Costas no pudo levantar lo inlevantable

Quizás llegara algo tarde el Real Oviedo del 2017 a la lección impartida por el fútbol sobre la importancia de mantener la portería a cero. Fue en esa magistral clase en la que el equipo, por aquel entonces dirigido por Fernando Hierro, se perdió una noción básica de este deporte, la de saber defender. Ya no sólo la podríamos calificar de necesaria para practicarlo y tener éxito en él, sino ya particularmente para poder llegar a aspirar a algo en una categoría tan igualada como es la Segunda División.

David Costas llegó a Oviedo procedente de un equipo que no le brindaba las oportunidades que el joven necesitabaLo cierto es que el Oviedo empezó el año de la peor forma posible, y sí, por si cabía alguna duda, casualmente fue fuera de casa. Visitó el Pizjuán con la esperanza de que el nuevo dígito del año hiciese olvidar las humillantes y sonrojantes goleadas que el equipo azul recibía lejos del Tartiere, pero no fue así. La Directiva hizo bien en no quedarse parada ante semejante sangría de goles encajados en el ejercicio de 2016 y buscó una solución. David Costas llegó a Oviedo cedido procedente del Real Club Celta de Vigo, equipo en donde no había gozado de las suficientes oportunidades por la continuidad de sus ya excompañeros Andreu Fontás y Gustavo Cabral. 

Llegaba a la capital del Principado el que, para gran parte del respetable, iba a ser el mejor defensa central que pasase por La Ería en los últimos quince años: duro, contundente, seguro por alto, con una salida de balón excelente y gozando de una colocación táctica más propia de la Masía que de Segunda División. Pero había un problema, estaba cedido. Ese factor no dio continuidad al asentamiento de las bases del proyecto que el conjunto azul tenía en mente. Su llegada acabó de relegar al banquillo, más si cabe, a Óscar Gil, defensa central también cedido del filial del Athletic Club de Bilbao, el Bilbao Athletic, y que cuya forma de jugar era la antítesis a la del gallego. Mucho que desear dejó el central navarro, que desde la llegada de Costas sólo disputó un minuto.

David Costas celebra un gol ante el R. C. D. Mallorca
David Costas celebra un gol ante el R. C. D. Mallorca | Imagen: LaLiga.

Tanto Héctor Verdes como David Fernández perdieron protagonismo tras la llegada de David CostasAlternó su compañía el de Redondela con Héctor Verdés y con David Fernández, y es que el eje de la zaga del Real Oviedo se vio muy pero que muy afectado por la poca continuidad del primero. Algo más contenido en cuanto a tarjetas recibidas se refiere que el año anterior, y por las imprecisiones del segundo. Firmó sin duda su peor campaña desde que llegase a la disciplina azul en la temporada 2012/2013, lo que conllevó la salida del madrileño por la puerta de atrás con problemas extradeportivos mediante.

En las bandas se fueron forjando los integrantes de la zaga azul de la actual temporada. Si bien es cierto que el cordobés José Fernández realizó, contra todo pronóstico, una muy buena campaña, Diegui Johannesson le acabó quitando el puesto en el tramo final. En la posición de lateral izquierdo, Christian Fernández se llevó el gato al agua ante Fran Varela, jugador que quizás no se amoldó al sistema de Fernando Hierro. Este sí que puede hacerlo al de Juan Antonio Anquela cuando esté totalmente en forma y haya cogido ritmo de competición tras su lesión. Será una entretenida batalla entre él y Mossa.

El Oviedo cerró la temporada anterior con una defensa que hizo aguasCerró por tanto la temporada pasada el Real Oviedo con una defensa que hizo aguas, especialmente fuera de casa. Para colmo, el único componente salvable de la zaga, David Costas, regresó al Celta para volver a salir cedido, esta vez al Barça "B". Bastante se hizo ya teniendo opciones de entrar en playoff de ascenso la última jornada con los despropósitos defensivos acontecidos. Como el maquillado 5-3 en el Pizjuán, el 3-0 en los Juegos del Mediterráneo de Almería y el sonrojante 3-0 al descanso contra el Córdoba, que acabó en un engañoso 4 a 2. Costaba creerse que Fernando Hierro hubiese sido uno de los mejores defensas centrales de su época.

Anquela da en el clavo

Tras la llegada de Anquela las sensaciones cambiaron, sobre todo en la retaguardiaPero llegó Anquela y las sensaciones cambiaron, sobre todo atrás. En el primer partido de liga, en casa, ante el Rayo Vallecano, se vio un Oviedo que proponía y que, a pesar de salir derrotado, empezaba a exigir al rival desde la defensa. Sentado en el nuevo Fondo Norte del Tartiere casi había que ponerse los prismáticos para ver a la defensa carbayona, bien plantada, unos diez metros más adelantada con respecto a la de Fernando Hierro. No fueron quizás unas sensaciones plenas de seguridad, pero sí de creer en el margen de mejora del sistema defensivo azul, que con el paso de los partidos y la corrección de los errores vio cómo el entrenador jiennense daba con la tecla: los cinco defensas.​​

Anquela da instrucciones durante uno de los primeros partidos que alineó defensa de cinco. | Imagen: Real Oviedo
Anquela da instrucciones durante uno de los primeros partidos que alineó defensa de cinco. | Imagen: Real Oviedo

Comenzó la liga Juan Antonio Anquela alineando solamente a cuatro, y precisamente entre ellos no estaba el que ahora mismo es el eje fundamental de la zaga carbayona: Forlín, que empezó el curso como pivote defensivo. Actualmente, el argentino es el defensa central, más centrado, valga la redundancia, de los cinco que alinea el técnico. Es la base sobre la que se asientan los cimientos del muro que ha construido, defendido en última instancia por un Alfonso Herrero que le arrebató de las manos la titularidad a Juan Carlos. Con un escudero a cada lado, Carlos Hernández y Christian Fernández le vienen acompañando de forma contundente en lo que va de curso y sumándose al ataque de manera efectiva también. El andaluz es el defensa más goleador de la Liga 1|2|3, con cuatro tantos.

A Diegui Johannesson y Mossa, el puesto de carrileros les favorece tanto a nivel individual como grupalPara finalizar el año hay que acabar hablando de nuestros jugadores de banda: Diegui Johannesson y Mossa, a quienes el puesto de carrileros en el sistema de cinco defensas de Anquela parece venirles como anillo al dedo. Veremos cuánto son capaces de aguantar el alto ritmo que impone la responsabilidad de correr a lo largo de la línea de cal y de ser, por tanto, laterales a la hora de defender, y extremos a la de atacar. Parece que en el caso de que el ex del Nástic de Tarragona no se vea en condiciones, la vuelta de Varela le puede venir muy bien al míster andaluz para darle descanso, o al menos dosificarle. Cambiando de banda el asunto, el club deberá reforzar la banda derecha si no quiere sufrir la baja de Diegui en el hipotético caso de que vaya convocado con la Selección Islandesa al Mundial de Rusia que se celebrará este mismo verano.

En definitiva y como se puede comprobar, a pesar de la marcha de David Costas, la defensa del Real Oviedo, sobre todo en el último mes y medio del año, ha hecho que ya prácticamente nadie le eche en falta (no quiere eso decir que se le haya olvidado ya). Tampoco se debe pasar por alto que si se alinea a un portero es para que haga el mismo trabajo que sus compañeros de la línea defensiva, evitar goles. En este caso Alfonso Herrero ha sabido responder mejor que Juan Carlos a la pregunta sobre quién de los dos es el mejor ayudante de la línea trasera. El castellano-manchego ha hecho un trabajo tan digno de mencionar como la propia zaga y el trabajo persistente de Anquela en el ámbito defensivo se ha hecho notar y mucho en comparación, no sólo con el inicio de la temporada presente, sino también con el final de la anterior.