La suerte no corrió a favor del Sporting de Gijón, que volvió a perder en la noche del viernes ante el Málaga, en La Rosaleda. El conjunto asturiano saltó al terreno de juego con la ilusión de conseguir la victoria por primera vez en la temporada fuera de casa, sin embargo, y pese a la confianza de los rojiblancos, poco a poco el equipo se apagó, haciendo protagonista del juego a los andaluces, cómodos en su propio estadio. 

Viguera fue el primero en poner el gol y las esperanzas de los sportinguistas con un gol en el minuto trece, pero, tras mantenerse durante el primer tiempo, los del Pitu fueron partícipes de un empate segundos antes de irse al descanso. En la reanudación del partido, fue Cop quien volvió a adelantar el marcador del Sporting con un gol en el 49', sin embargo, poco después llegarían los goles de Sandro y Santos, que le dieron la victoria al Málaga, dejando al conjunto asturiano más tocado que de costumbre. 

Novenos en la clasificación y en puestos de descenso, a los del Molinón sólo les queda ejercitase en una nueva semana de trabajo y prepararse con tiempo para recibir en casa a la Real Sociedad el próximo 20 de noviembre, ya que en esta nueva semana habrá parón liguero. 

Balance negativo en el encuentro contra el Málaga

Al término del partido, y evitando expresarse demasiado, fue Abelardo Fernández -técnico del Sporting- quien compareció en rueda de prensa ante los medios. Apenas siete minutos intervino el Pitu, que no podía ocultar su decepción tras el doloroso 3-2 por el que fue derrotado su equipo.

Desde un primer momento, Abelardo se negó a hablar sobre Gil Manzano -del colegiado extremeño-, quien amonestó al conjunto asturiano un total de cinco tarjetas amarillas (dos a Lillo, expulsado). "Ofrecimos una buena imagen", dijo, a su pesar, el entrenador, que además consideró que "no hemos tenido suerte. Hemos presionado arriba, marcamos dos goles, pero esa expulsión ha echado abajo todo nuestro trabajo". 

El Pitu declaró que "es grave meter dos goles y no regresar con ningún punto", y admitió que "no hemos defendido bien los goles". Finalmentre, y sin querer hacer mayor hincapié, Aberlardo justificó el cambio de Sergio Álvarez diciendo que fue un golpe, pero que el jugador estaba bien. 

Ahora -y después de ocho partidos consecutivos sin vencer- al Sporting de Gijón le queda recapacitar sobre los errores cometidos en La Rosaleda, para volver más fuertes en la duodécima jornada de Liga a su casa, El Molinón