Va terminando otro año, y como colofón, es digno mencionar la experiencia de estos últimos 365 días, para la posteridad, dicen. Tiempo de hacer memoria, recordar y hacer valoración de lo transcurrido, futbolísticamente hablando, claro está, de la temporada del jugador que llegó a las filas de UD Las Palmas en la 2015/16. Como cabo en la marina, en guerra por su equipo morirá, acabando por customizarse su propio título. El coronel de la defensa amarilla. Hablamos de Pedro Bigas, jugador mallorquín, central y comandante de su fila.

De la mano de Quique Setién

Como muchos piensan, la UD Las Palmas desplegó su mejor versión de la mano del técnico cántabro, Quique Setién. El jugador de 27 años, natural de la isla balear de Mallorca, es un titular indiscutible para el técnico en la zaga amarilla. Bigas disputó de su mano 32 partidos, siendo titular en 31 de ellos y jugando el restante de suplente. Con una cifra de cuatro goles durante el año, siendo uno de los jugadores con mayor cifra de minutos jugados y balones recuperados. En la actual temporada, el central lleva acumulados un total de ocho partidos disputados, saliendo en todos como titular.

Para su posición, no es un central muy sancionado por el colectivo arbitral, puesto que en muy contadas ocasiones recibe alguna tarjeta. Durante el curso solo ha sido expulsado en una ocasión. Es obvio de su importancia dentro del conjunto, siendo un pilar fundamental en la columna vertebral de UD Las Palmas. Un central con calidad de pase, buena salida de balón, desborde y mucho remate a gol. Sin mirar el nombre, infinidad de equipos firmarían en sus filas un jugador de tales características.

Año marcado por lesiones

Para todo deportista, las lesiones son los quebraderos de cabeza. El mallorquín durante este año natural se ha perdido muchos partidos por diversos motivos. Sin duda el más importante viene de lejos. Por allá, en el 2015, en un partido frente a la Real Sociedad, se lesionaba con un esguince en su rodilla izquierda que le mantuvo alejado de los verdes españoles durante multitud de semanas. Este año, volvía a recaer de dicha lesión, lo que afectó críticamente a resultados en lo colectivo.

Por otro lado, finalizando curso, frente al Real Betis Balompié,  Bigas, que realizó su mejor partido de la temporada, tuvo que retirarse del campo en el minuto 76 después de sentir un pinchazo tras una cabalgada en la que prácticamente se recorrió todo el campo. Como consecuencia, tres o cuatro semanas de baja, lo que haría perderse el partido frente al Alavés.

Sin duda, una de las cosas a pedir este año por el central será poder evitar este tipo de contratiempos.

Pedro Bigas, sin duda, es uno de los baluartes más queridos por la afición amarilla. Con su entrega, su buen hacer y su capacidad de dar seguridad a un equipo actualmente en horas bajas, es uno de los estandartes en los que se apoya el aficionado que siente los colores, ante una temporada en la que el objetivo está más claro si cabe. La permanencia.