En la nubosa tarde de ayer, los de José Juan Romero apenas pudieron ver el sol, y no sólo en el cielo. La Real Balompédica Linense logró una contundente victoria por 4-1 ante el Betis Deportivo, que se llevó un severo correctivo tras haber vencido previamente al Lorca Deportiva con el mismo resultado (4-1). El filial heliopolitano pecó de inocencia y prácticamente se puso a los pies de los linenses, que pudieron hacer más goles y que, la ya de por sí preocupante derrota, hubiera sido aún más dura.  

Gracias por todo, Baby

Previamente al inicio del encuentro, el club presidido por Alfredo Gallardo hizo entrega de un emblema de oro y diamantes a Gabriel Navarro, "Baby". El técnico algecireño, ya jubilado, ha llegado a comandar el banquillo blanquinegro en más de 400 ocasiones. En su dilatada carrera como entrenador de los balonos, ha conseguido logros como el ascenso de la Balona a Segunda B, en la 2007/08. Tras haber superado al Anguiano, el cuadro albinegro logró apear al Mirandés con un global de 4-4, y materializó el ansiado ascenso a la categoría de bronce en el Municipal de Anduva. En la temporada siguiente no conseguirían mantener la categoría, y acabarían descendido nuevamente a Tercera como 19º clasificado (34 ptos.)

Pisando fuerte

Al igual que en Badajoz, los de Julio Cobos comenzaron de forma eléctrica y queriendo imponer su estilo desde el minuto uno: solidez, solidaridad y temple. Esas son las máximas del técnico pacense, bajo las cuales ha ido construyendo este proyecto desde que llegara el pasado diciembre. Y al igual que en el anterior duelo, serían los primeros en adelantarse en el marcador. Gato puso un balón desde la derecha y, al recibir la pelota Estoico, fue derribado de forma clara dentro del área. El colegiado no se lo pensó dos veces, y decretó la pena máxima. Con tranquilidad, Sergio Molina ejecutó el penalti y puso el 1-0 ya en el minuto dos de encuentro. 

A los gaditanos no les entró el miedo, y siguieron a lo suyo. Taponando todas las vías y ejerciendo una presión lo suficientemente alta como para que los verdiblancos no pudieran hacer su juego de forma cómoda. El filial tiene calidad y buenas maneras, pero se topó con una Balona bien plantada. La defensa hizo un encomiable trabajo, y tanto Chico como Sana se adueñaron del centro del campo. El senegalés fue aplaudido por el público en numerosas ocasiones, que fue testigo del derroche físico y del saber estar del joven centrocampista. Sana Ndiaye mostró a la perfección lo que ya venía haciendo en el Atlético Sanluqueño, y la sabia afición balona supo reconocer el esfuerzo y el buen hacer de este futbolista. Todo siguió su curso, y era cuestión de tiempo que llegara el segundo tanto local. Una jugada bien elaborada de Gato y Estoico fue suficiente para que el ariete sanroqueño pusiera el segundo, en una muestra más de su calidad inapelable y de sus numerosos recursos.

La esperanza es lo último que se pierde

Todo estaba tranquilo para los de Julio Cobos, pero fue entonces cuando los visitantes encontraron un hilo de esperanza. Se aferraron a sus escasas posibilidades de meterse en el partido, y lo consiguieron momentáneamente gracias a una genialidad del marbellí Loren. El malagueño se fabricó él solito un gol que sirvió para recortar distancias e irse al descanso con tan solo un gol de diferencia.

Ahuyentando fantasmas

Pero a pesar de las posibles dudas que pudieran surgir, los locales no se arrugaron tras el descanso y continuaron en su línea. Mantuvieron el orden y siguieron trabajando a la perfección, transmitiendo tranquilidad y haciendo ver que tenían todo bajo control. Si algunos aún dudaban sobre el devenir del encuentro, Gato se encargó de despejar todas las dudas de golpe. Y vaya golpe. Esta vez la asistencia fue de Estoico, que le puso un balón entre líneas para hacer un golazo y sentenciar prácticamente el encuentro. Pero aún quedaba más de media hora por delante, y un gol más de los béticos podían volver a meterlos de lleno en la batalla.

A pesar de que el técnico verdiblanco efectuó dos sustituciones de una vez, ésto pareció no tener efecto alguno. Cobos respondió inmediatamente, e introdujo a Mario Abenza en sustitución de un extenuado Chico. Piernas frescas en medio campo, y una pareja de pivotes a la altura. Posteriormente entraría al campo uno de los jugadores con más popularidad entre la afición local: Wilson Cuero. Poco después también entraría el tarifeño Juampe para ocupar el puesto de un inconmensurable Gato, que estuvo enorme. Poco después de salir al terreno de juego, Cuero ya tuvo la primera ocasión para poner el cuarto y estrenarse en liga con la camisola albinegra.

Poniendo el colofón a un partido de '10'

Con estos tres cambios, el equipo no perdió un ápice de competitividad. Los recién entrados dotaron al equipo de otras características perfectamente compatibles con el encuentro que se estaba disputando, y la Balona no notó bajón alguno en ninguna de sus líneas. En el Municipal se vivían momentos de comunión entre plantilla y afición, el juego del equipo arrancaba aplausos continuamente. Esta Balona estaba gustando, y mucho.

Y para ponerle la guinda al pastel, Wilson Cuero devolvió el cariño recibido en forma de gol para poner el 4-1 definitivo, y sentenciar el encuentro a cinco minutos de llegar al 90'. El colombiano regateó dentro del área todo lo que tenía alrededor, y se sacó de la manga un disparo raso y potente para marcar su primer gol como jugador de la Recia. Poco más ocurrió en un duelo que ya estaba sentenciado. La plantilla fue despedida con una gran ovación, y el entorno albinegro aguardada expectante el próximo duelo ante el Lorca Deportiva (Domingo 3 a las 19:00 h.).

Puntuaciones VAVEL

Gato

PT: 3

Estoico

PT: 2

Sana Ndiaye

PT: 1