada tener mimbres suficientes para competir en primera. Tanto Kevin Prince Boateng como Macedo y Livaja han demostrado, en estas dos jornadas, haberse adaptado completamente al estilo de toque y juego bonito de la UD.

El grueso del equipo, que la pasada temporada dio tan buenos resultados, también sigue al nivel necesario para competir en la mejor liga del mundo. Entre otros, destaca la participación de Nabil El Zhar, que marcó dos tantos, reivindicando su presencia en el equipo titular. El franco – marroquí puso el primer gol en el electrónico y marcó el tanto de la tranquilidad, en una tarde espléndida para el cuadro gran canario. El Zhar ya ha había conseguido marcar un doblete en primera división, cuando militaba en las filas del Levante UD, en un partido contra el RCD Espanyol. Desde el año 2013, por tanto, no marcaba semejante cifra de goles en un solo partido. Además, el jugador amarillo iguala la cifra del goles que consiguió en su primera temporada en la UD.

Con el partido de ayer, no solo demuestra el nivel de implicación del jugador con el equipo gran canario, sino que se reivindica ante un sector crítico de la afición partidario a prescindir del extremo. Sea como fuere, el jugador cuenta con el respaldo de Quique Setién, que explicó en rueda de prensa que su pupilo ofrece muchas alternativas en defensa. El trabajo y sacrificio en las ayudas defensivas  siempre han sido un elemento destacado para el técnico cántabro. 

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