Era un domingo de fútbol como otro cualquiera en el Ciutat de València. Los aficionados se preparaban ilusionados para ver el encuentro ante el Atlético de Madrid, pues el Levante ya les había regalado momentos inolvidables esa temporada, la misma que acabaría con los granotas clasificados para la Europa League. Quedaban seis partidos para cerrar la temporada y era la primera vez que el ‘Cholo’ Simeone visitaba Orriols. Tan solo dos puntos separaban a ambos equipos en la clasificación: el Levante se situaba quinto, con 45 puntos, y el Atlético de Madrid sexto, con 43. A priori sería un partido igualado, nadie se esperaba lo que terminaría sucediendo en el terreno de juego.

Iglesias Villanueva decretó el inicio del encuentro y el cronómetro apenas había empezado a contar cuando Valdo anotó el primer gol del partido. Tras el saque inicial, Barkero recibió un balón que acabaría centrando por la izquierda para el caboverdiano, que se encargaría de cabecear al fondo de la red. Courtois, el entonces todavía portero de los colchoneros, estaba ajustándose los guantes cuando apenas pudo ver rematar al atacante granota, que ya corría hacia la banda derecha celebrando el gol. Apenas ocho minutos después, Barkero centró de nuevo un balón al área que remató Koné a boca de gol, anotando así el gol que sentenciaría el partido y colocaría el definitivo 2-0 en el marcador. La segunda mitad del partido estaría dominada por el Atlético de Madrid, pero las buenas intervenciones de Munúa evitaron los goles de los rojiblancos, que se vieron todavía más superados al quedarse con diez jugadores tras la expulsión de Miranda.

Con apenas cincuenta segundos de juego transcurridos, este gol se convirtió en el más tempranero del Levante UD en la Primera División, un récord más para el club valenciano esa temporada que estaba saliendo redonda para los granotas. Por su parte, Simeone continúa sin ganar a día de hoy en el Ciutat de València desde su llegada al club rojiblanco como entrenador.